XIV

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Al  los días siguiente escuché como Tae hablaba por teléfono con su madre. El dormitorio estaba tan silencioso que podía escuchar sin problemas la conversación.

"Tu padre golpeó a mi niño, y no me deja entrar en su habitación para ayudarlo. Yo no puedo más hijo. Tu padre se ah convirtido en una persona que no reconozco. Jamás me levantó la mano, ni a ti, pero descarga toda su ira en mi pequeño?!. Pobre mi niño" decía en llanto. Me levante de mi cama y le observé, Tae no me esquivó la mirada, y pude ver un poco de arrepentimiento en sus ojos- iré en seguida. Papá suele escucharme, así que arreglaremos esto. Lo prometo.

Mientras se cambiaba y arreglaba sus cosas dijo- irás conmigo?

-No creo que deba ir. Tengo un trabajo que entregar en estos días.

-No te entinedo Zee, eres de esas personas que  siempre esquiva los problemas mayores. Debe ser tu método de supervivencia, vez algo que anda mal, tratas de analizarlo, pero a la hora de hablar o actuar siempre te quedas a un lado. Debes trabajar en eso. Si quieres cambiar algo, debes ir por ello, enfrentarte- Me quedé sin habla...siempre tuvimos confianza entre nosotros, sabemos demasiadas cosas el uno del otro. Pero rara vez nos escupiamos las verdades en la cara. Y lo peor es que tiene razón.- Y te necesito ahí. Yo no puedo llegar a Nunew. Pero tú siempre consigues la forma de hacerle hablar. Por favor. Amigo...

No necesité más. Cuando en unas horas más estábamos entrando en el auto para ir al pueblo. Sin antes presentarme en la oficina de profesores y dar la información de que nos ausentariamos unos días. Nos dieron el permiso, pero a cambió tendré que entregar tres trabajos extra largos y sé que Tae me ayudará.

El viaje siempre se me hace un poco largo, sobre todo cuando estamos en la última estancia y casi por llegar. Fue un viaje sin diálogos, solo música como compañía.

Al llegar la Sra  Perdpiriyawong nos esperaba con algo de comida sobre la mesa, y el Sr de la casa no estaba - Nunew! Nunew! Mira quien vino a vernos. Ven! - gritaba desde las escaleras la madre de mi amigo mirando hacia la planta de arriba. Nunca la vi en ese estado, tratando de arreglar el ambiente de su casa con desespero. Pero al ver que no había repuesta miro con preocupación a Tae.

-Yo iré- dije, tomando la iniciativa en subir las escaleras y llegar hasta la puerta de la habitación. Toque tres veces y entré sin esperar que me dejaran entrar.
Nunew estaba mirando por la inmensa ventana dándome la espalda, hice ruido y lo salude, pero el muchacho no me contestó. Tratando de obtener una respuesta me acerqué mientras miraba su habitación, completamente distinta, sin chifonier, sin accesorios, sin hojas y lápices danto vueltas. No tardé mucho en llegar hasta que estuve a su lado y tuvo que voltear a verme. Un labio roto en su esquina junto a un moretón fue lo primero que ví, tan vulnerable se habrá sentido que no aguantó el llanto y me abrazó.
Cielos! En verdad se guarda y aguanta muchas cosas. En forma de consuelo besé su cabeza y daba pequeños masajes en su espalda mientras seguía llorando. Minutos después se despegó de mi- Gracias- me dijo con una pequeña sonrisa. No pude no mirar de nuevo el golpe de su cara y quiso esconderla, pero antes de que mirara a un lado, tomé su rostro para verle de cerca, sin pensarlo, pase mi pulgar despacio por la grieta de su labio.

-No tiene que hacerte esto- sinceramente estaba enojado, me enojaba verle así. Haciéndose el despreocupado se soltó y camino hasta su cama para sentarse, le seguí igualando su actitud y me senté a su lado, apenas lo hice me abrazó de nuevo y puso su cabeza en mi hombro- Qué pasó con tu chifonier?- solté tratando de cambiar de tema.

-Después de lo de Vicent papá lo sacó. Llegué de la escuela y ya no estaba. El tema es que todas mis cosas que se encontraban ahí también desaparecieron. Todavía estoy enojado por ello.

Mi punto de vista.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora