The masochistic wife - MATTWOONG

027

Tras ahuyentar a las dos familias de la mansión, Kim Jiwoong y Seok Matthew fueron a visitar a Gunwook al hospital. Al parecer, sería dado de alta dentro de dos días. Matthew corrió a abrazar al hombre encamado, pero Gyuvin le impidió el paso.

—Está herido.

"Eso mismo dije yo y sin embargo, hicieron ese tipo de cosas en el hospital. ¡Desvergonzado!"

Matthew no tuvo más remedio que darle un par de palmaditas en la cabeza a Gunwook y quedarse un tiempo hablando antes de ser arrastrado de vuelta al auto por Kim Jiwoong.

Observando los alrededores, se dio cuenta de que no se dirigían a la mansión.

Curioso, Matthew comenzó a preguntar:

— ¿A dónde vamos?

— He querido llevarte a este sitio desde hace un tiempo. Vamos a almorzar allí
—dijo Jiwoong con un ligero temblor en sus manos.

— ¿Está cerca?

Jiwoong señaló hacia un edificio a la distancia. Matthew observó la enorme arquitectura con ojos muy abiertos. Parecía haber sido construido completamente de cristal. Inclinando su cabeza para verlo mejor, apuntó hacia el extremo superior y miró a Jiwoong.

— ¿Qué tan alto es?

— Cien pisos.

La boca de Matthew se abrió en una expresión desconcertada. ¡Era gigantesco!

— ¿Tienes miedo a las alturas?

Los nervios de Kim aumentaron. ¿Había elegido mal el sitio?

— ¡No, no! De hecho, me encantan. Me habría gustado apreciar más el panorama en el hotel Jin Ying.

— A mí me pareció que disfrutaste mucho de las vistas —bromeó Jiwoong, intentando calmar su nerviosismo.

— ¿Esta vez también disfrutaré de ellas? —preguntó Matthew lanzándole una mirada coqueta. El mayoe se aclaró la garganta y aparcó el auto.

— Ya estamos aquí —dijo quitándose el cinturón y saliendo del coche con rapidez.

Matthew siguió al hombre hacia la entrada donde la recepcionista les mostró el camino hacia la terraza.

La perspectiva era maravillosa. El viento azotaba su rostro y despeinaba sus cabellos, pero no le importó en lo absoluto. Podía ver toda la Ciudad Y desde allí. Observó el puerto a su izquierda y la metrópolis a su derecha.

—Por aquí por favor.

Un camarero se acercó hacia ellos y los llevó a mejor mesa del lugar donde la vista mejoró con creces. Los ojos de Matthew brillaron encantados.

— ¿Te gusta?

— ¡Me encanta!

Jiwoong sonrió e hizo un gesto hacia el camarero para que comenzara a llevar la comida.

Una vez el ensimismamiento de Seok Matthew disminuyó, observó a su alrededor.

— ¿Por qué no hay nadie más aquí? —preguntó y giró a ver a Jiwoong. El hombre observó la superficie de la mesa tratando de que Matthew no notase el estado agitado en el que se encontraba.

— Lo alquilé. No quiero que nos molesten.

El camarero regresó con una botella de champán, lo sirvió en las copas con profesionalidad y se marchó con la misma. Jiwoong bebió del contenido de su copa de un solo trago. Suspirando, agarró la mano de Matthew y apretó la pequeña caja de su bolsillo.