Aguardaste por mi cuerpo inerte,
reinando en tronos de gloria escarlata.
¡Flotando!
¡Flotando siempre!¡Siempre acaronando a través de tu corona de espinas!
Hurtando las últimas delicias,
en mentiras dóciles.
Te calzaste,
en tu juego inestable,
pieles inexorables.Aguardaré,
en pos de piezas expiradas,
por la imaginaria vacante de las mortajas arácnidas.
¡Flotando!
¡Flotando siempre!¡Siempre acaronando a través de tu corona de espinas!
Mientras las ruinas brindaban con sangre,
gota a gota,
Alicia.
Heme aquí.
¡Envíame a mí!
¡Oh, a ése retorno de las almas hacia la noche eterna!