Aquella mañana llamaron fuertemente a la puerta de Donghae, apenas le dio tiempo de ponerse una bata para abrir la puerta y no atender en pijamas.
Abrió apresurado la puerta, eran los alemanes exigiendo documentos y pasaportes, Donghae no sabía que contestar solo se adentro a la casa para mostrarles sus documentos de residentes pero no contaba con los pasaportes.
-¡Los pasaportes! -Exigió el soldado.
-Lo siento mucho no contamos con ellos, no nos los han otorgado aún, nos han rechazado el trámite yo...
El soldado le devolvió los documentos arrojadoselos en el rostro.
-Tienen hasta esta semana para tener los pasaportes, o si no serán deportados al ghetto.
-Pero como...
-Hasta el viernes o se largaran al ghetto.
Se marcharon bruscamente y se subieron a un automóvil militar, a lo lejos veía como se llevaban a otros judíos fuera de sus casas, traían maletas y los subían a los autos militares. Se preocupo demasiado, el corazón le palpito fuertemente, a aquellos que se resistían simplemente les disparaban con las metralletas, el verdadero terror estaba por comenzar.
Su madre despertó alterada por los disparos, bajo enseguida y encontro a Donghae mirando por la ventana.
-No te asomes Donghae, es peligroso.
-No te preocupes, ya paso lo peor.
-Escuche a alguien, ¿eran ellos verdad?
-Necesitan nuestros pasaportes o van a llevarnos a un ghetto.
La madre de Donghae casi cae al suelo pero Donghae la sujeto y la llevo al sofa.
-Tranquila yo voy a hacer todo lo posible para que eso no ocurra te lo prometo, nadie va a sacarnos de aquí, nadie nos va a sacar de nuestro hogar.
Cuando la situación parecía más calmada, salió de casa a buscar a Hyukjae por su camino se encontro algunos de los cuerpos de los judíos que habían asesinado, sus familias les lloraban con impotencia y llenos de ira, exigiendo una justicia que sabían que nunca llegaría.
Cuando llego a la florería miro algo que le dejo la sangre helada e hizo que el corazón por un momento sintiera que se le detenía y le falto el aire, las piernas se le doblaban y le costaba esfuerzo caminar.
Las ventanas de la florería se encontraban llenas de agujeros de balas, vidrios se esparcian a lo ancho de la banqueta y pétalos de flores regados por el pavimento señal de que muchas flores habían sido deshechas por el impacto de esos proyectiles.
La imagen de Hyukjae muerto paso por su cabeza y se le seco la boca, pero al llegar por fin a la florería lo que le pareció una eternidad encontró a su amado vivo pero con un cuerpo entre sus brazos recostado sobre sus piernas, el llanto de Hyukjae era amargo y se revolvia con un rojo carmesí que escurrir por su rostro.
Donghae pensó que tal vez Hyukjae estaba herido por lo que enseguida se inclino a ayudarlo y allí descubrió que aquella sangre no era de el, no estaba herido y ese cuerpo le era familiar. Era el abuelo de Hyukjae con un orificio de una bala en su cabeza del cual brotaba una cantidad inmensa de sangre.
-¡Pero que sucedió! -Exclamó Donghae asustado.
-Fue una bala perdida, una maldita bala perdida... -Sollozaba, le costaba trabajo hablar y expresarse- Ellos dispararon hacia nosotros solo por diversión y una bala le dio en la cabeza a mi abuelo... Los odio... Son unos bastardos... Yo mismo los matare...
Donghae no sabía que decir solo miraba tristemente a Hyukjae y ponía su mano sobre uno de sus hombros apoyándolo.
-Lo siento mucho, Hyuk... Lo siento. -Susurro Donghae.
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ғʟᴏᴜʀɪsʜ ɪɴ ᴍɪsᴇʀʏ | ᴇᴜɴʜᴀᴇ (Editando)
Fanfiction❝ En la década de 1940, en la Polonia ocupada por los nazis, Donghae, un bibliotecario judío de Varsovia, lucha por sobrevivir en medio de la opresión y el peligro. Pero en medio de la oscuridad, encuentra un rayo de esperanza en Hyukjae, un florist...