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Habían pasado seis horas desde que Jiyeon se llevó a Matthew de compras. Ahora, frente a la mansión de Kim Jiwoong, la mujer se negaba a dejar ir a su yerno.

— ¿Estás seguro de que no quieres volver conmigo? Mi hijo aún no ha regresado de trabajar, estarás solo aquí.

—Estaré bien. Quiero esperarlo y enseñarle las cosas que compramos —dijo Matthew saliendo del auto. Un par de sirvientes bajaron a ayudarle con los bolsos ante la orden de Jiyeon.

—Bien. Pero no te olvides de tu querida suegra y ven a visitarme pronto.

Matthew asintió y vio el auto partir. Gunwook y Gyuvin fueron a su encuentro y lo ayudaron a llevar sus cosas al interior de la mansión. Observó la actitud de los dos hombres entre sí, pero no notó ningún cambio, tal vez su mirada era demasiado indiscreta, pero Gyuvin se giró con su rostro inexpresivo y una sonrisa mecánica apareció en sus labios. Matthew no pudo evitar sentir un gélido viento recorrer su cuerpo.

"¿Quién ha abierto las ventanas?"

— ¿Sucede algo, Furen? No ha parado de observarnos en todo el camino.

— Oh, no. En lo absoluto. Solo me preguntaba qué tal pasaron sus cortas vacaciones —dijo mirando al nervioso Gunwook —. ¿Qué tal fue?

Gyuvin siguió la mirada de Matthew y sus ojos se mantuvieron fijos en Gunwook. Frunció el ceño al recordar cómo el hombre lo había dejado tirado esa noche.

— Me pregunto lo mismo, tal vez Park podría decirte —dijo notando la rigidez del cuerpo del aludido.

Sin esperar a que Matthew fuese a preguntarle, Gunwook apresuró el paso y dejó a ambos hombres atrás en cuestión de segundos. Gyuvin chasqueó la lengua.

"Huyendo como siempre, ya me encargaré de ti más tarde."

Cuando llegaron frente a la habitación de Kim y Seok, Gunwook ya había dejado las bolsas frente a la puerta y ahora no se encontraba a la vista.

— Él...

— No te preocupes, puedes llevar todos los bolsos por tu cuenta. Luego castigalo por mí —dijo Matthew guiñándole un ojo mientras entraba a su habitación. Gyuvin lo siguió y colocó cada bolsa en el suelo.

Matthew se despidió del hombre y se dispuso a revisar sus compras. Esta vez no compró ningún juguete. Ya había aprendido la lección. En cambio, cuando Jiyeon no miraba, decidió comprar lencería para usar cuando Jiwoong volviese. Esta constituía en unas bragas de encaje negro ceñido que aumentaba el tamaño de su trasero y dos correas que sostenían un par de medias negras semitransparentes que llegaban hasta la mitad de sus muslos.

Matthew se miró en el espejo luego de ponerse la ropa y le encantó su apariencia.

Acarició la tela sobre su cuerpo y rozó su pecho desnudo con una sonrisa radiante.

Esta noche haría que Kim Jiwoong se lo follara bien fuerte.

Escuchando varias voces fuera, se asomó a la puerta, encontrándose con Gunwook siendo arrastrado por Gyuvin. Ocultando su cuerpo detrás de la puerta, Matthew llamó al hombre más serio.

— Cuando mi esposo vuelva, avísame. Solo da dos toques sobre la puerta, ¿Entendido?

Gyuvin solo asintió con sospecha y se marchó al lado de Gunwook.

Matthew se volteó y comenzó a organizar las compras dentro del armario y tocador. Pronto fueron las 11 de la noche y Jiwoong regresó a la mansión. Cuando pasó por la galería que llevaba a su habitación, Gyuvin tocó dos veces sobre la madera y saludó a su jefe. Kim saludó con su mano, estaba muy cansado como para preguntar qué hizo Matthew en el día.

The masochistic wife - MATTWOONGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora