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— Siento que hace mucho que no entraba en tu habitación.

Había cambiado, su habitación daba una sensación diferente igual que el Kotaro de ahora, la última vez no se había dado el tiempo de ver todo el lugar.

Kotaro se sentó en su cama, solo viendo como Izuku se quedó de pie en la entrada. — Es que si a pasado mucho tiempo.

— ¿Qué pasa? — preguntó Izuku al notar como Kotaro lo veía desde la cama, caminó hasta el escritorio tomando asiento en la silla. — ¿Estudiamos?

— ¿Quieres algo para tomar? — Preguntó Kotaro, queriendo salir de su habitación.

Pero dos toques en su puerta lo interrumpieron a mitad de camino.

— Voy a entrar — se escuchó tras la puerta la voz de Katsuki. — Hey, los viejos saldrán, ¿Pedimos alg... Oh, lo siento pensé que estabas solo. Hola, pequeño.

— Ho'hola senpai.

— Bueno, ya que mi... — se arrepintió al notar como su hermano lo veía, y el pequeño sonrojo que tenía Izuku, lo puso nervioso. — ¿Interrumpí algo?

— No. Nada, solo íbamos a estudiar.

— Oh bien, pero igual deben comer. ¿Pequeño quieres comer algo?

— Yo... — Izuku no sabía que decir. — No sé, no se me ocurre nada.

El cenizo se afirmó en el marco de la puerta, viendo fijamente al peliverde. Pronto recordando algo.

— ¿Katsudon? Creo que hay lo necesario para prepararlo.

Izuku lo miro algo sorprendido. — ¿Lo vas a preparar tú?

Katsuki asintió. — ¿Senpai sabe cocinar? — Volvió a asentir. — Quiero comer el Katsudon de senpai.

— Te vas a enamorar, da lo por hecho — Bromeó el cenizo.

— ¿De que se va a enamorar? — Preguntó Kotaro, bastante serio.

— ¿De mi comida? — Y salió de la habitación, pronto solo escuchándose la risa de Izuku.

— Bien, estudiemos un poco. — Dijo al parar de reír. Sacando sus cuadernos, libros y lápiz.

— Zuzu, yo... Yo quiero preguntarte algo y espero que seas sincero.

— Me da un poco de miedo tu cara en este momento ¿Está todo bien?

Kotaro solo lo quedó viendo, no asintió pero tampoco negó. — Eso quiero preguntarte ¿Está todo bien? ¿Algo estuvo mal?

— Kota...

— Lo sé todo y lo único que quiero saber es ¿Por qué no me dijiste? ¿Por qué no confiaste en mi? ¿Acaso no somos mejores amigos?

— Kota...

— Suficiente de mentiras, Izuku.

El peliverde suspiró. Buscando valor para hablar sobre algo que nunca podría olvidar. — Antes de conocerte ya había sido víctima de bullying y tú fuiste como una salvación, Kotaro. Pero, pronto esa gente que te quería, me empezo a hacer daño de la peor manera, y no sé, tuve mucho miedo... No sé cómo explicarlo pero en ese momento lo único que pude pensar fue en alejarme de ti, por una parte no me harían daño pero por otra nada en tu entorno cambiaría. Por qué no me digas que no, pero si hubieses sabido te culparias. 

— Es que es mi culpa.

Izuku negó. — Nada de eso es tu culpa.

El castaño intento contradecirlo, pero no pudo. A la vez recordó que hace una semana su hermano les había dado una lección sobre las burlas.

Pesadilla, Sueño, Fantasía.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora