-Y por qué tienes esa cara ahora?-
-Mi hermano suplicó anoche por quedarse con el chifonier antiguo.
-Y?
-Y??? Y?? Papá se puso loco, le dijo que eran muebles de niñas y que él era un varón. Él quiso explicar que lo usaría para guardar cosas pero papá no quiso escucharlo. Así que mamá intervino, le permitió a Nunew quedarse con el maldito mueble y yo tuve que acomodarlo. En verdad no sé qué hacer con él.
-Se que te molesta, pero la gente habla de él. Has tratado de hablar con tu hermano? Preguntarle si las cosas en el colegio le va bien?
-Él no habla, es el maldito problema, solo sabe hacer que mis padres peleen por su causa.
-No creo que sea así.
- Pero lo es. Va a tener trece años en poco tiempo, ya no es un niño. Debe cambiar su actitud, o la pasará mal. Mis padres...que harán con él cuando nos vayamos?- Si. Había hablado con Tae de mis dudas sobre la universidad, él lo tomó con alegría y planeó nuestra inscripción juntos, un dormitorio juntos y fiestas alocadas juntos. Nos habíamos emocionado un poco con la idea de irnos solos del pueblo e independizarnos, por decirlo de alguna manera. Yo por mi parte no le había dicho nada a mis padres...el tiempo pasaba y tarde o temprano tenía que contarles.
-Si quieres puedo intentar hablar con él. Mis abuelos quieren que este domingo nos acompañes en el almuerzo, trae a Nunew y trataré de iniciar una charla.
-Creo que te escucharía.
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Domingo al medio día estábamos mis padres, los hermanos Perdpiriyawong y yo en la casa de mis abuelos. Tae como siempre se ofreció a ayudar, mi padre aprovechó para que lo asista mientras cambiaba un mueble de lugar. Mi abuela se había empacado en remover la decoración de la sala, pero su brazo aún le dolía. Las mujeres estaban en la cocina y yo acompañé a mi abuelo al garaje, pero antes de perdernos ahí volteó para ver a NuNew- Tú muchacho- el menor se señala con duda- si tú! Sabes algo de motores- el niega- Ningún muchacho que pise mi casa será un ignorante en motores. Arrastra tu trasero con nosotros!- yo sonrió cuando noto la expresión asustadiza de Nunew a las palabras de mi abuelo, pero de igual manera se las arregló para apurarse y estar a nuestro lado.
-tranquilo, no muerde, y si lo hace estaré a tu lado- susurre con gracia, él solo me miró y dejó la tensión a un lado devolviéndome la sonrisa.
Si hubiera algo con qué guardar su acciones lo hubiera hecho. Mi abuelo le pedía llaves número trece, dieciséis, destornilladores paleta como órdenes, Nunew miraba la caja de herramientas como si fuera un diccionario Filipino o Irlandés. Dudaba constantemente y mezclaba todo con intención de encontrar lo que sea que fuera una llave número trece.
Yo tenía un refresco en mi mano y con la otra tapaba mi cara escondiendo la risa y pena que me daba al verlo. Mi abuelo lo miraba entre ofendido, como si en cualquier momento su mirada le dispararía algo en la cabeza. -Ven aquí muchacho- Nunew tímido se acercó- Un hombre debe saber entender un motor. Si tú entiendes a un motor entenderás a la vida y a las mujeres...entiendes? Quieres manejar tu vida correctamente- Nunew asiente con duda- entonces pásame la maldita llave número trece, en el hierro encontrarás el número- él se desliza hasta las herramientas y sonríe cuando lo encuentra, entre una pequeña carrera se acerca a mi abuelo y se la da. El viejo le sonríe y le palmea la cabeza como recompensa. El muchachito sonrió triunfante. Los observé, los dos tan unidos, el viejo explicaba sobre encamisar una tapa y juntas sopladas, lo que le sucede al auto si no tiene el aceite o agua correspondiente. Nunew escuchaba atento y hacía alguna que otra pregunta. Muy unidos.
Entré y me di cuenta que la mesa estaba por ser servida, papá y Tae habían logrado mover algunas cosas y mamá y mi abuela hablaban de algún chisme. Salí a buscar a los mecánicos del garaje, mi abuelo me dijo que estaría cinco minutos más, pero mando a Nunew a que me siguiera. Le mostré donde estaba el baño y entramos juntos para lavarnos las manos.
