9. Mi Puta Final de la Champions

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The Author's POV

La comida pasaba de forma tranquila, hablaban entre todos, claro que eran pocas las interacciones directas entre Pablo y Atenea quién a diferencia de cada vez que iban a algún restaurante y se sentaban juntos, esta vez estaban sentados en lados diferentes, Atenea entre Baldr y Ansu con quien se susurraba cosas y reía.

Pablo se encontraba al lado de Pedri, quién era el único de sus amigos que sabía que por poco casi se besan y también como se había comportado Pablo de distante después, por lo que entendía la frialdad de Atenea al verlo y también el tic nervioso causado por el estrés que hacía que moviera constantemente la pierna que tenía Pablo y él cuál era ocasionado por la indiferencia de su amiga.

Mientras todos escuchaban una divertida historia del padre de Atenea, Pablo cogió su móvil y abrió su WhatsApp para escribirle a Atenea:

Pablo

Veámonos en los Bunkers a las 7:00

Atenea vió como llegó el mensaje de Pablo a su móvil, lo tomó por unos cortos segundos y le respondió:

Afrodita 🌸

Vale 👍

Volvió a dejar el móvil en la mesa.





– Voy a salir – Avisó a sus padres.

– ¿A dónde vas hija? –

– Voy a verme con Pablo un momento –

– ¿No necesitas que te llevemos? – Se acercó Papá.

– No... Tranquilo, ya pedí un Uber –

– Pues bien... Pero mandas tú ubicación –

– Si papá –

Me acerqué a darle un abrazo a mamá y después de darle un beso en la mejilla a mi padre salí.

Afuera me encontré a mi Uber, que apenas subí al coche, comenzó a conducir a los famosos bunkers de Barcelona.

Cuándo llegué me bajé del coche y comencé a caminar buscando a Pablo, en el momento en que lo ví a lo lejos fui hacia él.

– Hola – Saludé al llegar a su lado.

Giro a verme – Hola –

– Pues comienza a hablar... –

– Ah... Quiero pedirte perdón porque he estado estás semanas muy distante... Después de que casi nos besamos, es que... No sé qué pasó por mi cabeza para casi besarte y... No lo sé... Desde semanas antes había algo raro ocurriendo en mí –

Lo miré extrañada – ¿Que estaba pasando raro en ti? –

– Él día de la firma del contrato... ¿Recuerdas que algo me sorprendió? – Asentí – Pues lo que había pasado era que... Te había visto, te veías guapísima y... Llegó a mi cabeza una imagen, era la ceremonia del Golden Boy... Y tú estabas a mí lado y en el momento de anunciar el ganador decían mi nombre, y pues girábamos a vernos el uno al otro, y cuándo unimos miradas yo... Te besaba, pero no un beso corto, era un beso... Joder! Ni siquiera sé cómo explicarlo y... Ese pensamiento me persiguió hasta que casi nos besamos, y después el recuerdo de ese momento me comenzó a perseguir –

– Yo he soñado contigo... – Le confesé y fue ahora él quién me miró extrañado – Amm...Éramos tú y yo en un futuro juntos... También sueños de lo que había pasado después del beso... Pero hay algo que aún no sé... ¿Tuviste algún sentimiento por el que me dejaste de hablar? O sea no sé si me estás entendiendo pero... Nervios, Miedo o solo ganas de no verme porque no sabías y te sentías raro –

– Miedo... Sin duda, porque no sé si me estoy enamorando de ti, no sé si ya estoy enamorado de ti y... Hablé con Pedri sobre esto... Sabes que es un buen consejero – Asentí – Y ni se sorprendió de que casi nos besáramos porque él siempre creyó que podría estar enamorado de ti, y lo pensé y las razones que dijo podrían ser indicios de que si y... Yo no sé... Además me da miedo que la primera vez que me enamore de alguien sea justamente de la tía que más quiero y a la única que nunca quiero hacerle daño... Y si te hiciera daño no me lo perdonaría –

Suspiré, quería hacerle sentir que no debía tener miedo y quedé pensativa buscando una idea.

Cuando la encontré empecé a hablar:

– Aún no sabemos que queremos y capaz estemos hasta confundidos pero si no es así... Piensa esto, ¿antes de un partido tienes miedo de lesionarte y que esa lesión pueda acabar con tú carrera? –

– Claro!... Tengo miedo de tener una lesión que no me permita jugar más... Pero cuando entro al partido trato de olvidarme de ello –

– Exactamente... Tratas de olvidarte de ello y solamente buscas ir y ganar por y para el Barça – Asintió – Entonces piensa que yo soy tú equipo, que si llegamos a tener una relación ese será el partido, que el balón es las oportunidades de hacerme o no hacerme daño, que el equipo contrario es el acabar la relación y que si haces goles es que estás haciendo las cosas bien y que si permites que entre el balón a tú portería es el que me estás haciendo daño, pero siempre hay la oportunidad de remontar porque no hay 90 minutos ni los 120 de la prórroga, hay las 24 horas del día, los 7 días de la semana, los 30 del mes y hasta los 365 días del año, porque... El amor todo lo puede y todo lo espera –

Sonrió y giró su cabeza para verme – Pues... Oyéndolo así no me da tanto miedo –

– Excelente... Ahora solo tenemos que descubrir si de verdad sentimos algo por el otro, pero son pequeñeces – Le resté importancia con gracia.

El rió – ¿Y cómo lo podemos descubrir?–

– Bésame –

Rió – Estoy hablando en serio Afrodita –

– Y yo también –

Me miró a los ojos con una sonrisa y después bajo su vista a mis labios, yo la llevé a los suyos, comenzamos a acercarnos el uno al otro y en el momento en que nuestros labios se unieron... Todo se aclaró dentro de mí.

Nos besamos hasta que el aire nos comenzó a faltar en los pulmones, cuándo nos separamos dejamos nuestras frentes unidas y todo alrededor se sentía en silencio, hasta que Pablo habló:

– Dime qué sentiste lo mismo que yo... –

– Pues... Si sentiste un remolino de emociones pero también muchísima paz creo que estamos en la misma sintonía – Susurré.

– Entonces creo que lo que sea que tengamos después de esto será mi puta final de la champions –

– Y eso me gusta... – Lo volví a besar.

Afrodita | Pablo GaviDonde viven las historias. Descúbrelo ahora