Había pasado el resto del día entre los brazos de su hyung. El mayor se la había pasado intentando calmar sus nervios y sirvió, la comida que le preparó y las películas que vieron después lo mantuvieron con la mente lo suficientemente ocupada como para no volver a pensar en lo que había pasado más temprano ese mismo día. Pero después de que Seokjin le prometiera que se encargaría de la situación, contándole a sus superiores en el trabajo, antes de marcharse, los recuerdos habían regresado.
Le había prometido a su hyung no regresar al trabajo la siguiente mañana, ni el resto de la semana o el mes. Esa había sido su renuncia.
Pero algo que no discutieron había sido el lugar de Taehyung en esa situación, ¿su amigo tenía idea de lo que había detrás de la puerta roja? El había dicho que sabía de su existencia, pero no dijo nada más.
¿Si Taehyung trabajaba para Yoongi significaba que usaba todas esas cosas que había en la bodega? Y era absurdo si se ponía a pensarlo, pero si lo pensaba por mucho tiempo su mente lo traicionaba. Porque era cierto que Jeongguk conoció a Taehyung de una manera... anticuada. Pero con el pasar del tiempo le había demostrado que era una persona confiable, no había manera de que Taehyung supiera de lo que había detrás de esa puerta y si lo sabia, entonces era un muy buen actor y Jeongguk sabía que Taehyung no era un buen actor, no pudo mentirle a su hyung cuando se fue al servicio militar y terminó abrazado a él por diez minutos porque lo extrañaría, no pudo mentir la vez que el menor se veía ridiculo con un nuevo corte de cabello, ni siquiera pudo ocultarle su verdadero nombre por mucho tiempo.
Su cuerpo estaba en un estado de shock, de vez en cuando sentía como su cuerpo daba espasmos para liberar la ansiedad en su sistema por medio de tics, pero en general estaba perdido en el tiempo. Ni siquiera sabía cuánto tiempo llevaba sentado en el pequeño sofá de la sala de estar en su departamento.
No entro en razón hasta que escucho el timbre.
¿Seokjin habría olvidado algo?
¿Iban a cobrarle la renta de nuevo? No, Yoongi la había pagado.
"¿Yoongi?"
Pero no lo había pensado, de hecho el tono de asombro con lo que lo pronunció lo sorprendió tanto como ver al mencionado del otro lado de la puerta en cuanto la abrió.
Yoongi tenía un semblante casi devastador.
Estaba pálido, con el cabello desordenado y ¿estaba vistiendo su pijama?
"Jeonggukie, bonito, Dios." Expresó antes de tomarlo por la nuca y terminar juntando sus cuerpos en un abrazo apresurado que Jeongguk no correspondió, ¿qué estaba pasando? "Vine en cuanto me enteré, ¿estás bien? ¿No te pasó nada?" Pregunto después de romper el abrazo de golpe, sus manos se pasearon por las extremidades del otro, inspeccionándolo.
Y a Jeongguk le tomo... ¿cinco segundos? Reaccionar.
O al menos lo sintió como un parpadear.
En cuanto las manos del mayor hicieron contacto con sus mejillas y sus miradas se conectaron, Jeongguk no tardo en apartar su tacto de su manotazo, terminando por empujarlo por el pecho haciéndolo tambalearse.
"No me toques." Le ordenó.
Y las bonitas facciones de Jeongguk habían perdido vida, porque si Yoongi estaba pálido y lucia descuidando, Jeongguk parecía un fantasma y se sentía como uno porque no había manera de que todo lo que estaba ocurriendo fuera verdad.
"Jeonggukie, ¿qué-?"
"Largo de mi casa. Ahora." Lo interrumpió. "O llamaré a la policía." Y el mayor lo vio con confusión, casi incrédulo. Tenía el ceño fruncido y los labios entre abiertos.
"¿De qué hablas? No me iré sin asegurarme de que estás bien."
"¿Bien?" Una risita nerviosa salió de los labios del menor. "¿A ti te parece que estoy bien?" Pregunto irónico. "No lo sé, Yoongi. ¿Cómo estarías tú después de ver lo qué hay detrás de la puerta roja?"
"Igual de confundido que tú." Le respondió, dando cuidadosos pasos hacia el menor, intentando calmarlo. "Déjame explicarte."
"No tienes nada que explicarme, puedo ver con claridad, muchísima, aunque no quisiera y vi cosas." Le aseguró, retrocediendo. "No tienes que explicarlo si ya lo vi."
"Pero no lo entiendes." Negó con la cabeza. "Dios, por favor deja de huir de mi."
"Lo siento pero de verdad no quiero que me asocien con criminales." El menor se excusó, haciendo exactamente lo opuesto a lo que el mayor le pidió. "Solo... Vete, okay? Si quieres puedo fingir que no vi nada, ¿si? Te lo prometo, me mudaré si eso es lo que quieres."
"Jeongguk, ¿de qué hablas?"
"Se que Jin hyung es un militar pero-"
"¿Jin es militar?"
"¡Pero no dirá nada!" Lloriqueó, ¿y en qué momento había empezado a llorar? Tal vez había sido el pánico que la situación le causaba o el hecho de que su espalda había pegado contra la pared, impidiéndole que continuara alejándose del otro. "Pero por favor no me hagas nada, ni a hyung, ni a Taehyungie por favor, solo vete."
"Jeongguk, jamás te haría daño." El mayor le aseguró. "Por favor déjame ex-"
"Por favor, Yoongi..." Murmuro entre lágrimas, alzando las manos a la altura del rostro del mayor, frotando sus palmas en señal de súplica. "Por favor..."
"Jeongguk..."
Y lo siguiente que sintió fueron los brazos del otro hombre envolver su cuerpo y Jeongguk lucho contra el agarre, se opuso, golpeó su pecho, arañó sus brazos y forcejeo con el otro pero su cabeza nunca dimensionaría la fuerza que el otro tenía.
Los minutos pasaron pero las lágrimas de Jeongguk nunca cesaron, empapando la pijama que el otro portaba, estaba con el rostro escondido en la seguridad que la curvatura del cuello del otro le daba. Estaba perdido en su colonia, el cómo está tenía el poder de envolverlo y tranquilizarlo, tomando grandes bocanadas de aire cada que un sollozo escapaba de sus labios. Todo a su alrededor gritaba Yoongi.
"La policía lo sabe." Lo escucho decir después de permanecer en silencio por largos minutos que se sintieron como horas. "Están en el lugar. Hoseok revisó las cámaras de seguridad y vio todo. Vio lo mismo que tú y a todos nos sorprendió. Llame a la policía en cuanto recibí las grabaciones y vine en cuanto los interrogatorios terminaron. Solo quería asegurarme de que estuvieras bien." Murmuró contra su oído, mientras apretaba el agarre en su cuerpo.
Y Jeongguk absorbió la información por un par de minutos más, su respiración regulándose al igual que su corazón, ahora latiendo a la par del del mayor, dejando un rastro húmedo en su rostro y la ropa del otro, el único recuerdo de los eventos de ese día.
"¿Estás bien?" Le escucho preguntar y por instinto el menor rompió el abrazo, buscando la mirada del otro, buscando algún tipo de señal de que estaba mintiendo pero no la encontró.
No cuando Yoongi lo miraba de esa manera que ponía el mundo de Jeongguk de cabeza, la misma manera que desataba una estampida en su pancita y le hacía olvidarse de todo y de todos, concentrándose solamente en el dueño de aquellos preciosos ojos color avellana que le habían robado la respiración desde el primer día que los vio.
"¿Es un sueño, hyung?" Le pregunto en un susurro, obteniendo como respuesta una sutil caricia en la mejilla.
"Vayamos a la cama, lo hablaremos mañana con más calma después de que hayas descansado, ¿qué te parece, mmh?"
"¿Te quedarás?" Le preguntó, aferrándose a la playera que el otro portaba, sus manos ciñéndose en un puño que se negaba a que la distancia se interpusiera entre los dos.
"¿Quieres que me quede?" Y Jeongguk jamás había asentido con tanta rapidez y la respuesta hizo sonreír al mayor. "Vayamos a dormir, cariño."
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Talla S. (Yoonkook/Kookgi Social Media AU)
FanfictionDónde Jeongguk empieza su nuevo trabajo el lunes y no puede contener la emoción. ¿O era nueva vida?