Victoria: Sí, pero ya digo que no voy a hacer el tratamiento - hablé en voz baja - no le voy a hacer eso a nuestro bebé... eso no...
Heriberto: Y... ¿y si no puedes Vicky? ¿Si no puede tener a nuestro hijo? Si termina adelantando todo... mi amor, lo sé y no te pido que tomes una decisión precipitada... te pido que me escuches... ¿cómo crees que me siento con esa posibilidad, con el miedo de perderte?
Victoria: Sé que tiene miedo Heriberto, que debes estar tan desesperado como yo, pero no quiero que por culpa de esta maldita enfermedad, nuestro bebé no nazca... yo también tengo miedo... mucho miedo...- hablé con el mirándolo - está bien... estoy escuchando.
Heriberto: Así como podemos perderlo ahora, podemos perderlo si continúa... es una incertidumbre horrible - me pasé la mano por la cara - Marcelo me dijo que tiene un medicamento... puede ayudar a frenar el avance de esta enfermedad... podría tomar el embarazo como máximo a los 7 meses... se haría tan una cesárea y usted comenzaría el tratamiento... solo hay un problema - respiré hondo.
Cuando escuché esa hipótesis, lo miré con mucha atención y me puse de rodillas en la cama.
Victoria: ¿Habla en serio? ¿Pero Heriberto? Habla por el amor de Dios mi amor.
Heriberto: Sí, lo estoy. El medicamento aún se encuentra en fase de pruebas... no sabemos cómo va a reaccionar, si va a tener el efecto que esperamos... mucho menos las reacciones que tendrás... que nuestro hijo tendrá - suspiré - es un riesgo mi amor... un riesgo que tenemos que correr... si hay una probabilidad de 0,1 tenemos que aferrarnos a ella.
Victoria: Entonces es todo o nada - me senté y luego me acosté poniendo mi cabeza sobre sus piernas - yo... quiero intentarlo... no importa lo que tenga que pasar... solo quiero que nuestro hijo esté bien.
Heriberto: Sí, mi amor... todo o nada - suspiré acariciando su cabello - necesita hablar con sus hijos. Estaban tan esperanzados con el tratamiento, voy a hablar con Marcelo, le pediré que le recete la medicación y empiece lo antes posible. Estaré a tu lado en cada instante... ayudándote en cada mareo... apoyándote en cada debilidad... juntos siempre - entrelazé mi mano con la de ella.
Victoria: Sí... hablaré con ellos - estreché un poco su mano y la acerqué a mi pecho, mientras miraba nada - estaremos juntos mi amor... aunque no sea por mucho tiempo - hablé cerrando los ojos.
Heriberto: No digas eso Victoria... no... no nos dejará... nuestro hijo te necesita... te necesito mucho - le dije sin mirarla - piensa en tus hijos... en tus nietos... todos te necesitamos.
Victoria: Está bien mi amor...- hablé levantándome sin soltar de su mano y me senté en su regazo, abrazándolo - tendré el pensamiento siempre positivo... lucharé por todos... haré todo lo posible para que este tratamiento funcione... te lo prometo.
Heriberto: Es todo lo que quiero mi amor... verte de pie, incluso si es difícil - suspiré acariciando su rostro - ganó uno y vencerá al otro... no estás sola... lo descubrimos al principio y lo derrubaremos... vamos a descansar... necesitas dormir un poco.
Victoria: Estaré de pie - sonríe débil - sólo que te necesito conmigo... no puedo hacerlo sola... esta vez no...- suspiré pesado - también necesitas dormir... trabajó mucho ayer.
Heriberto: No estás sola mi amor... nunca ha estado y nunca estará - sostuve su rostro besándola tranquilamente con amor - te amo Victoria... te quiero tanto que me duele... cásate conmigo.
Victoria: Lo sé mi amor... pero a veces me siento... cuando me desespero por esta maldita enfermedad, me siento tan sola...- correspondí ese beso y cuando se detuvo, seguí besando su rostro lentamente - yo también te amo mi amor... no te preocupes... nuestro matrimonio está casi listo... falta poco... no me detuve con la preparación de la ceremonia...- hablé besándole la cara.
Heriberto: Sé que te sientes... no quiero que se aísle... que entre en una depresión - susurré cerrando los ojos, al sentir sus labios en mi piel - está bien mi amor... estoy esperando ansiosamente ese día... por el día en que te transformaré en la señora Ríos Bernal - quité lentamente la camiseta que ella ya llevaba, dejándola sólo de bragas - esa prótesis es la marca de que ganó una batalla - hablé tocando el lugar que había sido reemplazado - muy pronto, aquí será la marca de que usted ganó toda esa guerra... de que luchó por la vida de nuestro bebé... que a pesar de haber pensado en rendirme, me has demostrado que siempre vale la pena luchar por nuestros hijos... por quien se ama - dejé salir unas lágrimas - así será mi amor... lucharé día y noche por ustedes... vamos a vencer juntos - la acosté en la cama quedándome sobre ella - vamos a contemplar el milagro de la vida, a desarrollarse en su vientre.
Lo miré y sonreí feliz de escuchar esas palabras. Solo sabiendo que estaba a mi lado y que todo estaría bien, o al menos tenía la oportunidad de suceder. Me acomodé debajo de él y acaricié su rostro, con dulzura y amor, secando sus lágrimas.
Victoria: Vamos sí, mi amor... estaremos bien... todos... gracias por no dejarme Heriberto... gracias por existir, por amarme... por ser quien es.
Heriberto: Mi amor siempre estaré aquí. No tienes que agradecerme, me devolviste a la vida... la voluntad de vivir... de amar... permitirme ser amado... me salvaste de una soledad de la que pensé que nunca saldría... todo lo que soy es por amor... te quiero muy bien... feliz... sonriente... luchadora... quiero a aquella Victoria, la que no baja a la cabeza ante ningún obstáculo - toqué mis labios en los de ella con amor, luego los sorbo tranquilamente.
Victoria: Hablando así incluso parece que soy un ángel...- bromeé - verás mi amor... estaré bien por ti... por nosotros... volveré a ser tu Victoria - le sonríe después de ese dulce beso.
Heriberto: Lo eres... mi ángel sin alas - sonríe - estará muy por encima de todo, por ti... en primer lugar siempre... no solo mi Victoria... tú serás la tuya... esa mujer firme y fuerte, que es feliz sin esperar nada ni a nadie... la mujer que es feliz en todo momento... la misma que me dejó así, completamente enamorado.. me enamoré de ser quien es... por ser suya... se cansó de sufrir y decidió levantarse a la cabeza... resolvió todo con sus hijos... con Osvaldo y siguió... se permitió amar otra vez - bajé mis labios por su cuello, pasando por entre sus pechos, con todo el amor del mundo.
Cerré los ojos después de escuchar esas hermosas palabras de él y dejé que algunas lágrimas discretas se deslizaran por las comisuras de mis ojos. Pronto sentí sus labios en mi piel y ya no dije nada. Hacía mucho tiempo que no sentía sus besos en mi cuerpo.
Heriberto: Te amo Victoria - susurré besando cada rincón de su hermoso y fascinante cuerpo.
Al llegar a su cintura me quité lentamente las bragas, dejándola en un rincón de la cama. Me levanté deshaciéndome de cada pieza que había en mi cuerpo y volví a la cama acostada sobre ella, sin por mi peso.
Heriberto: Quiero amarte... sentirte... darte todo mi amor... quiero que sea lento e intenso... pero también muy placentero... si sentimos alguna molestia, nos detuvimos - susurré en sus labios, apuntando a esos hermosos ojos verde mar, que tenía y me fascinó.
Victoria: Te amo mi amor... mucho...- sentí que mi cuerpo temblaba con cada beso sobre mi piel... lo vi quitarse la ropa, mientras sentía un calor en mi interior, lo miré después de que él estuviera sobre mí y le sonreí - yo también te quiero mi amor... te extraño... sentir tus besos... tu calor... de todo.
Heriberto: Yo también... perdóname por estar tan lejos de ti... solo pensé en cuidarte... en no lastimarte... pero sé que no te lastimo, que te amo - sonríe - te prometo que siempre estaré aquí... te daré muchos besos... siempre sentirás mi piel unida a la tuya... mi calor te calienta - me acomodé entre sus piernas - amo amarte Señora Rios Bernal - susurré tomando sus labios una vez más. Poco a poco fui consumando nuestro acto de amor... entrando en ese espacio tan querido y deseado por mí... sé que estamos hechos el uno para el otro... hacer el amor con ella, era posiblemente lo mejor que podía hacer en la vida.
Victoria: Esta vez está perdonado... pero de otra, no pasa doctor...- bromeé - yo también te amo señor mi futuro esposo...- sonreí y cerré mis ojos, sintiéndolo entrar en mi íntimo y gemí en su oído, abrazándome a él con calma... fue maravilloso sentirlo otra vez en mí.
Heriberto: ¿Todo está bien? - la miré tranquilamente - ¿te siente bien para continuar? - besaba con amor la piel de su cuello.
Continúa...

ESTÁS LEYENDO
La Fuerza De Mí Corazón - Victoria y Heriberto (Concluído)
FanfictionUna perspectiva de cómo podría haber sido la historia de esta pareja. El final fue solo el comienzo de esta hermosa historia de amor. Nota: Si usted está leyendo esta historia en cualquier otro sitio que no sea en vatpad, los invito a leer directame...