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Aiko se encontraba sentada en el borde de la ventana de su habitación, miraba, desde la altura del segundo piso, las estrellas y la luna. ━━Bah... El cielo nocturno se veía mejor desde la finca de mi mami.━━ Suspiró profundamente y miró disimuladamente hacia su izquierda, lugar donde se lograba ver la ventana de la habitación vecina, una habitación de huéspedes en la cual ahora mismo se alojaba su amigo pelirrojo. ━━Ay... Carajo...━━ Cubrió su rostro con sus manos y dejó salir un gruñido nervioso mientras se dejaba caer hacia atrás, dejando su cuerpo golpear el suelo y sus piernas desnudas aún colgando por la ventana, el dolor no la molestó, y tampoco se fijó mucho en el ruido que hizo al caer, en su mente solo estaba Munseong, por la incomoda instancia en la que se encontraba por la culpa. Incluso en los recovecos más aislados de su mente estaba impregnada la culpa que le dió ver esa mirada cansada en Munseong, estaba agotado y a Aiko le perturba el sueño pensar que estaba agotado de preocuparse y de cuidarla.

━━¿Y a ese cabrón quien le pidió que me cuidara?━━ Murmuró para si misma mientras bajaba despacio sus pies descalzos del borde de la ventana y los posaba sobre el suelo. ━━No le debo nada.━━ Murmuró para si misma mientras desordenaba su cabello. ━━¿Quien se lo pidió? No le debo nada.

Eran balbuceos que soltaba entre dientes, rodeada por el frío que entraba por su ventana y la penumbra que era únicamente iluminada por la luz de la luna llena. Su piel de gallina era indicio del gélido ambiente, más no se inmutó por ello, su semblante enojado no era por la incomodidad del frío, era por el malestar de la culpa, la culpa y la responsabilidad.

Aiko es culpable de muchas cosas, pero no siente responsabilidad por ninguna, hasta que se vio en esta situación y le costó pillar sueño.

Tal vez, si la causa de su consternación no estuviese durmiendo en la habitación de al lado, Aiko podría conciliar un poco de sueño. ━━¿Porque se me ocurrió invitarlo a dormir? Ni que fuéramos a hacer una jodida pijamada...━━ giró en el suelo mientras tiraba de su cabello y se quejaba en voz alta. ━━Da igual, no le debo nada, pero aún si le debía algo ya se lo pagué dejándole dormir en mi casa...

Continúo rodando hasta llegar a la puerta de su habitación. ━━Es una cama King, estoy segura que se la está pasando de puta madre.━━ Murmuró mientras se levantaba y caminaba hasta su cama para dejarse caer de cara, aún con su voz opacada por la sábanas, continúo quejándose. ━━Y la ducha tiene hidromasaje... Voy a hacer que se duche en la mañana, entonces, si es que acaso le debía algo, ya no le deberé nada.

Presionó su cabeza con fuerza, estrujando su rostro y pataleando con fuerza. ━━¡Agh, Carajo!━━ y continúo con su rabieta hasta que el color subió su cara y su cabeza comenzó a doler por la fuerza con la que la presionaba. Una vez se calmó dejó caer sus brazos a sus costados y exhaló con fuerza. ━━Soy una horrible persona.━━ Dijo finalmente mientras cerraba los ojos con fuerza.

Se mantuvo en silencio mirando el techo de su habitación, soltando suspiros con frecuencia, simultáneamente su mente recapitula todo suceso de aquella noche, dejando por una instancia de pensar en Munseong y comenzando a recordar a Hyeonsu.

Recordó las paredes en las que dibujaron garabatos, recordó como recorrieron casi toda su ciudad con tal de encontrar una casa abandonada que explorar, recordó cuando entraron, cuando exploraron... Recordó también cuando se besaron en el mesón de la supuesta oficina, y recordó sus manos y sus susurros, su aliento entre su cuello y sus dedos ansiosos por tocarla más allá de lo que debido.

━━Mierda... Ahora me puse caliente... ¡Gaaahhh! ¿Me responderá si le escribo? ¿Y que mierda hago si me responde? Puta madre Aiko, no cedas a la calentura... Menos con Munseong en la habitación de al lado, que indecencia...

De pronto, se levantó, quedando de rodillas sobre su cama con los ojos muy abiertos. ━━Ay... Ya se cómo devolverle el favor a Mun... ¡No, no! ¿En qué estoy pensando? Es Munseong, apenas y si sabe cómo dar un abrazo apropiadamente... ━━ Suspiró mientras dejaba caer su peso hacia un lado, cayendo nuevamente sobre su cama.

"Pero de solo imaginarme, el tan patético y nervioso, sin saber dónde poner sus manos y avergonzado hasta por mirarme..." Pequeñas risitas abandonaban sus labios mientras metía una mano entre sus muslos y simultáneamente los presionaba con fuerza, cruzando las piernas y sonriendo con ilusión. La calentura se le bajó de golpe, por segunda vez esa noche, en cuanto vio la luz empezar a entrar por su ventana.

Esta amaneciendo.

Malas influencias ━━ Hit ViralDonde viven las historias. Descúbrelo ahora