Mis piernas pisan el frío mármol del suelo y mi cabeza no deja de hacerme ver todo dar vueltas a mi alrededor. Toco mi sien tratando de estabilizarme para ponerme de pie. ¿Acaso bebí tanto anoche?
Al salir de casa de nuestros suegros solo fuimos al club que hay cerca del hotel en el que nos hospedamos. No quise quedarme en casa de mis suegros por tanto disfrutamos un poco solo antes de ir a la cama.
Mis miedos van cobrando vida al ver ahora las cortinas de las ventanas realmente abiertas de par en par. La claridad que entra justo ahora es tanta que una punzada en mi cabeza me abruma.
Me pongo de pie a duras penas sintiendo mareos y náuseas.
Miro el lado vacío de la cama y comienzo a llamarle.—Mattew —digo en voz alta y ahora siento el agua caer desde el baño.
Sin embargo, algo me recorre entera y es de esas sensaciones de que algo no anda bien. Unas náuseas se aproximan a salir por mi garganta por lo que corro con rapidez hasta el baño.
Ahogo un grito al ver toda la escena que acapara mi visión.
Me hinco al suelto con lágrimas desborándome en los ojos, mientras expuslo todo lo que tenía en mi estómago de ayer.Me siento sobre el suelo y voy arrastrándome hasta el lugar de mi esposo.
Mi pecho duele tanto que grito como una loca cuando llego hasta la bañera. Todo el piso está lleno de agua mezclada de sangre, hay sangre espesa por todos lados, paredes cortinas y hasta el espejo tiene de ella.
Corro la cortina de la bañera la cuál luce la silueta de mi esposo tras ella. Ya voy temiéndome lo peor...
Ahí le veo, está con ropa pero el agua le llega al pecho y se desborda por las orillas de la tina donde está acostado. En el cuello tiene un gran corte por el cuál sale aún sangre y tiene residuos de la misma ya seca.
Chillo al verlo, al ver a mi esposo. El hombre que hace dos meses atrás me acompañó haciendo un camino juntos. Corro hasta sus brazos y lo envuelvo en mi pecho mientras lloro con fuerza.
El sabor amargo me recorre sintiéndome la peor de todas. Algo no está bien aquí, algo sucede a los dos meses...
Y el caso es que este es mi tercer esposo en mis años de vida. Lo conocí y salimos por unos meses, todo fluyó hasta que decidió llevar nuestra relación más allá y no pude estar más que nerviosa, pero al final acepté.
Sin embargo, tal como mi conciencia me advertía de ese período de sesenta días. Sucedió lo que tanto temía. El primero fue Harry, trabajaba como CEO en una empresa de arquitertura bastante renombrada en el estado. El segundo fue Richard, dueño de una compañía de autos de carreras.
De todos y cada uno me enamoré perdidamente, me costó demasiado superar sus muertes, incluso me tomó años dejar atrás esas heridas. Porque las separaciones voluntarias duelen, así que imaginemos una por la fuerza, que sea alguien quién te los arrebate.
Pero yo sé muy bien que ya esto no es coincidencia. Todo esto dista mucho de ser una casualidad. Nada sucedía mientras salíamos pues todo empezó justo luego de casarnos.
Es como si casarse conmigo fuese una cuenta regresiva de la persona con quién lo haga. Es como un tiempo limitado, y me aterra porque sé que hay mucho más implicado en todo.
Esta muerte va a marcar demasiado en mi perfil, me andan investigando constantemente, soy la principal sospechosa de los asesinatos de mis propios esposos.
Pero yo sé que no soy yo, estoy segura que no podría matar a quién tanto amo. No cuando ni siquiera puedo demostrar nada, porque mi mente está en blanco.
No recuerdo nada de anoche y me abruma con solo pensarlo.
Mientras lloro aún con él en mis brazos, mi mente no deja de pensar y de darle vueltas a lo mismo...¿Por qué quién se casa conmigo muere a los dos meses?
¿Qué diablos es lo que sucede?
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A Dos Meses de tu Muerte
RomanceTres matrimonios. Tres cadavéres encontrados a solo dos meses de contraer nupcias con ella. El F.B.I la persigue debido a ser la principal sospechosa y la que lógicamente sería la más beneficiada en la muerte de sus maridos. Ella en todo lo que pue...