XIII

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Estaba esperando a que se levantara. Sabía que iba a necesitar ayuda, seguramente no sería un buen despertar para él, lo escuché quejas varias veces anoche.
Tuve que salir a buscar algo para el desayuno y despejar mi cansancio con el aire fresco de la mañana y pensar en lo que iba a pasar.

Cuando entré con algo para comer lo vi comenzar a moverse continuamente, soltar unos quejidos aún sin que abriera sus ojos, hasta que de a poco sus ojos se acostumbraron a la claridad de la habitación. Al parecer se acordó algo de anoche porque quiso sentarse en un solo intento, fracasando al momento agarrándose la cabeza para tirarse al colchón.

-Carajos!-

-Yo que tu me tomaría con calma la resaca- se tenso al escuchar mi voz y se quedó inmóvil, parecía que no pestañeaba ni respiraba, puede ser que recuerde un poco más- traje algo para que tomes...sugiero que laves tu cara y vengas a comer algo.

-Dónde estamos?

-En un pequeño hotel- miró, aún esquivandome con sus ojos, su cuerpo, soltó un suspiro cuando noto que estaba vestido. Se levantó y cubrió su boca, buscó desesperado la puerta del baño y corrió hasta allí. Escuché cada arcada mezclado con tos y el sonar de la cadena del baño. Minutos después sale secándose la cara con una toalla...no me dirige la mirada, pero se vuelve a sentar en la cama donde estaba y con la toalla tapa su abdomen descubierto- ten- digo ante su incomodidad y me saco la camisa que traía puesta y se la ofrezco, suelo llevar siempre una remera debajo.
Toma la camisa y se anima a verme luego de que se la coloca, le ofrezco también una pequeña sonrisa para aliviar su nervios- un té te vendría bien para la descompostura.

-Mi boca sabe a mierda.

-Eso suele suceder cuando tienes resaca.

-Junto con un horrible dolor de cabeza.

-Debes tener cuidado con lo que bebes.

-Acaso me viste?

-Anoche? Desde que llegaste- confesé. Arrugó su frente cuando me escuchó y escondió su cara entre sus manos unos segundos.

-Se suponía que nadie nos vería. Planeamos por semanas nuestra salida lejos del pueblo con las chicas. Solo para encontrarme a nadie más y nadie menos que a tí. Parece que nuestro plan falló- cuando terminó de decir eso se percató de que estaba solo con migo- mis amigas? Buscó su celular y cuando no lo encontró enseguida comenzó a mover las sábanas en su búsqueda.

-Está en el cajón al lado de tu cama. Si preguntas por tus amigas hablé con una de ellas y ya les avisé que estabas bien. Tranquilo.

-Cómo?

-Llamaron cuando no te encontraron y atendí. Solo tendras que mandar la dirección del lugar y dijeron que luego pasarían por ti- encontró su celular y comenzó a llamar, una, dos, tres veces, pero no le contestaban- no contestan?- era obvio que no.

-No, deben estar durmiendo. Íbamos a quedarnos y pasar la noche en la casa de un pariente de Marvei, deben estar ahí.

-Tus padres saben que estas fuera del pueblo?- se tenso, pero se atrevió a verme desafiante.

-No es de tu incumbencia. Lo que haga o deje de hacer con mis padres, no tiene que importarte.

-Entonces? Saliste de casa a escondidas? Debes tener cuidado, hay gente peligrosa y si te pasa algo lejos de tu casa...

-Soy grande,  se cuidarme solo.

En eso llaman a la puerta, Nunew se sorprende y me ve con dudas, yo me levanto y me dirigo para abrir, sabía quien era y por más que quisiera intervenir, sé que de todos modos iba a pasar.
Abro para darle entrada a Tae, quien pasa por mi lado para estar frente a su hermano.

Mi punto de vista.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora