El camino a casa ciertamente fue incómodo, silencioso.
Las calles estaban ligeramente húmedas, la bruma de madrugada empezaba a caer, eran alrededor de las tres de la madrugada y al parecer los únicos dos caminando a esa hora, el aspecto de el lugar era lúgubre, apenas iluminado por los faroles de la calle de luz cálida, que lejos de darle una vibra acogedora a la zona sólo le daba una impresión amarillenta que asimilaba escenas de películas de suspenso.
Munseong solo tenia encima el pantalón corto deportivo y una camiseta holgada sin mangas que usaba para dormir y en sus pies una sandalias incomodas, se jodia del frío. Aiko también, pero no tanto como el pelirrojo, unos leggings, zapatillas y la camiseta manga larga, encima de sus hombros reposaba una chaqueta de cuero que le pertenecía a su padre, o al hombre que ella llamaba padre, era grande, le llegaba poco más abajo de los glúteos y la cubría bien de el frío.
Las nubes de vapor emanaba de la boca de ambos, se mesclava con el aire y eventualmente con la suave neblina que empezaba a llenar las calles. Las pisadas y las respiraciones, además de sus propios latidos, eso es todo lo que escuchaban.
Aiko cerró los ojos con fuerza, hace muchísimo tiempo que no se sentía así, culpable, responsable.
━━¿Estás bien?━━
━━Yo debería preguntar eso.━━ Respondió casi de inmediato, por poco interrumpiendo a Aiko.
Probablemente solo era la paranoia de ella, ya que Mun siempre ha tenido ese tono dejado e impasible, pero por alguna razón esta vez aquello la golpeó un poco más fuerte que de costumbre, no quería pensar que genuinamente lo hizo enojar ya que le parecía poco probable, y tampoco quería pensar en lo mucho que parecía afectarle lo que el pensara de ella.
━━Estoy bien.━━
━━¿Está todo bien con tu padre?━━ No estaba acostumbrado a ser invasivo, a preguntar e intrometerse en los asuntos de los demás, pero estaba preocupado y quería saber.
━━Tuvimos un... pequeño mal entendido.━━ No quería admitir la verdadera razón, fue una rabieta, un berrinche infantil e innecesario que terminó envolviendo y afectando a más gente de la que debió.
━━El... ¿Te trató mal? ¿Te golpeó?━━ Giró su cabeza y lo miró con consternación deteniendo su andar por un par de segundos. El ni si quiera la estaba mirando, solo tenía su vista fija en el suelo mientras continuaba caminando con las manos en los bolsillos.
Se sentía tan culpable, Munseong ni si quiera pensó en que tal vez era solo Aiko siendo estúpida e irresponsable, el simplemente se puso de su lado y supuso que era Aiko siendo una víctima.
Pero Aiko prefería evadir la verdad antes que arruinar la buena imagen que el pelirrojo tiene de ella, así que solo se acercó a él y enredó sus brazos comenzado a caminar a su lado. ━━No quiero hablar de eso ahora Mun, solo llévame a mi casa.━━
En cuanto llegaron vieron al señor Tomeo estacionar el excéntrico auto en el garaje, detrás de el el portón eléctrico cerrándose, Aiko mordió su labio inferior y apretó los puños, no quería enfrentar esa situación engorrosa.
Munseung notó su incomodidad y, aún creyendo que la situación delicada se debía a algo más, palmeó con cautela la espalda de ella. Aiko no tenía que mirarlo para saber que el tenía los ojos clavados en el cielo, el piso o cualquier otro lugar que no sea ella.
Alzó la mirada y allí estaba el, de brazos cruzados y mirando con consternación a la muchacha pelinerga. El caminó hacia ellos y ellos se quedaron en el lugar, viéndolo avanzar a paso firme, casi enojado. Pronto la represalia le cayó a Aiko y el sermón de Tomeo no se hizo esperar.
Entonces Munseong se sintió fuera de lugar e intentó irse, pero ambos, Tomeo y Aiko, insistieron en que se quedara, que era demasiado temprano como para continuar vagando y entre los dos convencieron a Munseong de ir dentro de la casa, aunque el dijo que solo iría al baño. Allí fue donde Aiko se dio cuenta, no antes por la tenue iluminación de las calles. Allí Aiko se percató de las ojeras de Munseong, sus ojos rojos y sus párpados ligeramente hinchados, sus nudillos enrojecidos y el raspón en su mejilla que probablemente consiguió en su pelea con Hyeonsu. La culpa creció.
Aiko solo pudo aferrarse a su orgullo y no decir nada, ni si quiera una disculpa, ni si quiera mostrar remordimiento. ━━¿Ves lo que provocas?━━ Dijo en voz baja, pero enojada, el señor Tomeo. ━━Tienes gente amable alrededor tuyo, gente que se preocupa por ti y tu las pones en estas situaciones.
Munseong estaba en el baño, asi que podrian discutir adecuadamente mientras sea en voz baja. ━━Perdón...
━━A mi no Noa-
Tropezó en sus propias palabras, inmediatamente volvió a hablar ignorando el error.
━━Aiko. A mi no, a Munseong, estuvo buscándote toda la noche.
Aiko tuvo que ignorar la mención de su nombre y sorprenderse por algo más, Munseong no se la encontró por azares del destino, no porque haya estado caminando por ahí, el estaba despierto de noche únicamente para buscarla. ━━¿Qué?
Mun salió del baño, ambos se callaron y miraron al pelirrojo expectantes. El, al sentirse demasiado observado se rascó la oreja con nerviosismo, repentinamente empezaba a picarle ¿Estaban hablando de el?
━━Eh... debo irme a casa.
━━Te iré a dejar.━━ Tomeo sacó las llaves del vehiculo desde su bolsillo y se encaminó a la salida, Munseong se quedó en su lugar mirando a Aiko, ella solo mantuvo su cabeza agachada, mordiendo su labio inferior con la fuerza suficiente como para romper la carne. A veces olvidaba que podía llegar a importarle a la gente, a veces no creía que alguien genuinamente se interese por su bien estar y aquello la lleva a descuidar vínculos sin saber lo importantes que son.
━━Mun... ¿Hay alguien esperándote en tu casa?
Tomeo creyó que sería una disculpa, pero inmediatamente entendió hacia donde iría la pregunta, frente a la mirada interrogante de la chica el asintió, dándole permiso de continuar con la propuesta.
━━No.
━━Quédate a dormir entonces.
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Malas influencias ━━ Hit Viral
Fiksi PenggemarHyeonsu/ Yeon/ Munseong x OC‼️ ━━━━━━━━━★ De todos los lugares en el mundo, Aiko nunca pensó encontrar a su primer crush en la comisaría esperando junto a ella a por que tomen su caso. Ciertamente ninguno de los dos eran una buena influencia para e...