ғʟᴏᴜʀɪsʜ ɪɴ ᴍɪsᴇʀʏ | ᴇᴜɴʜᴀᴇ (Editando)

⧼𝘊𝘢𝘱 𝟼⧽ 𝑇ℎ𝑒 𝑅𝑒𝑑 𝑂𝑟𝑐ℎ𝑖𝑑𝑠

En el almuerzo, Donghae notaba muy extraña con el a su madre.

-¿Por qué estas tan callada? Siempre éstas contandome tus pláticas con tus amigas, ¿te sientes mal o estás enferma?

-Todo está bien, hijo, no te preocupes, simplemente hoy no tengo nada que decir, ayer ni siquiera salimos, los soldados están cada vez más hostiles.

-Haces bien en no salir por ahora.

-Llegaste muy tarde, Donghae, ¿dónde estabas?

-En el trabajo.

-No llegaste solo, escuche voces.

-Ah, si, me encontré a Hyukjae y decidio acompañarme a casa.

-No me parece que Hyukjae ande contigo hasta altas horas de la noche. Tal vez no sea muy buena compañia para ti.

-¿Qué? ¿Por qué de repente cambiaste tu opinión sobre Hyukjae?

-Nada, simplemente yo creo que no está bien que te distraiga tanto tiempo y más de noche.

Donghae pretendía seguir defendiendo a Hyukjae, pero escucharon algo afuera; se oyeron algunas detenaciones de armas, por lo que Donghae le pidio a su madre que se agachara.

Miro pasar a un par de soldados alemanes tras de un hombre al que le disparaban con sus rifles, hasta que lograron alcanzarlo y le dieron fin.

Esa escena impacto a Donghae y lo lleno de horror, sin imaginarse sí quiera que esa escena pronto se repetiría constantemente.

Cuando todo volvió a la calma, Donghae ayudo a su madre a salir de su refugio, calmo su llanto y le brindo consuelo.

-¿Ya estás más tranquila?

-Si, cariño.

-No temas, yo no voy a permitir que nos pase nada, todo va a estar bien.

-No te vayas, no abras la librería hoy.

-No lo haré, hoy no abrire, tranquila.

Horas después, Donghae sintió la necesidad de ver a Hyukjae y decidió salir a pesar de los reproches de su madre.

-No te vayas, Donghae, es peligroso afuera.

-No tardare, tengo que ver a Hyukjae.

-Te digo que ese muchacho no es una buena influencia para ti.

-Por favor, mamá, no digas eso, no lo conoces.

-Si te hace salir en medio del peligro, entonces no debe ser tan buen chico.

-Yo soy quien quiere ir a verlo, él no me obliga a nada.

-Basta, Donghae, sé muy bien lo que hay entre ustedes dos.

Donghae palidecio ante las palabras de su madre, ¿cómo era posible que lo hubiera descubierto?

-Los ví anoche y no puedo creerlo, ¡lo que hiciste no es de Dios, no es normal! -Gritaba y desesperaba la mujer.

Los ojos de Donghae se empañaron de pena.

-Lo siento, mamá, perdóname.

-Yo no te enseñe ese tipo de valor, te he enseñado a respetar a Dios, ¿no ves que lo que haces es antinatural?

-Uno no elige de quién enamorarse, mamá. Perdóname, pero este tipo de sentimientos los he tenido desde niño, desde muy joven descubrí que nunca me atrajeron las mujeres, pero nunca te lo dije porque sabía que reaccionarias así cómo lo estas haciendo ahora, pero ya no puedo luchar contra mis sentimientos y si tú no lo puedes entender, lo siento en el alma, pero yo voy a luchar por él. Y si me hablas de Dios, ¿pues que no te das que hace mucho tiempo nos abandono?