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El vuelo había sido lo más fácil, sesenta minutos que pasaron en un pestañear, cuando abrió los ojos ya se encontraba en el tráfico de la ciudad y estaba siendo demasiado tedioso.

El cuello de la camisa le sofocaba y la tensión le pesaba en los hombros. No había tomado la decisión correcta y lo sabía, eso era lo que más le fastidiaba. Porque si había algo que caracterizaba a Yoongi era su toma de decisiones, siempre de manera democrática y para nada espontáneas, eso era lo más importante, el tiempo. Por eso siempre lo mencionaba, odiaba perder el tiempo, no organizarlo, no sacarle provecho y justamente lo que estaba haciendo se sentía como eso: una perdida de tiempo. O al menos de eso se estaba convenciendo.

¿Justamente que iba a lograr viajando de una punta del país a otra por un chico? Un chico que apenas conocía hacía un par de meses, un chico que no era suyo, apenas y trabajaba para el, y todo era por un ganar-ganar. Ni siquiera podía reconocerse a sí mismo.

Todo era culpa de Taehyung, era la única persona a la que podía culpar. Todavía recordaba el maldito día que fue a buscarlo, se atrevió a ponerse de rodillas y rogarle que le diera trabajo a uno de sus nuevos amigos. Le vendió la historia triste: Jeongguk era un chico sin apoyo familiar, sin trabajo y al parecer una persona de buenos modales, no merecía ningún tipo de sufrimiento, o esas habían sido sus palabras. Claramente a Yoongi no le conmovió ni un poco la historia, ni siquiera lo conocía y no le debía nada, era un caso perdido. Pero Taehyung insistió de una manera en la que nunca lo había visto, casi juraba que le brillaban los ojos cuando hablaba de Jeongguk, probablemente era un estupido crush que se le pasaría con el tiempo.

Pero después de investigarlos, se dio cuenta del tipo de relación que Taehyung llevaba con Jeongguk, era como si se hubiera inventado otra vida e intentará remediar todos sus errores. Los dos salían a pasear junto con otro chico, (que tiempo después descubrió que se llamaba Seokjin), iban a karaokes, parques de diversiones, de compras, tenían pijamadas y fingía ser un ciudadano ejemplar. Era casi triste y patético, pero Yoongi terminó convencido después de que le dijera que Jeongguk sería una buena adición a la tienda y que ayudaría con la coartada de fingir ser un negocio legal que pagaba todos sus impuestos. Absurdo.

Lo que no se tomo tiempo de investigar fue la vida de este chico, Jeon Jeongguk, no hasta que lo conoció y puso sus ojos en el. Ahí fue cuando entendió la obsesión de Taehyung con Jeongguk. Si, Jeongguk era un dolor de cabeza cuando se lo proponía, pero con esos ojos a Yoongi se le olvidaba hasta su nombre, por eso cuando pensaba en Jeongguk solo una palabra se le venía a la mente: peligro.

Porque todo había pasado demasiado rápido, primero había actuado como un patan y había intentado meterse bajo sus pantalones, porque siendo sincero, eso era lo que siempre hacía y con un par de regalos y promesas rotas, todos caían, era ya su manera de operar. Lo que no tomo en cuenta fue la personalidad de este chico, espontáneo, divertido y estúpida, estúpidamente inocente.

Jeongguk era demasiado bueno. Se preocupaba por los demás, sus amigos, los árboles, gente extraña e incluso los perros de la calle, si, hasta de los bichos. Su comportamiento se podía explicar probablemente por sus lecciones de vida, porque si, el universo era una mierda hasta con esos que intentaban mejorar la vida de los demás. Y eso era algo que Yoongi nunca podría entender.

Llámenlo obsesión, pero la manera en que empezó a preocuparse por Jeongguk terminó preocupándolo a el, a veces se preguntaba si ya había comido, que estaba haciendo y si se había abrigado bien, no quería que se enfermara. Y eran esos pensamientos lo que lo mantenían lejos del chico, porque sabía que le haría más mal que bien. Los viajes de trabajo eran una excusa, si, tenía que viajar a diferentes destinos solo para asegurarse de que todo estuviera bien, pero no era necesario pasar meses en un lugar, siempre podía controlar todo desde casa, mandar a alguien, el era el jefe por algo, en eso Jeongguk tenía razón.

Talla S. (Yoonkook/Kookgi Social Media AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora