Could I come again, please?

10

-¿Una identidad?- preguntó Friday, una semana después de su llegada.

 
Ella y Jefe estaban en el laboratorio trabajando en varios proyectos a la vez.

(Uno de ellos era la fórmula de Extrimis. A pesar de que Killan aún no entraba en el radar, pero era mejor tener la fórmula estable, sin mencionar que la idea de tener fuera del pecho de Jefe el reactor de arco era algo que deseaba más que nada)

-Sí. Por lo que el Universo o Universos saben, tú no existes.- Colocó de lado el holograma en el que estaban trabajando y se giro hacia ella. - Si fueras una IA como lo es J, eso no importaría. No comparto mis IA con nadie. Pero eres un humano, ¿no? No puedo encerrarte todo el tiempo. ¿Y qué va a pasar cuando alguien te vea? Creo que Friday es un buen nombre, pero necesitarás al menos un apellido. Y un segundo nombre. Dime lo que quieres y haré que suceda por ti-

Friday sabía que eso era cierto, Jefe no solía usar su poder para obtener todo (contrario a lo que muchos piensan), pero cuando lo usaba era por las personas que amaba. Y ella era alguien a quien Jefe amaba.

-Esta bien- Friday cavilo pensando en su posible segundo nombre – Friday Ana Stark, Ana Friday Stark...

Ella no se dio cuenta de la reacción de su padre quien se atraganto con el batido que DUM-E acababa de darle, así que cuando se giro para verlo parpadeo ante la imagen de un Tony Stark con el rostro algo rojo por la tos.

Jefe le indicó que siguiera adelante tratando de salvar su dignidad – Friday Ana Stark, creo que ese nombre me gusta. Ana por Ana Jarvis.

-Si, ese es un buen nombre – Friday sonrió.

***

-Eso daría tiempo para tomar al Dios exiliado, ya envié un correo a Foster y su equipo que fue respondió con cierta resistencia pero salvar su trabajo de cierta organización nos dio puntos de bonificación- reconoció Jefe, mientras se abrían las puertas del ascensor. – Pero está la cuestión del Pirata y sus secuaces... qué carajo -

Friday casi choca contra él cuando se detuvo abruptamente, su cuerpo se tensó como si se preparara para una pelea.

Miró por encima de su hombro y también se tensó ligeramente ante la figura que tenían delante. Una mujer, de edad incalculable, calva y vestida con ropa amarilla de monje. Estaba parada cerca de la ventana, dándoles la espalda, pero incluso sin verla a la cara, o sin haberla visto nunca antes, Friday sabía exactamente quién era.

-Jarvis -, llamó Jefe, la voz tensa por la furia.

Sus signos vitales mostraban un alto estrés.

-Estoy aquí, Señor. Mis más sinceras disculpas, no pude informarle de su llegada-, dijo su hermano mayor, sonando más molesto que enojado o asustado. Los hombros de Jefe perdieron parte de su tensión pero no se relajó. - Ella dice que no está aquí para causar ningún daño, simplemente para satisfacer su propia curiosidad, pero aún así impidió de alguna manera que me comunicará con usted

La mujer se giró ante eso, sus ojos se deslizaron sobre Tony y se enfocaron en Friday. - Oh. Eso es interesante. Es débil, pero todavía puedo sentir las piedras en ti.-

-¿Quién diablos eres?-exigió Jefe, poniendo a Friday más firmemente detrás de sí mismo.

Lo cual fue conmovedor, pero sirvió para recordarle lo poco equipada que estaba para proteger a Jefe en este nuevo cuerpo. Como IA, al menos podría haberle apuntado con un par de armas, pero como humana, no podía hacer nada.

-La Anciana- respondió Friday, atrayendo la atención de nuevo hacia sí misma y colocándose al lado de Jefe en lugar de detrás de él. -Un hechicero y maestro de las artes místicas-