Ahogarse de silentes espacios,
el corazón agotado
y, emerger al casco fraudulento
con el todo de las sonrientes lápidas.
Quebrando albores de la vida,
estos pies invertidos
prosiguen desabrochadamente transformándose...
Contemplarse a través del firmamento,
relámpagos sacuden tales pausadas lluvias.
Oh, espero verter
todo lo que atasca imaginariamente al cristal de la sien
hasta desangrar los demoníacos laberintos de un porvenir descosiéndose...
Arroparse de gélidas glebas,
desabrochadamente transformándose desde tiempos extraños,
como encrucijadas,
como recompensas sin paladar...
Ah, y atiborrarse de floraciones,
de requiebros,
de vesanías cuerdas,
desde tiempos extraños...
¡Nerón!
Esos arenales intensos
que acechan
derritiendo al diapasón de la voluntad,
desde tiempos extraños,
desde moscardones que frotan sus patas con placer...
¡Ay!
¡Nerón!
Espero oír arpas a solas...
