Ranpoe One Shots 「 ፝֯֟⋆⁺˖⸙̭❛◌*̥₊」

Usando la ropa del otro 「 ፝֯֟⋆⁺˖⸙̭❛◌*̥₊」

Los rayos de la ventana hicieron que Poe se levantara. Todavía un poco desorientado se fijó la hora en el reloj, eran las seis de la mañana. Comenzó a vestirse sin hacer ruido para no despertar a Ranpo, que dormía tranquilo con Karl a su lado. Edgar sonrió al ver a su novio.

Cuando estaba apunto de abrir la puerta para irse a trabajar, escuchó a Edogawa hablar.

—¿Ya te vas? —Habló con una voz ronca, acababa de despertarse y se notaba un poco de tristeza en su voz.

—No quería despertarte, perdón.

—Está bien —Contestó mientras se sentaba en la cama, estirándose y aún con el rostro adormecido—. Igual ya me tenía que despertar.

—Tengo que ir a trabajar, llego tarde así que no puedo quedarme con vos a desayunar —Edgar ignoró el gesto de niño triste infantil de Ranpo—. Te voy a dejar  un par de pastelitos en la mesa —Ahora sí que Edogawa estaba feliz.

—Hey, Edgar, no encuentro mí ropa de siempre, ¿tenés idea donde podría estar? —Allan notó un tono extraño en la voz de Ranpo, pero prefirió ignorarlo.

—No, perdón. Ya me voy.

—¡Espera! ¿No la lavaste por casualidad? —Preguntó Ranpo, inclinando la cabeza hacia su derecha.

—No Ranpo, en serio me tengo que ir, adiós.

—¿Y no tenés ninguna camisa blanca para prestarme?

Edgar se congeló, sus ojos miraban a Ranpo fijamente, los abrió tanto que su otro ojo se
llegaba a ver a través del flequillo.

—N...No... camisa no —Logró decir después de un rato, tragando saliva al terminar la oración y estirando con el dedo el cuello su camisa (valga la redundancia

—Entonces usaré una de tus remeras.

Poe, si es posible, abrió aún más sus orbes color violeta, a la vez que Ranpo sonreía con orgullo, inspeccionando el armario de Edgar.

—Pero... las mías son muy grandes —Ranpo estalló en carcajadas—. ¡LAS REMERAS, IDIOTA!

—SI YA SE, PERO SONÓ MUY MAL JAJAJAJAJAJAJA.

—Para ser el mejor detective del mundo pareces tener la edad mental de un nene de ocho.

—Lo sé —Dijo Ranpo mientras se ponía una remera larga y ancha de color beige.

—¿Esa no es muy larga para ti? —El detective empezó s sonreír—. Ni pienses en reírte.

—Si, me queda grande. Pero es cómoda.

—Está bien, me voy.  Adiós

—Adiósssss —Gritó Ranpo mientras Poe cerraba la puerta del dormitorio.

—Que raro que Ranpo no sepa dónde está su ropa... —Detuvo su camino a mitad de la sala de estar al ver una bolsa mal escondida debajo de la mesa con, efectivamente, la ropa de trabajo de Ranpo.

—Por algo es el mejor detective del mundo, supongo —Edgar salió de su casa con una sonrisa y un poco de brillo en sus ojos.

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Holaaaa, perdón por el spam pero acabo de publicar una historia que tengo en la cabeza desde hace mucho en mí perfil. Si les gusta mí manera de escribir, podrían ver si les interesa.

Me ayudarían mucho para que la historia llegue a más personas, GRACIASSS