Dressrossa. Celos

276 23 9
                                    

La batalla contra los muñecos gigantes no tenía fin. En cuanto los derrotaban se levantaban, unían sus partes y seguían luchando. Cada vez con mayor rapidez se arrastraban entre la niebla saltando hacia sus cabezas con el fin de arrancarlas, tal como le sucedió al caballo de Cavendish que de un mordisco le destrozaron el cráneo. En venganza por su fiel corcel abatido, el hermoso espadachín desistió de pelear contra Dofflamingo y exterminar aquellos horrendos juguetes, ayudando de esa manera a Law, Kyros y Luffy a llegar al palacio. Pero no sería tarea fácil, en cuanto Luffy avanzaba una orda de extremidades y cabezas de muñecos le impedían el paso. Para su mala suerte apareció Gladius, el hombre bomba, quien de inmediato se unió al combate, en espacial al ver a Law indefenso, era su oportunidad para matarlo.

Los juguetes atacaron siguiendo las órdenes de Gladius que buscaba separar a Luffy de Law, sin él protegiendolo era presa fácil. Separó a Cavendish y a Kyros del grupo y envío una serie de juguetes en combinación con su habilidad para aislar a Law pero una pared invisible los detuvo y varias manos gigantes los golpearon.

-¡Robin!- gritó Luffy al verla.
-Señorita Robin, ¿Tienes las llaves?
-No. Rebecca subió al 4to piso, debe estar ya en el campo de flores. Ella tiene las llaves de las esposas.
-¡Lu Lu Lu Luffy sempai! Sabía que te encontraría aquí. ¿Me recuerdas?
-¿Ah? Eres tú. Gracias por ayudarme antes.
-Por tí lo que sea Luffy sempai, ¡también ví a Zoro sempai luchando y fue increíble! ¡Estoy tan contento de haber nacido!

Law reconoció a Bartolomeo de inmediato, había leído de él en los periódicos como el pirata más despreciado y por lo que podía notar era fan de "sombrero de paja". Verlo moverse y brincar a su alrededor como adolescente conociendo a su ídolo le molestó.

-¡Puedes pedirme lo que quieras! ¡Tus deseos son órdenes!

Con la actitud que veia en Bartolomeo, lo creyó capaz de invitarle comidas infinitas, de comprarle la carne más exclusiva y darle todo lo que quisiera, incluso podía monopolizarlo para que nadie se acercara a él y no lo notaría de lo contento que viviría siendo mimado hasta el cansancio, poco a poco se harían más cercanos hasta que -"Lo siento Torao, he decidido vivir con Bartolomeo, él me da todo que quiero. Lo que pasó entre nosotros fue divertido pero no nos volveremos a ver."

-¡"SOMBRERO DE PAJA"!-gritó interrumpiendo la conversación- ¡Termina de una vez y vamos al 4to piso!
-¡¿Tú quién te crees que eres para hablarle así al gran Monkey D. Luffy?! ¡No creas que ser su aliado te permite hablarle de esa manera!
-¡Dejo este nivel en sus manos! ¡Vamos Torao!
-Permite que te haga unas escaleras con mi habilidad- dijo servicial.
-¿Harías eso? Llegaríamos más rápido ¡Gracias!
-¡Sí mi habilidad te ayuda a llegar a la cima no me importa quedar desprotegido!

Luffy recogió a Law que parecía esperarlo pacientemente pero por dentro quería irse lo más rápido posible. Ayudó a Luffy a cargarlo y subió las escaleras con los muñecos persiguiendolo. A lo lejos Law miró la cara de tonto que puso Bartoloméo por solo ayudar a Luffy a llegar al siguiente nivel. Lo miró con desprecio hasta que fue un punto en la distancia y deseó no volver a verlo.

-¡Rebecca!- gritó Luffy.

La chica le mostró la llave y Luffy saltó estirando la mano para conseguirla. Uno de los muñecos que los perseguía abrió su boca y los tragó en el mismo instante en que Luffy abría las esposas. Rebeca vió una esfera formarse en el aire seguido de unas luces brillantes que partieron al juguete en varios pedazos. De su interior surgieron Law y Luffy.

-¡Law, maldito traidor!- dijo "Diamante" mientras peleaba con Kyros quien se había adelantado para rescatar a su hija.
-Este es el hombre con el que debo saldar cuentas ¿Puedo dejarles a Dofflamingo?
-Claro- dijeron al únisono.
-Excelente combinación. Lo necesitaran para pelear juntos. Yo venceré a Diamante.
-¡Lucy! ¡Derrota a Dofflamingo!
-Rebecca, no soy Lucy, soy Monkey D Luffy, el hombre que se convertirá en el Rey de los Piratas.

Mi Historia Junto A TiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora