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[Este capítulo narra acontecimientos pasados]


























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La primera vez que lo vió, se sintió como un maldito pecador degenerado. Pero Izuku era el niño más lindo y tierno que había visto, nada que ver con su hermano todo feo y molestoso.

Aunque actuará como si no le importará su presencia en su casa casi todos los días, le hacía feliz solo verlo.

Hasta que empezó a notar ciertas cosas.

Siempre se ha preguntado, como un niño tan lindo, incapaz de matar a una mosca podía recibir tanto maltrato por unos mocosos sin cerebro, le molestaba aún más que su tonto hermano no se diera cuenta e hiciera algo al respecto.

Así que a escondidas, golpeaba a uno que otro chico. Pero era difícil, cuando los involucrados eran mujeres, no podía simplemente darles una golpiza, no se sentía correcto. Así que nunca pudo evitarlo del todo, y eso le hacía odiarse.

Lo otro que notó y le hizo sentir esperanzas fue darse cuenta de que a Izuku le gustaban los hombres, pero de alguna u otra manera se sentía mal verlo pasar por esos cuestionamientos solo, porque sabía que no le diría nada a Kotaro.

Sus esperanzas murieron cuando vio como Izuku veía a su hermano.

Y nuevamente supo que todo iría mal cuando Izuku dejo de ir a su casa.

Solo era el hermano mayor de Kotaro, no había motivos para acercarse y preguntar, o llamarle, aunque tanto le hubiese gustado hacerlo, ni su número tenía.

Pero un día, vio a su hermano llorar.

— Zuzu ya no me habla ¿Hice algo mal? Lo noto diferente y no se que hacer.

Sí, definitivamente todo estaba mal, ya no estar en el mismo establecimiento le dificultaba las cosas.

Así que un día después de la Universidad, decidió ir a dar una vuelta a escondidas, y lo vio.

Vio como era golpeado por esos chicos y estos siendo animados por unas chicas.

— Sí, así está bien. Kotaro Kun no puede estar cerca de algo tan feo.

Y lo entendió. Entendió porque Izuku se había alejado de su hermano, pero le dolió que en consecuencia también se aleje de él.

Así, poco a poco, fue tomando a cada uno de esos chicos y chicas, así hasta que nunca más le pongan las manos encima a su pequeño Izuku.

Ahora solo debía esperar, a qué su tonto hermano se vuelva a acercar, y así, poder ver a Izuku todos los días.

Pero nunca pensó escuchar algo así.

— Me..., me gusta, yo...

Pensó que nunca tendría oportunidad, pensó que Izuku aún gustaba de su hermano. Pensó tantas cosas pero aquí lo tenía, a Izuku a centímetros confesándose.

Joder, estaba muy feliz.

Odiaba no poder expresarlo con la cara.

— Izu... Pequeño ¿Lo dices en serio? Dime qué no es una broma.

— Me gus'ta katsuki senpai, me gusta muuuucho.

Sentía que en cualquier momento su corazón saldría de su pecho. Lo tomó de la cara dispuesto a besarlo, esos labios que tanto a añorado, con lo que tanto a soñado.

Aún es menor de edad y había tomado demás, su madre lo mataría.

— Pequeño haz tomado mucho...

Pesadilla, Sueño, Fantasía.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora