Capítulo 30

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Samanta

Sentí la brocha pasando por mi párpado suavemente y cuando se alejó abrí mis ojos encontrándome con mi madre.

-Vuelve a cerrarlos, por favor. Falta un poco -asentí y obedecí. Enseguida volvió a maquillar y me sentía bien por su ayuda.

Hoy era el matrimonio de una de mis primas y solo teníamos veinte minutos para irnos y llegar a tiempo para la boda.

Estaba a una hora de aquí, y habían alquilado una gran parte de un hotel para celebrarla. Tenía muchas ganas de ir, pero extrañaria mucho a Harry. La boda comenzaba hoy pero terminaba en tres días, si, algo excesivo, pero querían que todos sus seres queridos pudieran compartir por más tiempo que solo lo que durara la fiesta.

-Bien, ahora ábrelos -volví a obeder y una sonrisa adornaba el rostro de mi madre. -¡Te vez tan hermosa! -chilló emocionada y no pude evitar reír.

-Gracias a ti -me giré para verme en el espejo y Sonreí al ver mi imagen, mamá sabía exactamente que color elegir.

Tenía un hermoso vestido color crema, y aunque fuera muy simple, me sentía muy cómoda, y eso era lo importante. El maquillaje que mi madre había hecho para mí era muy suave, y mis cabello caía suelto con suaves ondas.

Me miré por un momento y decidí tomar algunos mechones y con pinzas acomodarlo hacia atrás. Sonreí encantada cuando me gustó el resultado y mamá asintió.

-Perfecta.

-¿No crees que es anticuado?

-Claro que no, vístete como te sientas cómoda. Te vez muy tierna. ¿Te molestan los lentes de contacto? -preguntó preocupada.

-Un poco -admití. No me gustaba usarlos, pero pensé que el día de hoy sería buena idea para no arruinar el maquillaje.

-Cariño...

-Llevo mis lentes normales por si la molestia es mucha.

-Bien, ahora vamos que se nos hace tarde. Las maletas ya están en el auto.

Asentí y tomé mi pequeño bolso de mano donde tenia mi celular y mis lentes.

Bajamos las escaleras y ahí estaba mi padre. En cuanto nos vio abrió los ojos impresionado y una sonrisa suave llegó a sus labios.

-Hermosas -elogió y sentí un nudo en mi garganta, aún las cosas no andaban muy bien con él, pero no podía evitar sentirme mal por la distancia.

-Gracias -hablé suavemente y me miró. Se acercó a mi y me abrazó. Hice un gran esfuerzo tratando de contener las lágrimas y besó mi frente.

-Mi hermosa hija -lo abracé con fuerza -odio esto que está pasando entre nosotros.

-Solo tienes que darle una oportunidad, por favor. Hablemos -rogué con la voz entrecortada y suspiró.

-No hay nada que hablar, cariño. -solté un suspiro tembloroso y me separé de sus brazos.

-Pero...

-Ya está todo dicho. -lo miré sin saber que decir y tomó mi mentón para limpiar una lagrima que se había escapado -bueno, quizás hay algo -lo miré esperanzada -solo que no quiero que lleguen tarde, les daré solo cinco minutos para que nos sigan.

Lo miré sin entender de lo que hablaba.

-¿Qué? -pregunté confundida y me hizo una seña.

Me giré confundida y jadee sorprendida cuando vi a Harry parado junto a mi madre. Estaba vestido con un traje formal negro y sin sus piercings.

A escondidas [Harry Styles]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora