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Habían pasado ya tres meses desde que comenzó su nuevo empleo y las cosas iban... bien.

Bien porque era la primera vez que era el jefe de un departamento en específico y eso le causaba mucha ilusión, significaba que estaba haciendo bien su trabajo y que confiaban lo suficiente en el como para darle una responsabilidad como esa.

Bien porque había logrado formar una amistad con sus compañeros ¡y ya no se robaban el almuerzo de nadie! Todos comían a la misma hora y compartían el tiempo libre que tenían. Hoseok, Jimin y Namjoon llevaban ya años siendo amigos, se habían conocido en ese mismo trabajo y las responsabilidades que tenían los había unido, y al parecer Taehyung había trabajado en algún punto con ellos tres, eran un gran grupo de amigos, incluyendo a Yoongi, a quien todavía no tenía la suerte de conocer, pero según sus compañeros era una buena persona, y tenía muchas cosas que hacer, negocios que administrar, así que Jeongguk nunca se preocupó mucho por eso.

Pero si las cosas iban tan bien, ¿por qué aún no tenía la suerte de ser el empleado del mes?

Estaba próximo a cumplir cuatro meses en ese trabajo y nunca antes había durado tanto tiempo en uno, normalmente renunciaba en cuanto le daban el reconocimiento al mejor trabajador y conseguía un empleo nuevo, hasta repetir la historia.

Se había sorprendido cuando Hoseok le dio la copia de su contrato que Taehyung le había prometido, pues no recordaba haber firmado bajo el puesto de "jefe de piso", eso significaba que el era el encargado de las ventas físicas mientras Jimin se encargaba de pedidos online, por el otro lado estaba Hoseok quien llevaba la administración y Namjoon era quien se encargaba de que hubiera suficiente mercancía para vender en tienda y en línea.

Pero Jeongguk nunca había tenido un cliente.

Se la pasaba viendo series y escuchando música, incluso había días en los que contemplaba darse por vencido y renunciar, el aburrimiento era demasiado y sentía que estaba perdiendo el tiempo. Podría estar aprovechando las horas perdidas estudiando, buscando un mejor trabajo con buena reputación y no demostrándole a sus padres que era un bueno para nada.

Un sollozo salió de sus labios provocando que se abrazara más a sus piernas, escondiendo la cara entre sus rodillas. Tal vez si cerraba los ojos con fuerzas podía desaparecer.

Llevaba al menos una hora en el pasillo de los vapes, donde todos podían salir a relajarse y fumar un rato, desestresarse de su trabajo y olvidar sus responsabilidades, pero ese no era el caso de Jeongguk.

Sus amigos ni siquiera habían notado que había desaparecido, lo cual significaba que en el tiempo que llevaba ahí, no había entrado ni un cliente a la tienda, recordándole de nuevo que su presencia no era indispensable.

Se sentía atrapado.

Atrapado porque quería renunciar, salir de ahí y buscar algo mejor que le hiciera sentir que no estaba perdiendo el tiempo, pero por otro lado tenía la responsabilidad de decepcionar a su amigo sobre sus hombros.

Taehyung se había vuelto alguien importante para el, lo conoció en uno de los momentos más bajos de su vida y fue el quien se encargó de aconsejarlo, dándole ánimos para salir adelante y demostrándole que estaba bien caer, siempre y cuando aprendiera de sus errores para levantarse más fuerte que nunca. No quería demostrarle que sus padres tenían razón y era un fracaso.

Y si seguía aferrándose a ese trabajo era por el. No quería decepcionarlo.

Pero estando ahí sentado en el piso, con las mejillas empapadas, llorando por la desesperación que el no saber qué hacer le causaba, solo demostraba qué tal vez si era todo lo que temía.

Talla S. (Yoonkook/Kookgi Social Media AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora