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Frigga amaba a sus hijos, todos ellos. Amo a Hela y la lloro cuando Odin regresó con las noticias de su perdición. Le lloro y honró los ritos funerarios a pesar de que no tenía un cuerpo para honrar.


Amo a Balder incluso cuando su dulce bebé nunca dio un respiro a la vida. 
Amaba a Thor aún con su imprudente manera de ser y su sed de batalla donde podría usar su mente. 

Amo a Loki… Loki que no era suyo, de una manera que no contaba pero suyo de la manera que importa. Porque ambos eran prisioneros. Ella una Novia de guerra y su dulce hijo un príncipe robado. 

Amo a todos sus hijos. Pero se preocupaba más por Loki, porque ella no podía protegerlo como deseaba, porque intento mantenerlo alejado de Odin y sus castigos pero no fue suficiente 

Así que cuando la llamaron a las cámaras de su Loki junto a Eir, ella no espero encontrar la imagen frente a ella. No espero que la mirada de Loki se detuviera en ella por un momento, un momento en que los gritos cesaron, para después ver a Loki soltar un grito ahogado, quedarse inmóvil, como si estuviera congelado en el tiempo. 

Sus hermosos  ojos, generalmente verdes, brillaron amarillos y luego se cerraron, sus párpados temblaron con la velocidad con la que sus pupilas se movían debajo de ellos. Frigga se adelantó como queriendo tocar a su hijo para dar consuelo pero Loki alzó una mano que voló para rodear su garganta mientras retrocedía golpeando la cabecera. 
Frigga no olvidara cuando Loki abrió de nuevo sus párpados para ver esos  ojos llenos de terror mientras trataba de escapar de un ataque invisible.

Ella se preocupo cuando Loki apretó su agarre alrededor de la garganta pero de repente se aflojó cayendo en la cama. Frigga estuvo a punto de entrar en pánico pensado que su hijo había muerto pero los susurros dolorosos y delirantes fueron su calma. 

Le mintió a Odin, le mintió a Thor. Solo Eir y ella sabían que no era ninguna maldición que alcanzó a Loki. Solo ella supo que la magia alrededor de su hijo era una más antigua que ninguna otra, la magia de un hechicero desconocido y la propia magia de Loki.

Cuando Loki despertó de nuevo, algo en la mirada de su hijo le dijo que ese, ese niño no era su Loki. Este Loki llevaba dolor y pérdida que no debía llevar, este Loki la abrazo y lloro como hace siglos no lo hacía, este Loki tenía el rencor en sus venas como el veneno más frío y letal.

Ella tuvo miedo por Loki. Ella temió aún más cuando  el día de la Coronación de Thor, Loki no estaba en ningún lugar. Pero Loki apareció para estar listo y presentable antes de la coronación de su hermano. 

-¿Dónde has estado, mi querido hijo? – Loki sé giro hacia ella, una nube de dolor cruzó por aquella mirada antes de que el cariño se asentara
-Fuera, necesitaba… salir de aquí – respondió Loki con lo que suponía era indiferencia pero ella lo sabía mejor.

-Bueno, me alegro que tus paseos te ayudaran. Pero debes tomarlo con calma, aún estás recuperando te- Frigga no se perdió la leve diversión en la comisura de la boca de su hijo, quien le lanzó una sonrisa burlona

-Te aseguro, madre, que mi paseo fue mejor para mi salud que estar cerca de mi… de Thor y sus cuatro idiotas. – Frigga no perdió el detalle ante la corrección de dirigirse a Thor pero cualquier palabra quedó aplastada cuando  Einherjar entró acompañado de Thor y sus amigos.

***

Quizás ir a Midgard después de la debacle  que las acciones de Thor y compañía causaron no era lo más sabio. Pero Loki no podía mantenerse entre las paredes doradas del castillo por más tiempo sin que terminara apuñalado a alguien (en este caso a Odin). Además, si él estaba aquí, eso significa que Lady Friday logró su objetivo, aún cuando la fecha de su llegada fuera tan atrás en el tiempo. 

Could I come again, please?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora