II

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Todo el contacto visual se hace mientras él camina guiado por la secretaria a la sala de reuniones, la cual abre las puertas de cristal de la misma y eso no impide que él frene su andar, si no que sigue dando pasos hasta llegar frente a frente a Giselle.

La peli negra siente sus piernas flaquear al tenerlo tan cerca, tan grande que le saca al menos tres cabezas de alto a la vez que sus ojos se clavan sin discreción en los suyos como analizándole cada poro del rostro, cosa que hace que sensaciones extrañas la recorran.

El ahora trajeado cliente se mantiene impasible esperando que ella haga alguna acción que no sea sentirse cada vez más diminuta en su presencia sin embargo, la mirada no la baja en ningún momento, ella le mantiene el contacto visual que interrumpe ahora solo para mirar a sus espaldas a dos sujetos que le acompañan.

Estos últimos a diferencia de él sí le sonríen con formalidad y le tienden sus manos saliendo de la espalda del cliente.

—Un gusto señorita Evans, soy Wilson y él es mi hermano Daniel —habla uno de ellos, luce más mayor que el otro que presenta aunque el rostro de ambos hombres lucen bastante arrugado y avejentado.

Ella les devuelve el saludo de forma profesional aún sintiendo los ojos del sujeto en ella escrutándola agobiantemente. Giselle voltea a su rostro y nota que él extiende su mano hacia ella.

—Soy Matthias Turner, creo que mejor nos sentamos y comencemos la reunión... —su voz gruesa y ronca se siente demandante.

—Claro, por favor —le dice la peli negra a ellos invitándolos con su mano a tomar asiento.

Jazmine vuelve a abrirse paso en la sala, esta vez con una bandeja de cafés recién hecho, en tanto Giselle comienza a explicar con tablas y promedios el número de ventas, hablando sobre diseños antiguos y líneas actuales y futuras que se proponen confeccionar.

La reunión demora más de lo previsto pero ella aprovecha cada minuto para tratar de llevarse el contrato con ellos.

—¿Entonces con todo lo que ha dicho sería suficiente para convencernos de firmar con su marca? —pregunta Matthias interrumpiendo su andar de acá para allá frente a los tres sujetos.

La ceja de él se levanta esperando una respuesta de su parte.

—No intento convencer a nadie de nada, esto es un acuerdo mutuo que beneficiará a ambas partes...

—Tenemos la mayor cadena de pasaleras por todo el país, nos llegan miles de ofertas diariamente —destaca el señor Wilson.

Giselle hinca sus palmas en la mesa apoyando su peso en las mismas.

—Pero ninguna marca es como la mía señor, somos Sin made Woman —replica en su mismo tono.

—Sin embargo, han estado casi por dos años consecutivos literalemte en pausa. Solo vendiendo lo ya producido aún cuando cada mes sale un estilo diferente por parte de otras marcas, ni siquiera sus modelos han vuelto a pisar pasarelas...

Las palabras sugirientes de Wilson le dejan sin nada que decir, y como un trueno sin avisar siente un ahogo en su garganta al recordar los años a los que él está haciendo énfasis, el período de ansiedad transitado hace reflejo en mente y su sistema nervioso comienza a agitarse.

A Dos Meses de tu MuerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora