LFDMC 08

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Victoria: Sé que sí, mi amor...- sonríe débil - se ven geniales... tengo una sorpresa para ti y tus hermanos...- la miré de una manera divertida.

María: Heriberto es un hombre maravilloso... por no hablar de que es un babón con los niños - rein - ¿sorpresa? ¿Qué sorpresa mamá?

Victoria: Él es sí, me atrevo a decir que es el mejor hombre que he conocido en toda mi vida...- sonríe medio tonta - y no solo por los niños... sí, una sorpresa... no, no te lo diré... sólo cuando estén todos aquí...- sonríe.

María: Siempre se aseguró de cuidar a la Sra... siempre lo dejó claro a quien quisiera saberlo... usted merece mucho ser feliz... ha pasado por cosas que sólo la Sra sabe... eso no es justo mamá... Max está en una reunión y Fer está con los niños en el pediatra.

Victoria: Sí... lo dejó...- sonríe - por supuesto que sí... se quedará en la curiosidad... si quieres saber tanto qué es, de una manera que vengan a casa - hablé mirándola.

María: Sandoval - hablé levantándome del sofá - nadie vendrá porque todos están ocupados... tampoco te voy a decir lo que iba a decir - le miré sonriendo.

Victoria: No te atrevas a no hablarme - hablé tratando de levantarme del sofá - y lo vendrán... llamaré a todos esta noche... quiero que cenemos en familia.

María: Ya me atreví - la miré - ¿donde piensa que va Doña Sandoval? - me acerqué a ella y vi a Micaela con la bandeja de comida - gracias Micaela - le agradecí y la vi salir - es hora de tomar su café, en realidad ya pasó.

Victoria: Niña, te castigaré... ya no quiero el café... quiero saber qué me iba a decir...- hablé mirándola - ándale, háblame.

María: Voy a llamar a Heriberto para que te ayude... mamá no voy a hablar, no sirve de nada... ¿quién sabe en la cena?

Victoria: Hay... lo entiendo... ¿me va a dar de mi propia medicina no es Doña María?...- hablé sentándome - está bien... malvada.

María: Así es - sonríe sentándome a su lado - ahora come todo o llamo al Dr - bromeé.

Victoria: Puede llamar...- la miré con una cara graciosa y por alguna razón comencé a sonreír.

Después de pasar un buen rato con mi madre y Heriberto, recogí a los niños y me fui. Regresamos por la noche para cenar con los dos.

El día pasó y allí estábamos todos reunidos.

María: ¿Entonces mamá... qué noticia tiene que darnos?

La miré y luego a Heriberto, sosteniéndola en su mano y sonriendo.

Victoria: Bien... no lo sé... ¿por qué no nos dice usted primero, Señora María?

María: Porque primero es la Sra... tiene toda preferencia Doña Victoria.

Victoria: Babosa... está bien... bien...- los miré y sonreí - ustedes tendrán un hermanito más... estoy embarazada...- hablé de una vez.

La miré sorprendida por esa revelación. Miré a Max y le estreché la mano con fuerza.

Fernanda: ¿Embarazada? - la miré asombrada - ¿como así mamá? La Sra... la Sra está enferma... ¿cómo puede estar embarazada? ¿Cómo? - pregunté nerviosa.

Max: Tranquila...- he hablado en voz baja mirándola - mamá, mi hermana tiene razón... ¿cómo puede estar embarazada?

Victoria: Es muy simple, mi enfermedad no me impide tener hijos... mi hija por favor cálmate... no es el fin del mundo... todo lo contrario... estoy muy feliz... a pesar del riesgo, este embarazo me trajo un poco de entusiasmo y más ganas de curarme.

La Fuerza De Mí Corazón - Victoria y Heriberto (Concluído)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora