Pesadilla, Sueño, Fantasía.

Los tan esperado 18

— Ya. Entonces ¿Quieres que sea la distracción? — preguntaba el castaño viendo a su hermano, quien estaba diligentemente ordenando unas decoraciones. — ¿Dónde vas a poner todo eso?

— En el parque donde empezó todo. — Respondió Katsuki, terminando de poner todo en una caja para en unas horas ir a decorar el lugar. — Eres su mejor amigo, Kota.., ayúdame ¿Sí?

Sin esperar respuesta, empezó a bajar las escaleras, dejando la caja sobre la mesa, bajo la atenta vista de sus padres. Mitsuki lo miró extraño, decidida a bromear.

—¿Te vas a mudar?

Katsuki bufó, buscando en un cajón unas pilas que había visto con antelación. — Ya quisieras librarte de mi, vieja bruja.

— Katsuki le va a preparar una sorpresa a Zuzu — le dijo a su madre, con una sonrisa ladina. — Y quiere que sea la distracción, pero no me pagan lo suficiente.

La mayor pareció feliz al respecto. — ¿Sorpresa de cumpleaños? — volvió a preguntar, recordaba perfectamente que al otro día Izuku cumplía años.

El cenizo negó. Sonriendo al encontrar las pilas para las luces que usaría. — Le pediré que sea mi novio.

— Creo que ha llegado nuestra hora de partir — Actúo dramáticamente, sentandose al lado de su esposo que solo veía todo con una sonrisa tranquila— Jamás pensé ver el lado romántico de mi hijo mayor, Oh dios!

Katsuki sonrió, tomando asiento por un momento en uno de los sillones, pensando seriamente en algo que terminó susurrando. — Sí no se tratara de él.., jamás hubiesen visto este lado de mí...

Kotaro siendo el único que lo alcanzó a escuchar al ser el que estaba más cerca, eso lo terminó de convencer, tomando su celular para enviar un mensaje a Zuzu en unos minutos.

— ¿Entonces cuál es el plan?

.

Había mandado varios mensajes pero el pecoso no respondía, sin embargo sabía que estaba en casa, no había de otra que simplemente caerle y ya. Iba de camino, repasando el supuesto plan maestro de su tonto hermano mayor, sin embargo le parecía tierno todo lo que estaba planeando, incluso Inko estaba involucrada, Katsuki le dijo que ella estaba al tanto de todo.

Cuando llegó, la luz de la habitación del pecoso estaba encendida, tocó el timbre sin dudar, siendo recibido por la mayor, quien se encontraba decorando un poco la casa para el día siguiente, estaba feliz porque hace años que no celebraba el cumpleaños de su hijo, el cual por alguna razón (Katsuki es la razón) quiso celebrarlo este año.

Pasó directamente a la habitación de su amigo, quien lucia un shorts y una polera que le llegaba a las rodillas, también se estaba secando el pelo. Así que por eso no le había respondido.

— Te mandé muchos mensajes. — se excuso el castaño, moviendo de lado a lado su celular. — Llegaron visitas a mi casa — mintió. — Así que me escape.

— Oh! ¿Y Katsuki senpai? — ahí estaba, siempre al pendiente de su hermano, suspiró cansado tirando se en la cama de su amigo.

— Salió con sus amigos. Pero más importante, ¿Veamos algunas pelis? — Estaba siguiendo muy bien el repertorio. Izuku asintió, terminando de secar su pelo.

A los pocos minutos bajaron, después de tres horas de una maratón de películas de Barbie, terminaron ayudando a Inko con la decoración. Después vieron una maratón del rey león, y se quedaron sin cosas para picar.

Eran las once y media de la noche, habia llegado la hora. — ¿Y si vamos a comprar algo? Cerca del parque hay un negocio abierto a esta hora.

— mmh...— dudó el pecoso, por ende recurrió a la mayor.