Capítulo 17

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*Macie POV* 

Mi confianza en Jake siempre había sido ciega. Nunca lo entendí el porqué desde que le conocí, decidí confiar en él sin dudarlo. Hoy de nuevo vuelvo a confiar en él. En que saldremos de aquí con vida y que lograremos huir del FBI.
   —Perdona si te hago daño —me dice agarrándome del brazo.
   —Esto no es nada comparado con algunas noches que hemos tenido —bromeo para que no haya demasiada tensión en el ambiente, pero no se ríe.
    Simplemente me mira como si yo no le importase. Ya había comenzado su actuación.
Me aprieta el brazo con fuerza, obligándome a salir del coche. No me suelta y sale también él, apuntándome con el arma. Coloca su brazo alrededor de mi cuello. No aprieta con fuerza, pero al menos daría el pego de que me tiene retenida. Después noto la fría pistola en mi piel.
   —Siento que tenga que hacer esto —me susurra en un tono preocupado por mí—, te prometo que vas a estar bien.
   —Me debes una buena cena por esto —susurro solamente para él.
    Oigo cómo se ríe esta vez. En parte me alivia escuchar su risa. Todo saldrá bien. 

Del coche del FBI sale John Fusch y mi padre, al que nos mira preocupqdos. Mientras que Fusch, como si estuviera admirando una adquisición de mucho dinero. Tantos años persiguiendo a Jake y ahora le tiene delante. Seguro que se siente como si fuera un día de navidad.
   —Hola Jake —Fusch saluda con una sonrisa—, es todo un placer que nos conozcamos por fin.
   —Revuélvete un poco —me susurra Jake.
    Cierto, se supone que debo fingir que me tiene secuestrada.
   — ¡Suéltame! —digo entre dientes, intentando librarme de él— ¡Papá! ¡Ayúdame! —grito mientras extiendo una mano en su dirección.
   — ¡Macie! —mi padre grita mi nombre queriendo acercarse a nosotros.
    Fusch le detiene y Jake solo aprieta con más fuerza el arma contra mí, lo que hace que ladeé la cabeza un poco. Mi mirada claramente debe reflejar miedo, pero no por cómo Jake me tiene, sino por Fusch. Tengo miedo de que no lo piense dos veces y dispare a Jake.
   —Me habéis dejado sin una rueda —les dice Jake con una voz molesta—, creo que debo de tener el placer de coger prestado su coche, señor Fusch.
   —Eso no va a poder ser, señor Jake —Fusch levanta el arma, directo hacia él—. Se lo advertí señorita Connors, tenía que haber acabado con él. Mira dónde está.
   <<Este hombre es un inútil investigando o puede que esté fingiendo para que mi padre siga confiando en él.>>
   —La pobre estaba demasiado enamorada de mí como para traicionarme —dice esas palabras haciéndome cosquillas en el cuello, pero suenan tan frías que podrían doler si fuera real—, las jóvenes soñadoras son fáciles de manipular, pueden hacer lo que se por ti.
    No puedo evitar enfadarme un poco por lo que dice, es como si estuviera hablando otra persona. Pero sé que lo hace para que parezca creíble.
Intento hacer el esfuerzo de librarme de él con un golpe, pero me detiene apretándome más el cuello. Entonces chillo para que sea creíble.
   —Buena actuación —susurra Jake y puedo notar cierta burla.
   —Me lo pones demasiado fácil —le contesto susurrando con molestia.
    Fusch baja el martillo del arma y Jake hace tanta presión que me da miedo de que se le vaya a ir el dedo y dispare.
   — ¡Suéltela! —Fusch da un paso hacia delante y Jake hacia atrás con brusquedad.
   —Solo si me da su coche y le dice a sus hombres que bajen sus armas —ordena en voz alta, pero no gritando. Se muestra bastante calmado con la situación, sabiendo que podríamos morir los dos.
   —Por favor, haga lo que dice —mi padre le suplica a Fusch. Me pregunto si sé imagina que estamos fingiendo o quizás piense que Jake está mostrando su verdadera faceta—, no sabemos de lo que es capaz-
   —Exacto, no lo saben —Jake señala entonces con el arma hacia atrás—, dentro del maletero, tengo una bomba que puedo hacer estallar cuando quiera —¡¿Por qué dice eso?! ¡Eso hará empeorar su imagen!—, al fin y al cabo, soy un terrorista ¿No es cierto? —noto cierto enfado en su voz. A él tampoco le gusta que le llamen de esa forma— Puedo acabar con todos nosotros si quisiera.
    La expresión de Fusch es de molestia. Lleva años persiguiéndolo, sabe que si deja escapar esta oportunidad, no sabrá si volverá a tenerla. Pero hay mucha gente en riesgo que podría "morir" y eso lo sabe perfectamente.
Entonces hace algo que me asusta. Baja el arma y dispara al suelo, cerca de mi pie. Doy un chillido asustada por el sonido, no esperaba que lo hiciera, incluso si no tiene cuidado, podría haberme dado en el pie.
   — ¡Alto! ¡No le hagas nada! —mi padre suena desesperado, es la segunda vez que le veo así. La primera fue en el accidente de coche, temiendo por la vida de mi madre y la mía— Fusch, por favor, no sabemos de lo que es capaz.
    Los ojos de Fusch se ven reflejados el odio hacia él. No desea rendirse.
Pero me sorprende que sabiendo que una psicóloga dijo que yo estaba bien, se crea todo esto.
   —De acuerdo —Fusch baja el arma, rindiéndose. Hace un gesto con la mano y el resto del FBI bajan sus armas—, te daré el coche y nadie te perseguirá, pero suelta a la chica.
    Jake vuelve el arma a mi cabeza y susurra.
   — ¿Qué piensas? —me pregunta con confianza— ¿Dice la verdad?
    Intento concentrarme, aunque estoy nerviosa. Analizo sus gestos, veo si mira a alguien de manera disimulada o hace algún movimiento extraño con la mano. Todo parecía estar en perfecto orden.
   —Dice la verdad, no ordenará que te sigan —intento que mi voz suene más baja todavía y continúo fingiendo que quiero escaparme de su agarre.
   —Bien, entonces cogeré su coche. Sigue mis instrucciones, aún no hemos terminado —asiento y Jake me separa de él, sin dejar de apuntarme—. La señorita Macie va a sacar mi preciado objeto del maletero, si alguno intenta hacer un solo movimiento, la mataré ¿Queda claro?
   —Muy claro —le contesta Fusch.
    Jake mueve la mano señalando el maletero y le hago caso.
   —Esto parece una película de Hollywood —murmuro mientras subo la puerta.
   —Solo que aquí sí que podemos morir —sigue Jake.
    Cojo la maleta y me pongo frente a él.
Sonríe con frialdad. No me gusta esa sonrisa, no va con él.
Se acerca a mí y coloca la pistola debajo de mi barbilla. Trago saliva nerviosa, sé que finge, pero la situación me provoca miedo.
Se aproxima a mí, colocando una mano en mi nuca, o más bien, agarra mi cabello con fuerza y me besa, sin apartar el arma. Me duele tener que fingir que no deseo ese beso y que él lo hace para hacerme daño.
Cuando se separa, susurra en mis labios.
   —Perdona, necesitaba hacerlo —no lo dice con una voz deseosa, sino con lástima. Lo está pasando peor que yo fingiendo ser quién no es. Me da la vuelta y suelta una risa—. Quería darle un beso de despedida, tengo que agradecerla todos los polvos que me ha dado.
   —Hijo de puta —digo de manera audible. Aunque sí, se ha pasado hablando de esa forma, no quiero ni pensar qué debe de pensar mi padre de nosotros.
    Veo a mi padre apretando los puños, controlándose. Me sorprende que nadie haya aprovechado la distracción del beso para disparar a Jake.
Me da un golpe en la espalda, haciéndome caminar mientras llevo la bolsa de viaje. Pesa bastante su equipo, debe de estar más acostumbrado que yo. 

Contigo hasta el fin del mundo / DuskwoodDonde viven las historias. Descúbrelo ahora