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"Malditas sean mis perfectas ideas"

Seok Matthew quería retroceder el tiempo hasta hace unos minutos.

"¿Por qué no pudiste solo pedir que te la chupara a ti también, estúpido idiota?"

Observó a Kim Jiwoong por el espejo retrovisor, el mayor miraba fijamente a la carretera, su rostro seguía serio y distante con una mueca de desagrado en su boca.

—Exagerado... —susurró fuera de la ventanilla.

— ¿Dijiste algo?

Jiwoong levantó una ceja. "¡Repítelo otra vez, mocoso!"

—Pregunté que donde están Gunwook...y Gyuvin.

—Cierto, me olvidé de ellos. Envíales un mensaje, que vuelvan a casa.— De su bolsillo, Jiwoong sacó su celular y lo lanzó a los muslos de Seok. —No te olvides de agradecerles y disculparte por tu comportamiento.

— ¿Qué comportamiento? Les di un descanso, ¿no?

— ¿Le llamas descanso tener que cuidarte de pervertidos y peleas en un bar? Antes de que Matthew respondiese, prosiguió. —Olvídalo. Haz lo que te dije. También diles que tienen un día libre.

Asintió y buscó entre los contactos de Kim Jiwoong, envió ambos mensajes, agregando una buena suerte al de Park Gunwook con varios pasos que debería seguir para que su noche (y posible día siguiente) fuese placentera.

—Realmente eres un buen jefe.

—Es el trabajo de un buen marido el resolver las dificultades de la esposa —dijo Jiwoong sin pensar.

El rostro de Matthew se volvió rojo cuando logró procesar esas palabras y miró a Jiwoong que trataba de calmar su leve sonrojo.

—Así que...te ves como un buen esposo, ¿ah? Lamento decirte que los buenos maridos no dejan a sus queridas esposas con las ganas.

Seok cruzó los brazos volviendo a mirar hacia afuera, ocultando una sonrisa satisfactoria.

—Las esposas no besan a sus maridos luego de que ellos...

No terminó la frase, volvió a centrarse en conducir e ignoró las provocaciones de Seok Matthew hasta que llegaron a la mansión.

Antes de que Matthew se bajase, Jiwoong lo agarró de la muñeca y tiró de él. Su rostro maquillado quedó a escasos centímetros del suyo. Con la punta de sus dedos rozó los lugares que había retocado.

— ¿Cuándo aprendiste a maquillarte? —preguntó mientras recorría las pestañas y mejillas. El joven suspiró ante este roce tan delicado, su corazón latiendo con fuerza.

—Te lo dije antes. No soy el hombre que conocías antes. —sostuvo la mano de Jiwoong y mantuvo el contacto mientras miraba al mayor —. Dime, ¿te gusta este nuevo Seok Matthew?

Sus latidos aumentaron y su respiración se volvió irregular. Kim se mantuvo en silencio observando los cambios fisiológicos del hombre y su corazón se ablandó un poco.

—Lo prefiero al anterior —dijo echando un vistazo a los labios entreabiertos de Matthew —. Mucho más.

Acarició con un dedo esos labios rosados que aún mantenían el color del labial, cuando Seok lamió la punta del dígito, Jiwoong no pudo evitar inclinarse y besarlo. Agarró su nuca con fuerza y atrajo el cuerpo del hombre hacia él. Introdujo la larga lengua en su boca y comenzó a juguetear con la de Matthew, provocando varios gemidos y sonidos húmedos.

Matthew agarró el cabello oscuro de Jiwoong y profundizó el beso lo más que pudo. Solo se detuvieron para tomar aire e inmediatamente después volvían al asalto. Cuando ambos quedaron satisfechos, el pelinegro abrió las puertas del auto y arrastró a Matthew hacia la mansión. El joven solo lo seguía en silencio pensando en lo que harían una vez llegasen a la habitación. Sonriendo, apretó la mano de Kim que lo guiaba y apresuró el paso.

The masochistic wife - MATTWOONGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora