Malas influencias ━━ Hit Viral

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-¡¿Que?!- Gritaron Hyeonsu y Aiko al mismo tiempo. -¡Pero en el folleto lo decía bastardo mentiroso!- se quejó Hyeonsu metiendo sus manos en los bolsillos y alzando la barbilla de manera altanera.

-Tengo uno en el bolsillo, deja lo busco.- antes de que Aiko pudiese hurgar en su bolsillo el tatuador la detuvo.

-No estoy diciendo que la oferta no exista, estoy diciendo que no son 2 tatuajes al precio de uno, digo, si lo son pero por persona, tatuo a dos personas al precio de una.- ambos soltaron un prolongado "aahh" entendiendo la situación. unos segundos después y se miraron fijamente, Aiko fue la primera en reaccionar, lo tomó del brazo enroscado el suyo con el de él y sin importarle mucho lo poco que llevan conociéndose se apegó a el como si estuviera evitando que se fuera.

-¡Tatuanos a ambos!- ni siquiera se fijó si la idea le parecía correcta a su amigo ahí presente, pero supuso que no porque no rechistó ni intentó alejarla. Estuvo más convencida cuando lo escuchó hablar.

-Claro, yo invito.- giró su cabeza y le sonrió agradecida mientras por dentro saltaba victoriosa. -Pero yo voy primero presiosa.-

-Una cosa más, son dos tatuajes del mismo tamaño, si uno se va a hacer un tatuaje grande, el acompañante tiene que hacerce uno grande también para que la oferta sea válida, es igual con los pequeños.- ambos asintieron y luego se miraron.

-Yo estoy bien con cualquier cosa, tu dale con confianza.- le susurró Aiko finalmente soltando su brazo, Hyeonsu sintió un escalofrío al escucharla susurrar y más al sentir sus manos deslizarse por su brazo, definitivamente la voz de la chica era mucho mejor susurrando.

-por cierto, tu no eres de por aquí ¿Verdad? Lo digo por tu nombre, no se oye muy coreano.- preguntó alzando una ceja y mirándola de reojo luchando para no dirigir la mirada a sus pechos que al usar una camisa de escote redondo y al tener una perspectiva desde arriba, le era fácil desviar su mirada, intentó no hacer eso incómodo y solo se dedicó a mirar el camino.

-hum, nope, es japonés, mi mamá solía tener el mismo nombre.- se sintió nervioso al escucharla hablar en pasado sobre su madre, decidió no decir nada al respecto, no había confianza suficiente para preguntar y un pésame solo lo haría ver como un cinico de mierda, lo era pero la chica es guapa, no quería cagarla o al menos no por ahora. Además, ella lucía muy calmada hablando al respecto, supuso que no era de las que le ponían mucho dramatismo a las cosas.

Ambos salieron del lugar de tatuajes con los brazos izquierdos envueltos en film de plástico, debido a una charla junto con un par de botellas de soju que el tatuador les regaló la confianza había surgido y ahora caminaban con los brazos enlazados. (Nota de la autora: no hagan esto, si son desconocidos no agarren tanta confianza para beber con ellos xd) ciertamente Aiko tomó sus precauciones solo tomando un par de sorbitos de la botella para pasar un momento más cómodo, continuaron caminado hasta llegar a la calle donde se tendrían que separar. -Te puedo ir a dejar a tu casa si quieres.- propuso el viendo cómo la pelinegra comenzaba a despedirse. -o al menos llevarte hasta que estés más lejos de los suburbios, estos lugares son peligrosos, gente como yo sé pasea por aquí.- se señaló con altanería, supuestamente mostrando que el también podía ser agresivo, violento y ciertamente peligroso, casi presumiendo aquellas cualidades, Aiko era bastante conciente de que si el tipo se lo proponía podría acabarla ahí mismo.

-Rawr, cálmate tigre.- Soltó una carcajada. Hyeonsu sé sintió enrojecer por la reacción de la chica a su lado. -Mi papá viene en camino, así que tranqui. Puedes acompañarme hasta que me lo encuentre.- dijo comenzando a caminar por delante de Hyeonsu balanceando los brazos, el la miró caminar un rato antes de seguirla a paso apresurado para alcanzarla finalmente, viendo que ella no tenía intenciones de volver a tomarlo por el brazo solo metió sus manos a los bolsillos. "Bah, yo si quería." Pensó el.

Tan solo 2 calles más allá se toparon con un Camaro negro con rayas aún más negras que frenó a su lado, al tener las ventanas polarizadas ninguno de los dos vio el interior aunque Aiko supo enseguida que era su papá. -Hasta aquí llegué, ojalá nos veamos otro día Hyeonsu.- se despidió con una sonrisa antes de subirse al auto.

-vaya, hombre... No sé si me encantaron más sus tetas o el auto en el que se fué.- habló al aire después de que el auto dobló en una esquina y desapareció de su campo de visión.

No me imagino a Hyeonsu del tipo romántico, el pibe es literalmente una red flag andante pero siento que se mantendría al margen cuando recién está conociendo a alguien.