Un viaje entre colores y emociones🖌🎨

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La semana de vacaciones empezó y el primer día  decidimos juntarnos Nolan, Val, Lana, Max y yo para  ir a almorzar en un restaurante que quedaba en el centro del pueblo. Bahía de Balar no era un pueblo muy grande, así que Nolan no llevó en su auto.
Entramos en el restaurante y nos sentamos en una mesa que estaba cerca de la ventana y la puerta de salida y ordenamos pizza para almorzar.

-Brisa, quieres que hagamos nuestras actividades de arte juntos?- pregunto Max

-Claro, no tengo problema- respondí.

-Max eres un aburrido, recién empezaste las vacaciones y solo piensas en tarea-dijo Nolan.

-Nolan, deja a Max tranquilo él si es una persona responsable no como tú-Dijo Lanita.

-Estas insinuando que soy inrresposable-pregunto Nolan imitando estar ofendido por lo que dijo la rubia.

-No, sólo dice que Max hace todo antes para no estar a último momento como vos-Dijo val.

-Vamos a mi casa o a la tuya-Pregunte cambiando de tema.

-Va sin vueltas la niña-dijo Nolan riendo y lo golpee por lo que dijo.
Miré a Max y el estaba sonrojado.

-Yo tenia pensado algo diferente como el jardín secreto-

-Me parece un gran idea hay mucha paz e inspiración ahí-

-Si y nadie podrá ver si se besan-dijo Nolan intentando besar a Max en forma de broma para molestarlo.

-Eres un idiota- dijo Max

-No más que tú-le respondió el moreno.

-Nolan-lo llame

-Si?-dijo él

-Eres un idiota- dije y todos reímos.

Max y yo nos levantamos de la mesa, nos despedimos de nuestros amigos y fuimos a nuestras casas a buscar nuestras cosas para pintar. Después de eso, nos encontramos en el jardín secreto para empezar con las actividades.

-Por hoy podemos empezar con los bodegones y después seguir con las acuarelas.- propuse.Miré la hora y eran las una de la tarde. Teníamos cinco horas para hacer esto.Max asintió y comenzamos.

Max decidió comenzar con un bodegón de frutas y verduras, que yo me incliné por un bodegón de flores silvestres.

Max observa detenidamente los colores y las formas de las frutas y verduras que ha dispuesto frente a él. Con un lápiz suave, dibuja las líneas principales de su composición en el lienzo. Con destreza, yo voy  agregando sombras y detalles a mi bodegón de flores, dejándome llevar por la delicadeza y la vibrante paleta de colores que  inspira la naturaleza.

Max comienza a aplicar cuidadosamente las primeras capas de acuarela en su lienzo. Con pinceladas suaves y precisas, mezcla el rojo intenso de las manzanas con los verdes brillantes de las peras y las uvas. Yo, por mi parte, doy vida a mi bodegón de flores utilizando diferentes tonalidades de rosas, naranjas y amarillos, logrando un efecto casi tridimensional.

A medida que avanzamos  en nuestras obras, nos sumergimos un estado de concentración absoluto. La brisa suave acaricia nuestros  rostros mientras los pájaros cantan en los árboles cercanos, sumando una melodía natural al ambiente tranquilizador de la tarde.

Max decide agregar algunos detalles finales a su bodegón. Con un pincel más fino, traza las texturas de cada fruta y verdura, resaltando sus formas y volúmenes. Y yo por mi parte, destaco los detalles minuciosos de cada flor, recreando los matices y las sutilezas de los pétalos y las hojas.

Finalmente, al contemplar sus bodegones terminados,  somos conscientes de la belleza que hemos logrado capturar en nuestros lienzos. Aunque nuestros estilos y elecciones artísticas son diferentes, ambos hamos logrado transmitir la esencia de los objetos que hamos dibujado, utilizando colores y formas para expresar diferentes emociones.

Satisfechos con nuestro trabajo, guardamos los pinceles y recogemos los lienzos.

Terminamos muy tarde y Max se ofreció a acompañarme a mi casa. Lo invité a comer antes de que se fuera. Max dejó sus pinturas en mi casa y al día siguiente continuamos con el cuaderno de recortes y las fotos. Esto nos tomó alrededor de tres horas y fue lo único que hicimos ese día.

Después de estar con Max, fui a ver a Val a su casa. Pasamos todo el día viendo películas y comiendo, ya que ese era nuestro plan de viernes.

Estábamos acostadas con Val en las camas y me llega un mensaje de Max.

¿Te gustaría ir a una exhibición de artes fuera del pueblo?:)

                                  Sí me encantaría =)

Sería un pequeño viaje de una semana.
La exhibición dura ese tiempo porque se mostrarán distintas obras de artes todos los días.
                 
  Val y yo nos miramos emocionadas al leer el mensaje de Max. Para mi este viaje significa mucho porque soy una amante del arte y esta propuesta sonaba perfecta para mi. Sin dudarlo, le respondí:

                                ¡Sí, me encantaría ir a esa exhibición contigo!

El plan era pasar una semana fuera del pueblo para disfrutar de todas las obras de arte que se iban a mostrar. La idea de ver diferentes estilos y técnicas todos los días nos emocionaba aún más. Apenas podíamos esperar para sumergirnos en el mundo artístico y dejarnos inspirar por todas estas creaciones.

Enseguida, comenzamos a organizar los detalles de nuestro pequeño viaje. Hicimos reservaciones en un hotel cercano al lugar de la exhibición y nos aseguramos de tener suficiente tiempo para visitar cada una de las obras de arte.

Los días previos al viaje, Max y yo nos sumergimos en investigaciones sobre los artistas que estarían presentando sus obras. Cada uno tenía su estilo único y estábamos emocionados por ver cómo se plasmaba su visión en cada una de las creaciones.

Finalmente, llegó el día del viaje. Llenamos nuestras maletas con ropa cómoda y lista para caminar y explorar. Nos despedimos de nuestras familias y prometimos mantenerlos al tanto de todo lo que experimentaríamos durante nuestra estadía en la exhibición.

Una vez en el destino, nos dirigimos al departamento donde nos hopedariamos estos días.

-Muy bien estamos aquí-dijo Max un poco nervioso.

-Sí lo estamos-dije emocionada.

-Debemos ir a nuestras habitaciones poenernos algo comodo y ver que hacemos primero-Propuso Max
Yo solo asentí y me fui ami habitación.

Una vez listos  nos dirigimos directamente a la exhibición. Desde el momento en que pusimos un pie en el lugar, estábamos rodeadas de color, texturas y emociones. Caminamos por los pasillos, observando detenidamente cada obra y dejando que nos transmitieran su mensaje.

Durante la noche fuimos a comer a un restaurante elegante  luego salimos de fiesta.

Aquel Otoño🍁Donde viven las historias. Descúbrelo ahora