23.

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Yelena Pov.

Por la mañana mientras conducía hasta casa con Kate la notaba algo distraída. Se veía que tenía mucho en que pensar. Ella miraba atenta el paisaje, yo la veía a ella de reojo cuando podia. No quería que pensara en su madre y en la plática qué tendrían. En el poco tiempo que llevo conociendo a Eleanor puedo decir que es alguien muy grosero. Finge y pretende dar una buena impresión, pero nadie es testigo de lo que realmente pasa detrás de las paredes. Nadie excepto su familia y en especial Kate. Creo que esa señora debe tener la percepción de su realidad y la perfección alterada, y su intento desesperado por tener una vida ideal la hace imperfecta.

Traté de darle mi apoyo a Kate poniendo mi mano sobre la de ella. Por lo menos quiero que sepa que estoy con ella pase lo que pase. Y no pretendo dejarla sola en sus batallas.

Cuando llegamos a casa le deseé suerte. No quería dejarla entrar sola. Me encontraba tan preocupada por lo que su madre diría y es que me he dado cuenta que de las veces que Kate habla con su madre nada sale bien de ahí.

Caminé a casa e intenté concentrarme en mis cosas, sabiendo que Kate ya no es ninguna niña y puede solucionar sus problemas por su cuenta, sin embargo estaba inquieta. Un instinto protector seguía pulsando contra mi sien.

Miré por la ventana y observé la casa de los Bishop. Por fuera se veía tranquilo, nada extraño ni preocupante, pero seguía inquieta.

Muchas veces quise caminar hasta su puerta y tocar, o en una idea un poco más audaz de mi parte podría entrar como si nada y defender a mi pequeña niña. Pero no podría hacer eso. No tenía el valor ni la seguridad de que algo malo estuviera sucediendo.

Entre la lluvia de pensamientos que me atormentó por unos minutos llegué a la conclusión de que fuera lo que fuera que haya pasado ella merecía algo para sentirse relajada después, así que tomé mis llaves, salí de casa y me dirigí al supermercado para comprar un bote de helado que estoy segura le encantaría. Opte por ir caminando, realmente no tenía prisa, solo quería disfrutar del sol y un paseo por el pueblo. ¿Cuantas veces tenía la oportunidad de darme un descanso como este? Casi nunca. Así que tenía que aprovechar.

En el camino recibí una llamada de Natasha.

- Hey Nat. ¿Que pasa? -

- ¡Hola pulga! ¿ Como haz estado? ¿Que tal fue tu cita de anoche. - sonreí al imaginar la cara tonta que estoy segura ha puesto del otro lado del teléfono.

- Pues, para tu información, fue excelente. Probablemente una de las mejores citas que he tenido hace mucho tiempo. - acomodé mi cabello y seguí caminando.

- ¿Ósea que es algo que podría repetirse ?-

- Bueno, eso depende de si Kate está dispuesta a querer volver a salir en una cita conmigo. ¿Por qué lo preguntas? - algo estaba tramando - Espera... ¿De aquí a cuando te interesas mucho en mi vida amorosa?-

Escuché su risa tras el teléfono.

- Tal vez desde que alguien que no pienso mencionar rompió el corazón de mi hermanita favorita. -

- Soy tu única hermana, sonsa. -

- Duh. Por eso lo digo. Como sea, a lo que iba es que como sabrás casualmente yo salgo con la madre de los hijos que Kate enseña en su casa así que... lo platicamos entre ambas y si a ustedes les agradaba la idea podríamos tener una cita doble. -

Una cita doble. Sería agradable. Natasha, su novia, Kate, yo... creo que podría funcionar.

- No suena nada mal, aunque tendría que preguntarle a Kate primero. No se si ella quiera, y además necesito estar segura de que, en todo caso de que ella acepte, no dirás ningún dato vergonzoso de mi en algún momento. -

- Lena, me ofendes... Sabes perfectamente que lo haré. Es mi deber como hermana mayor. -

Rei.

- Si, claro. - estaba llegando al supermercado - Te llamo más tarde para decirte si Kate acepta o no ¿De acuerdo? Vine al súper por unas cosas. ¿Quieres que compre algo y te lo lleve a casa ya que estoy casi de paso? -

- Pues ya que lo mencionas, hace unos días se terminaron las toallas sanitarias. ¿podrías comprar algunas? Te las pago en casa. -

- Oh por Dios. ¿Sigues menstruando? ¿No eres demasiado vieja para eso? -

- Tarada, no tenemos tanta diferencia de edad.-

- Como tu digas vejestorio. Ya te las llevo. Te llamo en un rato. Hasta luego. -

- Hasta luego, pulga. -

Colgué la llamada.

Tomé un carrito y entré en el supermercado. Me pase primero por las cosas de farmacia para tomar las toallas y de paso unas mascarillas que había en oferta. Compré un nuevo jabón ya que se me estaba acabando y después dudé mucho en si agregar al carrito un tinte de cabello. Amaba mi cabello rubio, pero no se si seria buena idea un cambio.

Lo pensé demasiado que opté por no tomarlo.

Caminé hasta el área de vegetales y compré algunas cosas para hacer de comer. No es como que tuviera mucha despensa en casa, usualmente como en la calle.

Pasé por la zona fría y medité mucho cuál sería el helado perfecto para comer con Kate. No tengo la mínima idea de cual sea su favorito, así que elegí el mío. "Explosión de Caramelo". Es un helado muy bueno de hecho. Creo que es agradable hacer este tipo de cosas con Kate. Hablo de compartir algo que tiene un significado lindo como trasfondo. Este helado me recuerda mucho a los momentos especiales en los que después de una mala racha mi familia se sentaba a ver viejas películas mientras lo comíamos. Mamá era quien elegía las películas, papá se la pasaba riendo si era cómica o aveces incluso nos arruinaba el final de la película. Aunque todas volteábamos a mirarlo con ojos de enojo y mamá exclamaba un molesto y quejumbroso "¡Alexei!", terminábamos riendo o tirándole palomitas.

Son momentos que aprecio mucho, y recuerdo como si fueran ayer. Es algo tan especial. Es curioso como ese tipo de momentos pueden quedar grabados hasta en el más mínimo detalle de la noche. En mi caso, esos momentos se quedan atrapados en un botecito de helado de caramelo.

Terminé de hacer mi recorrido por la tienda, pasé por la caja a pagar todo lo que había comprado y me maldije por olvidar mi bolsa de tela en casa. No quería usar las de plástico así que terminé comprando una de las que ofrece la tienda. No era muy mi estilo, ya que solo era una bolsa anaranjada de material biodegradable y con el logo mal impreso de la tienda, pero era usar eso o seguir contaminando así que...

Terminé de pagar mis cosas y salí de la tienda. Estuve a punto de tomar camino a casa de Nat. Cuando visualicé a Kate hablando con una chica morena muy animadamente cerca de la fuente.

Perdón por haber tardado en actualizar, estuve en un bloqueo muy grande, pero he tenido mucha inspiración estos días así que, díganme que opinan de la historia y que más les gustaría que pasara. A quien le atine a lo que se viene le dedicaré el siguiente capítulo. Lxs leo después mis amores.
-Amy.

I'm here [Katelena]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora