❛ 𝖳𝗁𝖾 𝖲𝗍𝗋𝗂𝗉𝗉𝖾𝗋. ❜ ─ 𝐀𝐝𝐚𝐩𝐭𝐚𝐜𝐢𝐨́𝐧 𝐑𝐢𝐯𝐚𝐫𝐢
˹ ¿Se han imaginado tener dos vidas? ¿Ser dos personas al mismo tiempo? Apuesto a que sí. Pero entre pensar y vivir hay una diferencia muy grande, creo. Imaginemos... Abril, una...
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Samantha Rivera's; Point of View. Miami, Florida - United States of America ˹ 08:50 AM ˺
El primer día siempre era el más tranquilo, sólo presentaciones y reuniones. José, quien solía ser el director de la empresa, se fue tan rápido, que no me dio el tiempo suficiente para ver cómo iba todo. Temprano en la mañana de hoy, él me presentó a esa mujer que me ayudaría en esta difícil tarea; Abril Garza. A pesar de su evidente nerviosismo, parecía ser muy competente y trabajadora. Por recomendación de José, Abril estaba al tanto de todos los detalles del negocio, como una buena secretaria o mano derecha.
Además de ser una mujer muy atractiva. La señorita Garza, como decidí llamarla, era una hermosa mujer de piel clara y rasgos mexicanos, su rostro delgado y bien modelado, su nariz era pequeña perfilada, con sus labios carnosos y una atractiva mirada, pude ver que sus ojos eran color ámbar, quizás algo avellana. Ella llevaba un vestido justo y moldeado en un tono turquesa, destacando sus bellas curvas. Su cabello era algo claro, aunque no demasiado, ligeramente ondulado, atado por un delicado lazo en la parte de atrás, donde su cabello caía cual cascada a lo largo de su espalda.
Su mirada era temerosa y un poco asustadiza. ¿Qué le causaba tanto temor? Me pregunto qué sabría sobre mí. ¡Diablos! Fui tan amable como era posible, no es lo que hago normalmente, pero la niña asustadiza merecía al menos un intento de amabilidad, puesto que sería mi compañera por quién sabe cuánto tiempo.
Le expliqué la forma en la que yo trabajo, y todo lo que necesitaría en la vida cotidiana, Abril pareció entender todo perfectamente, me indicó algunas de las cosas que anotó en su agenda azul pequeña. Y luego se retiró.
Estudié por el resto del día algunos informes en mi oficina y, por cierto, todo parecía ir de maravilla. Pero necesita mejorar, pensé. Incluso centrándome en los papeles, algo, o mejor dicho alguien, me desconcentraba. Desde la noche anterior no puedo sacar a aquella bailarina de mi cabeza, la imagen de su baile tan sensual penetraba en mis pensamientos.
¡Joder, Samantha! ¿Cómo puedo dejar que una mujer con la cual no intercambié una palabra, invada mi mente tan rápido? Negué con la cabeza, tratando de dispersar la imagen de esa sexy mujer bailando para mí. Sí, para mí.
Pero era imposible seguir así, tenía que verla de nuevo. Al final de su show me sentí un poco frustrada y me alegra que no reciba clientes, si ella no recibía a nadie quien le ofreciera dinero, era de buen carácter, es cuando sentí que más quería verla, pero mi voluntad fue rechazada.
— ¿Sra. Rivera? — Oí a alguien llamarme, aparté a Ari de mis pensamientos.
Abril tímidamente entró en la espaciosa oficina.
— He traído el café que pidió, está muy caliente. — Aclaró, colocándolo a mi lado.
— Gracias, Señorita Garza, ¿podrías decirme si José está en la empresa? —