El día que las estrellas dejen de brillar✔️

EPÍLOGO

EPÍLOGO

A THOUSAND YEARS

¿Pensabais que os iba a dejar sin epílogo? :)

Un año y tres meses después.

Narra Leslie

La cita ha ido con éxito.

Salgo del edificio con una gran sonrisa en el rostro. Va a ser la última vez que venga tan seguido cómo lo he estado haciendo en este último año. Es la primera vez que puedo decir con seguridad que lo he conseguido. Que he conseguido avanzar.

Siento una oleada de paz cuando salgo a la calle, feliz por lo que he conseguido en este último año. Tras duro esfuerzo y mucha insistencia con el psicólogo y sus recomendaciones que debía seguir al pie de la letra, lo conseguí.

Hace tiempo que esa voz no ha vuelto a aparecer por mi cabeza. Y estoy muy orgullosa de mi misma de, por fin, haberlo conseguido.

Hago una pequeña parada por la academia de baile ya que debo recoger varias prendas para las competiciones. Hace unos meses la dirección de la escuela nos preguntó a varias profesoras si, a parte de enseñar, queríamos probar y apuntarnos a las competiciones adultas que también formaban parte de la academia. Yo no dudé y acepté. No tenía nada que perder.

Y me salió bien. Estoy a días de mi primera competición de baile a nivel regional. Si resulta que gano, daría otro paso para ser a nivel nacional. Estoy muy nerviosa por ver que va a ocurrir pero estoy demasiado emocionada. Esto era lo que tanto había soñado y ahora, después de tanto tiempo, lo estaba consiguiendo. No iba a desaprovechar esta oportunidad, porque a veces no se vuelve a dar. Y no quería arriesgarme.

También aprovecho para pasarme a recoger los libros que voy a necesitar para mi último año de carrera. En menos de un mes empiezo cuarto. ¿Quién diría que estoy a punto de finalizar mis estudios? Siento que los años han pasado tan rápido que no me han permitido disfrutarlos bien, como yo quería.

Camino hacia el parking donde dejé aparcado mi coche. Mi primer coche. Llevo ahorrando tanto tiempo para tenerlo que ahora sigo sin creerme que ya forme parte de mi realidad. Es un vehículo de tamaño pequeño, pero está bastante bien si solo lo utilizo yo. Aunque a veces hago de chófer con Amelie cuando lo necesita.

Mis ojos se desvían hacia mi muñeca derecha cuando coloco las manos en el volante. Justo donde tenía la cicatriz. Sonrío al ver las estrellas que lo tapan. Aquel tatuaje que me hice el verano pasado para seguir avanzando. Creo que fue una de las mejores decisiones que hice. Estoy enamorada del tatuaje. Recuerdo que se lo dije a Niclas aquella vez que fuimos a ver las estrellas.

Siento un pequeño pinchazo en el pecho cuando pienso en él. Mentiría si digo que he dejado de pensar en él. Pero como he dicho: mentiría. Mi corazón aún le sigue perteneciendo. Ha pasado más de un año desde nuestra despedida, pero no le he podido decir aún un adiós definitivo. Es lo único que me queda por hacer.

Desde que Niclas se mudó, al principio manteníamos el contacto. Pero sentí que no podía seguir avanzando si él seguía ocupando toda mi mente. Poco a poco dejamos de hablar hasta romper total contacto.

Hace un año desde nuestro último mensaje. Hace un año que no sé nada de él. Y es mejor así. Les pedí a Amelie y a los chicos que no me contaran nada de Niclas, que no le mencionaran si yo estaba con ellos. Por mucho que me doliera, no querría saber si ha encontrado a alguien más. No podría.

Conduzco de vuelta a casa, cantando cada canción que aparece en la radio. Algo que he aprendido en todo este tiempo es a estar sola. Disfruto de mi compañía y he comenzado a amar hacer cosas sola. He aprendido a amarlo.