Era el cumpleaños número trece de Nunew, lamentablemente teníamos jornada completa hoy, saldríamos muy tarde de la preparatoria entre las clases, los cursos y entrenamiento de béisbol.
Supe por Tae que sus padres también tendrían un día atareado, pero que compensarían al menor con alguna salida o viaje familiar apenas tuvieran tiempo.
Menna me acompañó al entrenamiento y los chicos y el grupo ya nos exigían que oficialicemos nuestra relación o lo que fuera que tuviéramos, estoy seguro que ella así lo quería, pero yo era el que dudaba. No se si estaba enamorado, sabía que había confianza, pero no se si quería algo serio. En unos meses más me iría del pueblo y no quería que pase por lo mismo que viví con Lenna. Si Lenna, Menna...Tae me dijo que se llamaban parecido, y que yo todavía estaba esperando a Lenna, y creo que en algún punto tiene razón. Ella siempre va a ser mi primer amor.
Cuando nos desocupamos caminamos hasta mi casa, mi madre nos esperaba con las llaves del auto en la mano- Por fin llegan!- no entendía nada- Tu abuela nos está esperando...vamos, vamos! Suban al auto!.
Y eso hicimos. En el camino nos contó que Nunew se pasó el día en la casa de mis abuelos y que ellos habían decidido preparar un pastel para él. Solo faltaba que lleguemos nosotros para unirnos.
Entramos a la casa de mis abuelos y estaba el ya adolescente inflando unos globos. Mi abuela ya había terminado de decorar el pastel y mi abuelo se encontraba arreglando la cámara de fotos a rollo para usarla. Saludamos al cumplañero, se lo notaba feliz. Mamá decoró la mesa y Nunew pidió un deseo antes de soplar las velas. Él agradeció a mis abuelos y ellos solo le sonrieron. Para la cena prepararon algo rico y mi abuela nos hizo ver, casi obligados, su novela favorita. Era la tortura para Tae y para mí. Creo que para Nunew también, pero disimulaba bastante bien. Lo gracioso es que el que más opinaba y criticaba sobre los hechos noveleros era mi abuelo.
De noche con mamá llevamos a los Perdpiriyawong a su casa sanos y salvos y nosotros fuimos a la nuestra.
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Por lo que contaba Tae, NuNew siguió asistiendo a la casa de mis abuelos, aunque no era lo mismo que ir a una casa de chicos de su edad, por lo menos ya no se la pasaba en su habitación.
Y parece que algún consejo de mi abuela habrá seguido porque las mismas tres chicas que alguna vez habían ido a realizar tarea empezaron a ir con frecuencia a la casa de los Perdpiriyawong. Pero yo seguía siendo el único que me tomaba el atrevimiento de quedarme a dormir, cenar y pasar tiempo en familia.
Después de eso todo estuvo bien por semanas...
O eso pensaba.
Nunew una tarde volvió a tener problemas con los chicos de su escuela. Su uniforme a veces venía desordenado y sucio. Pero dentro de la casa él no decía nada. Nadie decía nada. Su comportamiento era el mismo de siempre, callado y distante.
Escuché a sus amigas susurrar en la cocina que el menor estaba golpeado y que le "dolía la zona", una de ellas estaba tratando de juntar hielo en una tela para poner sobre el golpe.
Esa misma noche intenté confrontarlo, me cole en su habitación cuando todos en la casa dormían, solo él tenía el hábito de dormirse sobre la madrugada.
Se sorprendió cuando me vió entrar poniéndose una camisa manga larga. Sin pedir permiso le levanté la prenda y vi el moretón que tenía en la zona de la cadera y cintura.
-Por qué no pides ayuda?
-Puedo manejar esto.
-Cómo lo haz hacho anteriormente? No olvides que te veo llegar en mal estado hace varios días. Esto es el límite, Te están golpeando!- se cubre el golpe y me esquiva pasando por mi lado, ignorándome busca su dicsman, se sienta sobre su cama y agarra el cuaderno junto al lápiz y comienza a dibujar- Me preocupo por tí.
-No eres mi hermano, eres el amigo de mi hermano, Zee.
-Pero hay algo que puedo hacer por tí.
-Si- dijo cortante y seguro para ver mi rostro- hay algo que puedes hacer...deja de espiar detrás de mi puerta.
