La salud de Hyukjae no mejoraba, empeoraba con el paso de los días. Sufría de diarreas terribles, fiebre y fuertes dolores de estómago.
Donghae cada día comía menos y descansaba menos, su aspecto físico ya no se parecía al Donghae de antes. Estaba demasiado delgado y demacrado, lucia ojeroso y sucio.
Key continuaba en la misma situación, había ocasiones en las que comía del suelo de las sobras que tiraban al suelo o si a alguno se les caía el plato por accidente Key lamia el suelo sin importarle hacerse daño.
Hyukjae dejaba caer su cuerpo en el suelo y recostaba su cabeza en las piernas de Donghae, este le acariciaba la cabeza con cariño y con sus manos débiles e temblorosas.
—Anoche tuve un sueño muy hermoso... —Comentó casi susurrando.
—¿Ah si? ¿Que soñaste, mi amor? Cuentame. —Respondió Donghae cariñosamente.
—Estaba en un campo de lycoris radiata y tenían un color rojo sorprendente, todas se habían abierto ya y el campo parecía una gigantesca alfombra roja... Caminaba descalzo sin hacerme daño y podía respirar un delicioso perfume, no más olor a letrina ni a muerte y no sentía ningún dolor, me sentía profundamente feliz. Corría por todo ese campo como cuando era un niño en Holanda y al fondo del lugar me estaba esperando mi abuelo con una sonrisa enorme y estaba agitando las manos saludandome, era como si yo ansiara alcanzarlo pero no podía... Me desperté de golpe.
—Fue un sueño hermoso Hyuk, tu siempre sueñas cosas muy hermosas.
—Ya no tengo miedo, Hae... —Susurró.
—¿De que tenías miedo, Hyukjae?
—Tenía mucho miedo a la muerte y a lo que viene después. Ya no tengo miedo, ya se que me espera... —Sonrió.
Donghae borro su apacible sonrisa y detuvo por un momento sus caricias.
—Tu no vas a morir Hyukjae, tu vas a sobrevivir ¿me oíste?
—Se de que estoy enfermo, no me engañes... No me des falsas esperanzas, cariño jamás saldremos de aquí, jamás van a liberar este campo... Esta guerra no terminara nunca...
—No vayas a dejarme solo, te lo pido por favor Hyukjae...
—Siento el aliento de la muerte detrás de mi nuca respirandome todos los días desde que llegue a este infierno, quiero irme...
—No me pidas eso... No puedo... —Sollozaba.
—A veces preferiría volverme loco como Key, el ya no se da cuenta de nada...
Donghae dirigió su mirada hacia Key quien acababa de defecar sobre su propia ropa sin darse cuenta si quiera y también continuamente orinaba la cama. El pobre hombre era una peste andante, nadie quería acercarsele solo ellos dos le mostraban un poco de compasión.
—Eres lo único que me queda Hyukjae, tienes que luchar por favor...
—¿... Para que lucho...? Ya no quiero vivir todo este infierno, ya no quiero sufrir...
—Pero yo te amo mi vida, no me abandones...
—Y yo también te amo más que a mi existencia, y si tu amor no es egoísta no permitas verme sufrir... ¿...Me dejaras partir...?
Donghae abrazo a Hyukjae lo más fuerte que pudo y lloraba con mucha tristeza.
—No puedo hacerlo... —Suplicaba. —Soy un maldito cobarde... No puedo...
—Donghae... Mi Donghae... Mi vida entera, mi corazón, mi bella flor...
Los soldados les ordenaron que salieran todos a formar filas para pasar lista, hacia un frío increíble y crudo. Hyukjae con un enorme esfuerzo logró incorporarse y apoyarse del hombro de Donghae.
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ғʟᴏᴜʀɪsʜ ɪɴ ᴍɪsᴇʀʏ | ᴇᴜɴʜᴀᴇ (Editando)
Fanfiction❝ En la década de 1940, en la Polonia ocupada por los nazis, Donghae, un bibliotecario judío de Varsovia, lucha por sobrevivir en medio de la opresión y el peligro. Pero en medio de la oscuridad, encuentra un rayo de esperanza en Hyukjae, un florist...