A escondidas [Harry Styles]

Capítulo 20

Advertencia: Capítulo con explícito contenido sexual.

Miré con la boca abierta a Sam mientras recorría su cuerpo de arriba a abajo.

-¿Sam? -mierda, estaba cambiada.

Su cabello ya no estaba largo, no, ahora estaba cortado hasta la altura de sus hombros y estaba más oscuro que antes, lo que la hacía ver jodidamente hermosa con su piel blanca. Mi chica siempre a sido hermosa, pero querido Dios...

-Harry -salí de mi embrujo cuando se lanzó a mis brazos y enseguida cerré mis brazos a su alrededor para evitar que se cayera.

-Sam -la apreté lo más que pude a mi cuerpo y apartó la cara de mi pecho para mirarme -bebé... -murmure y enseguida tomé sus labios contra los míos.

Ambos soltamos un gemido en cuanto nuestros labios se juntaron y con una mano apreté su trasero y con la otra tomé parte del cabello de su nuca para apretarlo más contra mis labios.

-No sabes cuanto te extrañe -jadee entre los besos que nos dábamos.

-Yo también, no pude esperar más para venir a verte -jadeo contra mis labios y enseguida la tomé más firme para que no se cayera y caminé hacia donde estaba el botón de la puerta para apretarlo y hacer que volviera a bajar hasta dejarnos encerrados dentro.

-Creí que llegarías mañana -hablé contra sus labios mientras la apoyaba contra la pared y sonrió.

-Tuvimos que volver antes, así que llamé a Zayn y le pregunté por ti, quería que fuera una sorpresa... ¿Te gustó?

-Me encantó -tomé su cara entre mis manos y sonreí. -te vez tan hermosa.

-No sabía si te gustaría, lo hice hoy, antes de viajar.

-No me tiene que gustar a mi, si no a ti. Pero tengo que admitir que te vez muy hermosa.

-Gracias -mordisqueo su labio inferior y enseguida llevé mis labios allí para succionarlo -Harry...

-Mi bebé, no sabes cuanto me alegro de verte -aparté mis manos de su cara para acariciar su cuerpo y enseguida me detuve al darme cuenta de lo que había hecho.

Había limpiado mis manos, pero aún así tenían grasa, por lo que dejé algunas manchas en su cara y en su ropa.

-Mierda, lo siento cariño... -traté de alejarme pero ella solo me rodeó el cuello con sus brazos y me apretó a su cuerpo.

-No seas tonto, no me importa. Solo quiero que me abraces, por favor.

-¿Segura? Es un vestido tan bonito... Y no quiero ensuciarte.

-No me importa nada, solo abrázame.

La abracé y solté un suspiro. Besé su frente y apoyé mi cabeza sobre la suya aspirando el delicioso aroma que desprendía. No pude evitar sentir un poco de vergüenza al ver mi estado y el de ella. Mientras que Sam estaba tan ordenada y limpia (sin contar por mis manchas de grasa en su cuerpo) yo estaba todo lleno de suciedad y sudor.

-Debería ir a lavarme -murmure sin querer soltarla y negó.

-Estás bien así.

-Creo que perdiste el olfato en ese viaje. -soltó una risita y levantó la cara para dejar un beso en mi cuello y esconder su cara ahí.

-Claro que no, amo como hueles.

-Sam...

-Es verdad -sonrió y miró alrededor. -nunca había estado en tu casa.

-Lo sé, me alegra tenerte aquí.

-¿Ése es tu auto? -a regañadientes la solté y corrió hacia el auto para verlo.