Todo pintaba ser normal, nada fuera de lo común. Un nuevo año, ceremonia de bienvenida, todos dándoles ánimos a los de último año. Todo bien.
Suspiró cuando escuchó a su amigo bostezar por quinta vez en dos minutos, está vez cometiendo el error de voltear a verlo.
No. No, no por favor no.
Y bostezó. — Malita sea Kota, me contagias tu flojera.
El castaño rio, y luego volvió a bostezar. — Que quieres que haga Zuzu, tengo mucho sueño, y si mejor..., préstame tu hombro.
Izuku volvió su mirada al frente, la ceremonia estaba por terminar. — Ni hablar, dile a Yumiko.
No quería admitirlo pero también tenía sueño, muy probablemente por causas diferentes a las de Kotaro, pero se sentía muy somnoliento. Nunca se acostumbraría a largas ceremonias aburridas pero está sería de las últimas al menos en este establecimiento.
Era su último año antes de la 'maravillosa' vida universitaria.
Nótese el sarcasmo.
Kotaro tenía un pronunciado puchero en modo de protesta — Ella se cansa muy rápido.
— ¿Y crees que yo no?
Justo en eso, escucha como algunos alumnos más próximos a la salida del gimnasio empiezan a salir.
La ceremonia había finalizado.
No pasó mucho para que sea el turno del curso de Izuku, saliendo uno a uno en orden se dirigiendo al que sería su nuevo salón de clases. Caminando por los pasillos, al ver a Kotaro aún con su puchero, dijo:
— Pesas como el demonio, ¿Qué pasa con esa cabeza? Pareciera que en ves de neuronas hay rocas.
— Yumi-chan, Zuzu me está insultando.
Ella sin dejar de caminar, siguió el juego al peliverde — Pero yo igual tengo la duda, ¿Realmente tienes neuronas ahí dentro?
— Ustedes son muy crueles.
Yumiko e Izuku comenzaron a reír, poco después de que se conocieran por primera vez la conección fue sin duda rápida, Izuku podía entender porque salía con ella, era alguien, inteligente, amable, agradable.
Era una buena chica.
Pocos minutos después, estaban en su nuevo salón, el sentimiento fue raro. Quizás porque nunca pensó que este momento llegaría.
El tiempo pasando demasiado rápido.
Izuku dió un paso dentro, y vió los últimos asientos al lado de la ventana libres, por poco corrió hacia ellos, logrando lo con éxito.
Kotaro y Yumiko decidieron sentarse con sus respectivos amigos.
Yumiko con su mejor amiga, Yurie, un puesto adelante de Izuku, con Kotaro a su lado.
Estaban todos decidiendo dónde sentarse y con quién, solo faltaba el profesor.
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Quién entro justo para el toque de campana. A los alumnos les extraño un poco que no entrara solo, pero las mujeres jadearon sorprendidas.
Alto, pelicenizo de ojos carmesí.
¿Es esto una pesadilla?
Izuku no sabía a dónde mirar, incluso por un momento pensó que se había quedado dormido durante la ceremonia.
Pero escuchó un murmullo proveniente de su lado derecho — ¿Hermano? — Kotaro dió un toque a la mano del peliverde que se encontraba sobre la mesa. — ¿Qué hace mi hermano aquí?
Le cuestionó, pero este estaba tan confundido como el propio Kotaro — ¿Cómo quieres que sepa? — le pregunto igualmente en un murmullo.
Entonces no estaba dormido, era real.
El salón de clases no tardó en caer en un supulcral silencio, solo uno que otro murmullo de alguna chica se oía de repente.
El profesor de educación física a quien ya habían saludado esa misma mañana, hizo que el joven se pusiera en el centro, así todos manteniendo su atención en solo esa persona, menos uno.
Izuku miraba hacia la ventana.
Dolía.
Sentir la penetrante mirada de ese hombre.
— Como ya sabrán, si es que prestaron atención a la ceremonia, este año tendremos algunos alumnos en práctica, el es uno de ellos. Por favor preséntate.
Aunque Izuku no estaba mirando al frente, lo conocía tan bien que sabía que estaba haciendo. Mirar a la cara a cada uno, analizando su aspecto y comportamiento, sin duda más de alguno se ha de sentir intimidado, dejando de lado su jodida estatura de 1.88 cm, su mirada era de temer.
Y aunque el cenizo no debía, quizás, posó sus ojos rubí más de lo debido sobre cierto peliverde. Sintiéndose dolido porque este no le prestaba atención.
Deja de verme, no mires más.
Después de un suspiro, dijo con su voz firme y grave — Buenos días.
Habían sido meses desde que no oía esa voz, y no debería sentir tanto.
—Estaré unos meses con ustedes, como profesor de ed física en práctica. Me llamo Bakugou Katsuki.
Izuku se sintió desmayar ahí mismo, aún viendo a los pajaritos. Pensó:
Creo que sí es una pesadilla... O quizás un sueño. Más bien se está cumpliendo mi fantasía.
.
Capitulo cortito pero espero les guste 🥹 creo que el próximo es un poco más largo :/
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Pesadilla, Sueño, Fantasía.
Fiksi Penggemar[COMPLETA/FINALIZADO] Izuku a pasado por mucho, así tomando decisiones de las que se podría arrepentir. Cómo alejarse de su mejor amigo y no ir más a su casa. Pero que más podía hacer si le gusta el hermano mayor de su mejor amigo. Quizás las cosas...