⧼𝘊𝘢𝘱 𝟸⧽ 𝑇ℎ𝑒 𝑇𝑢𝑙𝑖𝑝𝑠

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-Y cuentame, Hyukjae, ¿como es el lugar de donde provienes?

-Se llama Bortenstreek, es un pueblo en Holanda entre Larden y Haarlem, esta rodeado de hermosos campos de tulipanes. En épocas de florecimiento, parecen una larga y preciosa alfombra colorida, ojalá pudieras verla algún día, parece un sueño infantil, lleno de colores como el arcoíris. Gracias a esos maravillosos campos, fue que ame las flores y decidí estudiar botánica, el arte de hacer florecer y crear tus propias flores para mí es fascinante. También conocer todos sus secretos y propiedades medicinales de algunas flores y plantas son mi pasión, los tulipanes, a diferencia de otras, florean solo una vez al año y se matienen solo en climas no tan extremos, son como delicados capullos, como bombillas de colores.

-¿Tienes alguna flor favorita? Perdón, pero me veo obligado a preguntar, debes tener alguna, supongo.

-Claro, pues son precisamente los tulipanes.

-¿Por qué? -Sonrió.

-Se parecen un poco a mí, no me adaptó a las situaciones extremas, me cuesta abrirme al mundo y soy como un pequeño capullo que guarda algo precioso en su interior. Que solo pocos podrían cuidar correctamente.

-Vaya comparación, entonces cada vez que vea un tulipán pensaré en ti.

Ambos chicos permanecieron en silencio unos cuantos segundos mirandose a los ojos.

-Y dime, Donghae, ¿desde cuando eres un intelectual bibliotecario?

-Mi padre me heredó el gusto por la lectura, me daba un helado así que pues comí muchos helados en los días de verano, prácticamente devoraba libros.

-¿Donde está él ahora?

-Él murió hace un par de años y me dejó la biblioteca, antes mi madre y yo la atendiamos juntos pero desde que su vista fallo, prefirió descansar.

-¿Alguna vez soñaste con ser otra cosa en la vida?

-Una vez quise ser un doctor pero cuando tuve que hacerme cargo de mi mamá, ese sueño se frustro, pero tampoco sufro por eso ya que soy muy feliz en la librería, es mi pequeño mundo donde se encuentran otros mundos más y miles de historias.

-Me alegra que te haga feliz, lo que haces al final, lo que nos hace feliz, es a donde realmente pertenecemos.

-¿Y tus padres, Hyukjae? ¿Se quedaron en Holanda?

-Mi padre murió en la primera guerra y mi mamá murio cuando yo nací.

-Lo siento mucho, de verdad.

-No te aflijas, esta bien.

Donghae intento tomar su mano, pero penso que no era adecuado y se guardo sus impulsos para él mismo. En ese momento, los interrumpió el dueño del café.

-Muchachos, no quisiera importunarlos, pero sera mejor que todos nos retiremos a casa, los alemanes últimamente se ponen más difíciles.

-Tiene razón, señor Woo. -Acepto Donghae. -Mejor nos mantenemos discretos.

-Ni hablar, cada vez tenemos menos libertades y es gracias a estos facistas.

Ambos chicos ayudaron al señor a cerrar su negocio y lo acompañaron hasta su casa. De regreso, caminaban solos por las calles oscuras mientras los alemanes los veían y les lanzaban insultos, a los que no prestaban atención. Llegando a una esquina, se separaron.

-Bien, tengo que doblar a la derecha, ahí está mi casa. -Señalo Donghae. -Fue un gusto haber compartido un momento contigo.

-Ojalá se vuelva a repetir, la pase muy bien, eres... Muy agradable.

ғʟᴏᴜʀɪsʜ ɪɴ ᴍɪsᴇʀʏ | ᴇᴜɴʜᴀᴇ (Editando) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora