¿Cómo actuaba antes de ese día?
¿Era tan difícil disimular?A este paso se terminaría delatando, no podía evitar ponerse celoso al ver a Izuku con otro aunque sea para hacer estiramiento.
¿Era estúpido? Sí, lo era.
Aún más cuando al final quedaron en empezarse a conocer, y estaba bien, no le pondría una mano encima hasta que Izuku sea mayor de edad, pero esa decisión no evitaba sus celos.
— Bakugou ¿Estás bien? — le preguntó el profesor titular.
¿Podía decir que estaba bien cuando hace solo segundos estaba mirando intensamente a Haruki toquetear a Izuku por culpa de los estiramientos?
Suspiró y alejo su mirada al otro extremo, maldiciendo a su hermano por a ver elegido a Yumiko y no a Izuku, se hubiese evitado los celos.
— Estoy bien, solo..., estaba recordando viejos tiempos. — mintió.
— Oh, cierto, algunos profesores me comentaron de que eres ex alumno, ¿Qué se siente volver, pero como profesor?
Katsuki sonrió con nostalgia — Raro, tener que tratar a los que fueron tus profesores como colegas. Simplemente es un sentimiento extraño pero de alguna u otra manera es divertido a ver vuelto.
— Entiendo el sentimiento, mi práctica igual la hice en mi colegio, pero después me mudé a Tokyo buscando mejores oportunidades.
El cenizo estaba por responder cuando un alumno grito — ¡Sensei! ¿Cuánto más seguimos estirando?
— ¿Quieres seguir dando la clase? — Preguntó el profesor sin dejar de ver a sus alumnos, quienes ya estaban empezando a quejarse.
Katsuki asintió, de inmediato llamando la atención de los jóvenes.
— Hagan parejas, tendrán duelos de voleibol. — Bufo el ver a sus alumnos ansiosos por quedar con sus amigos. — Tienen dos minutos o yo elijo las parejas.
Cuando todos hicieron silencio volvió a decir — ¿Voluntario para acompañarme a buscar los balones?
— Bien, Izuku acompaña a Bakugou Sensei, mientras yo les explico a los demás que harán. — Ordenó al ver al peliverde con la mano alzada.
— Sensei, su cara puede llegar a ser muy expresiva. — Le dijo el peliverde al pasar a su lado, casi en un susurro solo para Katsuki. Sintió su cara arder en ese preciso momento, aclarando su voz antes de responder.
— ¿De quién es la culpa, pequeño? — Quizás iba demasiado cerca de su alumno, podría llegar a considerarse poco ético, pero Izuku no era ni sería el único alumno en acortar con el espacio personal.
Izuku no respondio a aquello, caminando en silencio hacia el almacén. Una vez dentro Katsuki lo acorraló contra un estante.
— A ti... — siseo — realmente te gusta verme celoso.
— Senpai celoso es algo nuevo para mí, no me prives de algo tan lindo. — Posó delicadamente una mano sobre la mejilla izquierda del cenizo, acercándose lentamente a darle un pequeño beso en la otra mejilla. — Busquemos los balones, será raro demorar.
— Bien... Solo, no abuses de ponerme celoso, pequeño, porque no sabes de lo que soy capaz de hacer con tal de que nadie te toque.
— Sensei es tan genial — Dijo alegremente, arrastrando el carro con balones más cerca de la puerta. — Espero sigas tus palabras, senpai. Porque ni yo sé de lo que soy capaz de hacer si me pongo celoso.
.
— Dos contra dos, tienen tres oportunidades. El equipo que deje caer el balón tres veces pierde. — Le explicó Bakugou al peliverde, quien había sido el único en no escuchar las instrucciones del otro profesor.
— Bien. — Fue lo único que dijo antes de acercarse a su compañero, Katsuki de inmediato mirando hacía otro lado. — No soy bueno en los deportes pido perdón de antemano.
— Yo tampoco soy muy bueno, no te preocupes. — Confesó Haruki, el mismo chico con el que había hecho los estiramientos.
— Eso no es muy alentador. No quisiera volver a ser golpeado por un balón.
Todo iba perfecto, los alumnos rápidos tomaron el ritmo de los partidos dos contra dos, hasta que llegó el turno de Haruki e Izuku.
— Maldita sea — soltó Katsuki al ver al peliverde caer muy fuerte al suelo luego de recibir la pelota con la cara. Se enojó a un más cuando escuchó a algunos reírse al respecto.
¿Qué era lo gracioso?
— HAGAN SILENCIO, TODOS A LAS BANCAS — Ni el profesor titular podía negar que no se había asustado con semejante grito cargado de rabia.
Katsuki se acercó rápidamente al menor, antes de llegar escuchando a haruki decir:
— Oh dios, sangre, Izuku está sangrando.
El cenizo lo alejó con poca delicadeza — Deja me a mí.
— ¡Niisan! — grito Kotaro al percatarse de lo que había pasado, solo después de a ver ganado contra el otro equipo. — ¿Qué pasó?
— Lo llevaré a la enfermería... Se desmayó — Susurro con pesar.
— Voy cont...
— No. Te quedas, no te saltaras clases, yo cuido de mi... De Izuku.
Katsuki suspiró, al salir del gimnasio bajo la vista de todos. Las risas de esos alumnos aún resonando en sus oídos.
Iba caminando lentamente para no causar más daño al pequeño cuerpo del peliverde, se sentía mal al notar lo poco que pesaba, y lo bajo que era, quizás 1.58 cm o menos.
Soltó una pequeña risa al pensar que no solo había una gran diferencia de edad, también de estatura.
— Permiso. — Al entrar a la enfermería notó que no había nadie, paso sin más, acostando a Izuku en la camilla, buscando todo lo necesario para curar sus heridas, y de paso intentar despertarlo. — Tengo unas ganas de darle unos buenos pelotazos a esos chicos.
— Eso sería poco profesional, sensei — Murmuró Izuku, sonriendo con dificultad, le dolía toda la cara.
— ¿Agua? — preguntó el cenizo.
— Por favor.
Tras acercarle un vaso con agua, le dijo — La próxima clase jugaremos "Quemados" todos ellos contra mí. Será mi venganza, dalo por hecho, pequeño.
— Perfectamente camuflado, bien pensado, sensei.
Izuku no quería moverse mucho, se estaba preguntando con que fuerza abismal había lanzado el balón para que le duela todo el cuerpo tras recibirlo con la cara, al parecer el golpe había sido fuerte, y tenía uno que otro raspón, a parte de la cara hinchada.
— Pareces un tomatito con la cara hinchada y roja. — comentó katsuki, quién seguía limpiando la herida que se formó en la ceja, y limpiando la sangre de la nariz y el labio.
— Solo di que me veo feo.
Katsuki alejo sus manos, el peliverde no entendía la expresión del mayor en ese momento. — ¿Me estás diciendo que mienta?, Joder lo siento pero para mí siempre serás el más hermoso.
— Eres imposible senpai — susurro, tapándose la cara con ambas manos tras la vergüenza, le costaría acostumbrarse, a ese lado del mayor.
— Maldita sea, tienes raspones en las manos.
— Deje de maldecir, sensei, es poco ético.
Katsuki con un notorio ceño fruncido soltó al aire — Que se jodan todos.
.
Me costó escribir este capítulo, pero aquí está 🫡
Al principio no me convenció mucho pero me terminó gustando 🫣
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Pesadilla, Sueño, Fantasía.
Fanfiction[COMPLETA/FINALIZADO] Izuku a pasado por mucho, así tomando decisiones de las que se podría arrepentir. Cómo alejarse de su mejor amigo y no ir más a su casa. Pero que más podía hacer si le gusta el hermano mayor de su mejor amigo. Quizás las cosas...