Lin y Kya

Antes de la boda

Era ya el día de la boda de la adorable Zhu Li y el pomposo de Varrick, nuestra jefa de policía se había levantado muy temprano para cumplir con su deber en Ciudad República, dicha mujer se paso toda la mañana y la mayor parte del día de ayer analizando reportes y ordenando papeleo sobre todo lo aquello que inmutara la "Tranquilidad" de la ciudad.

Después de revisar y entregar cada uno de los reportes a los oficiales asignados, a los cuales dejaba especificaciones en caso de que no pudieran cumplir con lo indicado, por fin decidió que era hora de comer algo, pensó en comer en la misma jefatura como todos los días pero algo en su interior le dijo que saliera a caminar y  buscar algo de comida, y así fue, cruzo la gran puerta de la jefatura y lo que vio le agrado muchísimo, aun que en ese momento no quisiera aceptarlo.

Lo primero que capto la jefa de policía fue una piel morena y una vestimenta estilo Agua muy particular que a su vez era único e inconfundible, Kya, si, la ojiazul estaba frente a la estación parada a un lado de una banca, parecía estar bastante aburrida y aparentemente estaba sola, la gran maestra metal se debatía internamente entre si ir con aquella sanadora o tirar rumbo a otro lado.

Lin Beifong se acercaba a pasos lentos a la mujer que se encontraba recargada en una banca frente a su casa, podría decirse que esa era su casa ya que paso más tiempo ahí que en cualquier otro lugar, a cada paso que daba la armadura se hacía pesada e intentaba inventar alguna escusa creíble para pasar un rato con su vieja amiga. Estaba a un paso y un toque en el hombro para que la morena volteara pero algo, mejor dicho alguien, interrumpió su momento.

- ¡Kyyyyaaaa! - Una joven, la misma del otro día, se acerca y abraza a la sanadora con mucha fuerza. El cuerpo de la maestra metal se tensa frió, con una fuerza de voluntad casi inhumana trata de relajar su mandíbula para que esta no se destroce. No sabia el por que pero estaba muy enojada.

- Yo... yo... Quería pedirle algo muy importante para mi - La tal Yue trato de hablar mujer con la morena.

- ¿Qué pasa Yue? - La sanadora comenzó a hablar para seguir la conversación pero sintió una mano bastante conocida en su hombro y volteo para confirmar a quien le pertenecía a aquella mano - ¿Lin? - Pregunta con un rostro casi de espanto, mi mueca de disgusto le afirma que su casi sorpresa me molesta un poco - Perdón - Se disculpa rápido - ¿Que haces fuera tan temprano?- me sonríe para apaciguar su culpa.

- Creí haberte visto así que me acerque pero... - No creaba una excusa creíble, pensaba en decirle la verdad, pero soy demasiado cabezota para comentar que quería pasar tiempo con ella - Me voy debo ir a comer, adiós - Mi estúpido orgullo y mi voluble temperamento se hicieron presente y dieron paso a una huida que no pudo concluir.

- Genial, nosotras también vamos a comer - Kya miro a Yue - Vamos - Le dijo mientras me tomaba del brazo como cuando salimos de compras y hacia un ademan con la mano para que su amiga se uniera.

Nos dirigimos a un restaurante cercano, ordenamos y conversamos un poco bueno, yo solo escuchaba y hacia pequeños comentarios de sus historias como "Uhmm", "Aja", "Ohh", parecía chica de onomatopeyas cuando Yue hablaba pero mágicamente mi interés volvía cuando era el turno de Kya para relatar alguna anécdota. La tarde pasaba lenta entre tantas conversaciones hubo un tema en el cual me interese un poco mas, no fue intencional pero ¿Como no interesarse con un tema tan poco común como ese?.

- Después de eso fui con Korra y me confesó que sentía una cierta atracción por Asami - Terminaba de relatar Kya mientras sonreía.

- Ohh... Espera ¿Qué?, ¿A Korra le gusta la Srta. Sato? -Mi cara desencajada lo decía todo.

- ¿No sabias? - Se reía y burlaba de mí. - Asami fue a la única que Korra le respondió aunque sea una carta - Seguía riendo, pero en ves de molestarme me agradaba escucharla reír.

- No tenía ni idea - Pensé y encontré un pequeño indicio que hizo que mi curiosidad saliera a la luz - ¿Esa carta de la envió hace como un año? - La sanadora paro de reír en seco.

- Si...- Susurro - ¿Como lo supiste? - Una línea en forma de sonrisa se dibujo en los labios de la jefa de policía.

- Puede que a Sato le guste Korra también - Concluí sin pensar y me dispuse a explicar el porque - Hace aproximadamente como un año y algo Sato se veía mucho mas decaída de lo normal, jamás descuido su trabajo pero Raiko la tenia bajo mucha presión por lo de las carreteras, calles y edificios de Ciudad República.Esa niña estaba a punto de explotar. - Lo sé porque mas de una vez he estado en su situación y no es de las mejores cosas que te pueden pasar - Pasaba todo su tiempo en la industria, cualquiera al verla diría que se veía "feliz"- Hago comillas con mis dedos - trabajando en sus cosas. yo también lo hubiera creído pero en su cara veía esa felicidad a medias, felicidad falsa... Felicidad vacía sin fundamentos, su trabajo iba al por mayor pero estoy segura que algo le faltaba.- Suspire hondo - Una tarde decidí ir a verla, estaba preocupada - una sonrisita tierna apareció en el rostro de mis dos acompañantes - Ajaaamm - Me aclare la garganta - Como decía. Fui en la tarde, me recibió y parecía que acababa de leer una carta pues la estaba mirando con una sonrisa tan amarga y a la vez tan llena de esperanzas... -Sonreí al recordarlo - Me miro y la guardo en el saco que portaba. Le pregunte que pasaba pero ella se limito a sonreírme mientras secaba sus ojos que estaban un poco llorosos.

- Creí que no tenias sentimientos - Hija de Vaatu, pero quién demonios se cree la tal Yue está para hablarme así.

 -Solo pocas personas nos damos cuenta que tiene poquitos- La morena le giño un ojo a su amiga- Lin ha sido de piedra por mucho tiempo que nos ataca a pedradas-

- Bien, si no tienen algún otro comentario sobre mi vida de la cual no tienen ni idea, me retiro - Me levante, pague la cuenta muy enojada y salí con mucha velocidad .

Me dispuse a tomar el transporte hacia mi departamento pero percibí que no estaba muy lejos de aquel restaurante así que decidí caminar hacía el. Caminaba pensando en todo y nada a la vez hasta que sentí una mano en mi hombro.

- Siento haberte agredido con mi comentario, estuvo fuera de lugar - Se disculpo la voz muy suave a mis espaldas. En vez de calmarme me tenso de sobremanera. Era Kya - Aunque a decir verdad. Tengo razón. - ¡Espíritus! Detesto que tenga razón. Agache la cabeza.

- Trate de ser amable - Confesé mientras me volteaba. Aun estaba un poco enojada.

- Lo se, a decir verdad creí que no contarías lo que ocurrió con Asami - Me mira, su mirada es tan tierna y a la vez tan penetrante - Gracias por contarnos y no atacarnos ahí mismo - Se ríe y me hace sonreír.

- De nada - Sonríe y su sonrisa es como una jodida cura para todo. Solo nos miramos hasta que siento que es un poco incomodo y noto que falta algo, o mejor dicho alguien.- ¿Y tu amiga? - Pregunto sin rodeos.

- Se fue, nos veremos en la boda así que se fue para... - La jefa de policía no ponía negar que le hervía mas que literalmente la sangre, no detestaba a la chica, solo que le molestaba de sobremanera que una persona ajena a todo estuviera ahora tan apegada a la sanadora. - ¿Sucede algo? - Lin negó efusivamente con la cabeza - Te notas molesta-

-Estoy bien, solo se me olvido que hoy era la boda - Mintió descaradamente, pues nosotros sabemos que fue por eso que trabajo tan duro el día de ayer y parte de hoy. - Debo ir a cambiarme de ropa y eso. - La morena de ojos azules la llego a conocer también que supo que estaba mintiendo.

- Mientes, pero ya es tarde, así que hablaremos en la boda. Nos tenemos que ir a arreglar y eso no es cosa fácil - Se ríe y detiene un transporte que la dejara justo frente a los barcos que te llevan a la isla del templo del aire y justo antes de entrar me dice - Ahh, por cierto. Fue Varrick quien la invito, por que trabaja para el. - Me sonríe - Hasta unas horas Jefa.- Se despide de una forma militar colocando sus dedos de la mano derecha junto a un costado de la sien en señal de respeto.

- Hasta unas horas - Susurro para mi mientras una sonrisa despreocupada se escapa de mis labios.