Espero sea un sueño

316 39 48
                                    


Se podría decir que estaba superando su primer día con éxito.

Y estaba feliz.

Pero no por lo que muchos creerían. El motivo de su felicidad tenía nombre y apellido, Midoriya Izuku.

Por supuesto sabía que al decidir hacer sus prácticas en este establecimiento se encontraría con su hermano e Izuku, pero había resultado mejor de lo que había pensado.

Aunque ahora, no sabía que pasaba. Izuku no lo miraba ni por accidente.

Un pinchazo directo en su corazón.

— Tengo hambre, iré primero. — y sin más el peliverde dió unos pasos, pronto siendo detenido por Kotaro.

— Oh vamos, espérame. — Izuku bufo, pero no sé volvió a acercar ni a Kotaro y ni a Katsuki, se acercó a la ventana más próxima, dirigiendo toda su atención hacia los pajaritos. — Te lo tenías muy guardado.

— ¡Sorpresa! — Dijo katsuki sin ánimos. El solo esperaba un saludo al menos por parte de cierto peliverde. — Pequeño ¿No dirás nada? ¿Ni un hola?

— Adiós.

Ser ignorado por Izuku no se sentía bien, y quería saber que pasaba. Pero ya era tarde, tendría que buscar un momento a solas con el peliverde.

Kotaro queda viendo a su hermano, notaba los cambios en él cuando se trataba de su mejor amigo, y era extraño.

— ¿Le hiciste algo a Zuzu?

Katsuki blanqueo los ojos. — Cuando dejaras de decirle Zuzu.

— Y tu cuando dejaras de decirle pequeño.

— Es pequeño.

— Y yo le quiero por eso le digo así...

— Que yo sepa — suspiró — no le he hecho nada.

Kotaro se alejo unos cuantos pasos, justo cuando Yumiko salía del baño.

— Según tu... No tienes ni idea de cuanto me costó volver a acercarme otra vez a Zuzu, pero desde mi cumpleaños no ha vuelto a ir a la casa.

— Kota...

— Si tienen algún problema, ve y arreglalo, no quiero que mi amistad con él se vea envuelta.

— Ni siquiera me voltea a ver. ¿Que quieres que haga?

— Kotaro — llamó Yumiko — ¿Irás a comer o me adelantó?

— Ve — le dijo Katsuki, tras un suspiro fue el primero en alejarse del pasillo bajo la atenta mirada de su hermano menor.

.

Izuku busco el lugar más alejado en el comedor. Con plato en mano, y completamente solo se dispuso a comer.

Después del quinto bocado suspiró, su mente era un caos.

Pequeño ¿no dirás nada? ¿Ni un hola?

Quizás se había pasado, después de todo ahora era su profesor.

Pero que querían que hiciera, si esa misma persona, el hermano de su amigo, su ahora profesor, era el mismo quien lo había rechazado hace unos meses.

Aún dolía.

Pero pronto lo entendió, esa chica, debe ser la dueña de su corazón.

Y debía aceptarlo.

Estaba trabajando en eso, por eso no volvió a esa casa dando excusa tras excusa a Kotaro. Pero su esfuerzo de nada servía si el motivo del caos ahora era su profesor.

Katsuki era un maldito insensible.

— Te ves enojado.

El tenedor cayó de las manos del peliverde tras el susto que le propinó Kotaro al hablarle.

— Lo siento, traeré otro...

Izuku negó. — Está bien, solo lo limpiare.

Yumiko recién se había sentado. Pero pudo notar lo tenso que estaba el peliverde. — Izuku ¿Estás bien?

— Lo estoy. — sonrió, o eso quería hacer, solo fue una mueca.

— Estás seguro que... — Pero la mirada fría que recibió Kotaro lo hizo callar.

Hace un mes pudo notar mejor lo mucho que su mejor amigo había cambiado, quería preguntarle muchas cosas, entre ellas, por qué se había alejado sin explicación alguna.

Si supiera que había llorado muchas veces, después de que Izuku se alejo.

Iré con Yurie — Susurro. — Habla con él.

Kotaro asintió en agradecimiento. Y la vio irse a otra mesa, dejando su comida de lado se apoyó en la mesa.

Izuku seguía comiendo, simulando estar tranquilo.

— Katsuki. — Tuvo que acercar un vaso de agua al pecoso tras trapicarse con la comida. — Así que realmente hay algún problema entre tú y mi hermano.

— No lo hay — dijo este tan pronto pudo hablar. — ¿Por qué piensas eso? ¿Por qué tendría un problema con él?

— No lo sé, quizás porque el añora una mirada tuya y tú solo lo ignoras. Mira, no se que se traen, mi hermano actúa muy raro después de mi cumpleaños y tú... Tu ese día

— No paso nada, no hay nada que arreglar. Todo está bien, Kota.

— Tu ese día estuviste llorando, me dijiste que Katsuki es cruel.

— Kota...

— Izuku, no crees que ya me has ocultado mucho. — El castaño no pronunció palabra alguna en los próximos diez minutos, terminando su comida y saliendo del comedor.

El peliverde no sabía que hacer, todo esto era una mierda.

Espero sea un sueño.

Pensó, pero todo indicaba que no lo era. Su intención era estar lejos de todos y descansar su mente un rato, pero ahí estaba él, el motivo de sus conflictos internos.

— Pequeño... ¿Podemos hablar? Por favor deja de ignorame.




















.

¿Opiniones?

Cortito, pero el próximo es desde el punto de Katsuki (si no me equivoco)

Pesadilla, Sueño, Fantasía.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora