6. Él si...

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Atenea's POV

Estaba haciendo las fotografías para la colección, faltaban ya una semana para la presentación del proyecto.

El instituto ponía a una serie de modelos para que modelaran los diseños tanto en él día de la presentación como en las fotografías, al igual que a los estilistas que iban a peinar y maquillar a las chicas, cosa que sin duda era de gran ayuda.

Les iba explicando cómo quería los maquillajes, que no fueran tan cargados porque lógicamente lo que debía llamar la atención era la ropa.

Al estar todas listas les entregué a cada una de las modelos su outfit.

Mientras se cambiaban me tomé el tiempo de hablar con el fotógrafo y darle las pautas de lo que quería plasmar... Le hablé del nombre de la colección y de lo que para mí representaba, entendió todo, y sin duda tenía grandes ideas para las fotos.

Al estar todas cambiadas comenzamos con las fotos, primero las individuales y después la de grupo.

Sin duda las que más me gustaron fueron las del traje grafiteado, porque además de ser la pieza principal de la colección, la modelo puso todo su empeño para que las fotos fueran sencillamente espectaculares.

Al terminar las fotos de las modelos solas debía unirme a tomarme unas con ellas, por lo que me maquillaron rápidamente y me hicieron ondas en el cabello, me cambié tomando un vestido blanco que había diseñado con poco tiempo, pero me había encantado, poniéndome unos tacos beige y unos aretes plateados.

Salí y me posicioné en el medio de las modelos nos indicaron como debíamos posar y tomaron una serie de fotos.

Al final terminé agradeciéndoles a cada una de ellas y me fui.

Entre más se acercaban los días a la presentación más nerviosa estaba, tenía pesadillas de que todo salía mal, que a las modelos se le rompían los tacones o que los vestidos aparecían manchados, algunos que los profesores decían que era la peor presentación que habían visto.

Eso solo me generaba taquicardia, ganas de llorar, sudar frío...

Pero sabía que no tenía otra opción que seguir adelante y... Eran normales los nervios.





Al llegar a casa saludé a Andrea y fui directo a mí estudio, estaba armando el sketchbook, buscaba que hasta ello tuviese el estilo propio de libertad, por lo que también pinté con grafiti la carpeta donde iban a ir los diseños, y los estaba ordenando por el orden en que debían salir las modelos.

En un momento llevé la mirada a donde Pablo y yo estuvimos a punto de besarnos y suspiré.

Aún nuestra comunicación desde ese día era nula, había visto al resto de los chicos, salido con ellos, hablado y todo perfecto, pero con él desde ese día no nos hemos visto.

Yo solo le he escrito para enviarle la foto de lo que las tías me habían entregado, él no me habia escrito para nada, está distante, no sé qué le pasa, y tampoco que me pasa a mí, he soñado con él, otra de las causas de mi estrés, sueños lindos que me dejaban con pánico, no quería enamorarme de mi mejor amigo.

Sin embargo entiendo que uno no elige a quién amar... Y si me enamoro no es mi culpa... Nadie es culpable de enamorarse... Pero, me causaba terror el pensar que todo fue algo llevado por las copas de vino que nos habíamos tomado, aunque ni fueron tantas, 4 copas como máximo, me estresa pensar que fue algo del momento, porqué aunque yo sé que yo no beso a alguien por cosas del momento...

Él si...

Y eso me generaba pánico, no sabía si era esa una de las razones por las que estaba distante...





Afrodita | Pablo GaviDonde viven las historias. Descúbrelo ahora