❛ 𝖳𝗁𝖾 𝖲𝗍𝗋𝗂𝗉𝗉𝖾𝗋. ❜ ─ 𝐀𝐝𝐚𝐩𝐭𝐚𝐜𝐢𝐨́𝐧 𝐑𝐢𝐯𝐚𝐫𝐢
˹ ¿Se han imaginado tener dos vidas? ¿Ser dos personas al mismo tiempo? Apuesto a que sí. Pero entre pensar y vivir hay una diferencia muy grande, creo. Imaginemos... Abril, una...
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Samantha Rivera's; Point of View. LA, California - United States of America ˹ 04:10 AM ˺
— No, no has entendido, quédate conmigo, sal conmigo, ¿sabes a lo que me refiero? —
Abril preguntó con una mirada esperanzada. Yo todavía estaba procesando las palabras que habían salido de su boca. Confieso que todo me estaba dando vueltas lentamente, no sé si son los efectos del alcohol o mi mente me estaba jugando trucos.
— ¿Me estás preguntando... —
Susurré las palabras mirándola de reojo. Abril formó una pequeña sonrisa, tímida, pero aún preciosa. La penumbra de la noche dejaba su cara parcialmente iluminada, resaltando sus muy bien dibujadas líneas faciales.
— Sí, Rivera, ¿Quieres ser mi novia? —
La sonreí ampliamente, recibiendo la pregunta por parte de Abril que me había dejado muy sorprendida.
— ¿Es en serio? —
Abril se sentó, por lo tanto, dejándome a mi sentada también. Nos miramos la una a la otra por largos segundos, delicadamente, ella colocó unos mechones de pelo que insistían en caer por mi cara, detrás de mi oreja.
— Nunca he estado tan seria, sé que tú también lo estás y bastante. Y confieso que yo también lo estoy... —
La chica castaña habló con la mayor de las calmas, con sus ojos fijos en los míos mientras sus dedos me hacían ligeras caricias en mi fría mano.
— ... Pero estoy segura de lo que siento por ti. Te amo Samantha, y quiero que estés conmigo. Sé de todos tus problemas y dificultades, pero creo que podemos solucionarlos. No sé si tú quieres lo mismo, estoy muy nerviosa por estar hablando de esto. Pero simplemente necesito esto, necesito ser tuya. —
Ella sonrió tímidamente, haciendo mi corazón derretirse. Miré a la mujer frente a mí y la vi tan frágil y delicada. Debo confesar que no tenía suficientes palabras para expresar lo que estaba sintiendo en ese momento. Amaba a Abril de una manera que nunca pensé que fuera posible. En medio de todas las incertidumbres de mi vida, sabía que ese sentimiento era real. Y recíproco.
Lentamente moví mi mano a la mejilla de la mujer, haciendo que me mirara. Sus ojos miraban algo temerosos en mi dirección. Sonreí y lentamente acerqué su rostro al mío sellando nuestros labios.
En perfecta sincronización sus labios se movían sobre los míos, causando ese sentimiento en mi interior. Las famosas mariposas en mi estómago. En efecto eran reales, estar con Abril siempre era tan intenso y confuso. ¿Podría ser alguien a tormenta en un mar revuelto y al día siguiente la calmada mañana con un brillante cielo abierto? Sí, era posible. Abril era así. Ella era mi cielo y mi infierno. Lentamente dejé ir los labios de la mujer que se abrieron con una sonrisa divina. Estábamos tan cerca que teníamos nuestras frentes pegadas. Respiré hondo con mis ojos café en los ojos de la mexicana.