✩Capítulo 20✩

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Después de estar atendiendo citas por dos horas le llegó el turno a Donovan.

Salí al pasillo para llamarle y que entraran Misho y él pasaran.

- Donovan, adelante- dije con una sonrisa

Misho me dirigió una mirada y pasaron los dos.

- Bueno Donovan, ¿Que tal el tobillo?

- Bastante bien, me molesta el yeso pero me lo quitáis hoy, ¿No?

-Sí, tranquilo que hoy vuelves a casa sin ella- dije riéndome.

Le dije a Donovan que se tumbara en la camilla y empecé a rajar el yeso con una pequeña sierra. Lo quité, le limpié la pierna y vi que su tobillo estaba mejor.

- Vaya, parece que esto tiene mejor pinta. Voy a moverlo, si hay dolor avisas

Lo moví un poco y le hice algunas pruebas, viendo que todo estaba bien.

- Bien Donovan, te voy a mandar una radiografía, ahora te lleva un celador al pabellón de rayos.

En efecto, vino un celador con una silla de ruedas para acompañar a Donovan a hacerse la radiografía, así que nos quedamos Misho y yo solos.

- Amor, ¿tú crees que nos da tiempo a montárnoslo en tu consulta?- preguntó riéndose

- No me voy a meter con tus fetiches raros, pero no te aconsejo hacerlo. Una vez se encontraron a un doctor con espos e hijos haciéndolo con una de prácticas

- Pues vaya putadón, ¿no?

- Y tanto

Justo en ese momento volvieron a traer a Donovan a la consulta y me llegó la radiografía al ordenador. La analicé un poco y vi que estaba todo bien

- Donovan, te vas a ir de aquí caminando, ¿vale?- dije acercándome a la camilla

- Por fin, no sabías lo harto que estaba de tener que ir con las putas muletas

- Bueno, ves saliendo, ahora te devuelvo a tu tío

- No gimáis muy fuerte, a ver si se van a asustar los pacientes- dijo riéndose yendo a la puerta. Este chaval me caía muy bien

A los pocos segundos Donovan se fue, dejándonos a Misho y a mí solos.

- Te ves muy bien vestida de doctora- dijo acercándose y abrazando mi cintura

- Tú te vas a ver muy bien vestido de boxeador mi amor- dije tomándolo de las mejillas y besándolo

- Mañana empiezo con los entrenamientos, y mañana por la tarde es la videollamada con Shelao- dijo él- Mi amor, me encantaría que me acompañaras en la pasarela de camino al ring, ¿Me harías el honor?

Ante sus palabras empezaron a resbalar algunas lágrimas por mis mejillas. Me hacía muy feliz que contara conmigo para algo tan importante. Al momento noté la mano de Misho secándome las lágrimas

- Ey, ¿Estás bien? Si no quieres no pasa nada- dijo algo triste

- Mi vida, me encantaría acompañarte y darte ánimos, no hay nada que me apetezca más. Además, así puedo subir y darte un beso nada más ganes la pelea, porque sé que vas a ganar- dije guiñándole el ojo.

- Kiki, el café está en mi bolsa, pero es café frío, así que podemos ir tomándonoslo, que si no se va a calentar- dijo yendo a por su bolsa.

Me tendió un café y nos lo tomamos hablando un poco.

Cuando nos lo acabamos, me despedí de Misho con un beso

Le di paso al siguiente paciente y antes de que pudiera siquiera revisarlo una doctora vino a buscarme.

- Bianka, un tal Ibai quiere hablar contigo- dijo la doctora

Espera un segundo, ¿era Ibai el streamer?, no podía ser. Aún así le dije al paciente que esperara un momento en la consulta y me fui.

Nada mas ver a Ibai este me saludó efusivamente.

- Hola, ¿tú eres Bianka?

- Sí, soy yo

- Bueno, venía buscanndo a médicos para la velada, y me recomendaron que me llevara a dos de urgencias y a uno de traumatología, y me recomendoron que te contratara, así que quería saber si estarías dispuesta a ir como médico a la velada

WOW, ESA NO ME LA ESPERABA

- Claro que sí, solo que también me gustaría acompañar a Misho, ya que soy su pareja, pero por lo demás todo perfecto

- Eso se puede hacer, así que puedes salir tranquila al ring con él si quieres, pero era eso. Os quedaréis en la parte de las sillas que rodean el ring y así en caso de imprevisto durante los combates podréis actuar rápido. También seréis los que les hagan los chequeos a los boxeadores, así que me puedes confirmar por instagram o te puedo dar mi número de teléfono.

Al final me dió su número y nos despedimos, quedando en que hablaríamos del contrato más tarde.

Acto seguido me fuí a la consulta feliz a atender al hombre que me esperaba y así siguió la tarde hasta que se hicieron las 9 de la noche, cuando me trasladé a urgencias de traumatología.

La noche pasó muy lenta, ya que vino una señora mayor que se había caído y se había roto la cadera, de manera que me tocó entrar a quirófano con una cirujana que me cayó muy bien

Al salir, Alba y yo (la cirujana se llamaba Alba) nos quedamos hablando un poco

- Que operación más fea, encima que la señora era mayor...

- Pues sí, pero has operado genial Alba, de las cosas más limpias que he visto. Además, con la tontería se ha acabado mi turno, así que me voy a casa.

Nos despedimos, cogí el coche y conduje hasta mi casa. En cuanto llegué me tiré a la cama y me dormí enseguida, pensando en el largo día que me esperaría mañana: la reunión con Ibai, la falta de sueño, hacer la compra, hablar con Misho sobre lo de que iba a ser médico en la velada y cuadrar sus entrenamientos, en fin, demasiadas cosas, pero a mí me encanta dejarle los problemas a la Bianka del futuro, así que por una vez más no pasaba nada
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Estoy muy feliz de que ya haya más de 4k de lectura y más de 200 votos, no sabéis lo feliz que me hace ver vuestros comentarios y que guardéis el fic en listas 😽💙.
Espero que os esté gustando la historia, os amo demasiado 💗💗
Besos
        -Carmen ♡

𝑹𝒂𝒊𝒏// 𝑴𝒊𝒔𝒉𝒐 𝑨𝒎𝒐𝒍𝒊Donde viven las historias. Descúbrelo ahora