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Había llegado temprano y no es que a Jeongguk le encantara llegar media hora antes a su lugar de trabajo, pero culpaba al perro de uno de sus vecinos de vecindario que había decidido hacerle la mañana imposible al perseguirlo por al menos tres calles, antes de darse por vencido y regresar de vuelta a casa.

Tuvo que correr medio maratón que casi lo hacen arrepentirse de haberse ejercitado por la mañana pero tenía suerte de disfrutar ese hobby. Relajar los músculos, llevarse al borde por presionarse a dar más, los calentamientos, todo el conjunto de actividades le ayudaban a despejar la mente y en si era algo que le gustaba hacer. A parte, le gustaba recibir halagos por sus piernas.

Tal vez por eso había decidido ponerse skinny jeans esa mañana, o porque sabía que vería a su jefe. Normalmente cuando salía a comer con Yoongi era de imprevisto, llegaba por el en las tardes y le enseñaba el menú de un restaurante local que vendía la mejor comida japonesa del país y siempre estaba en lo correcto.

Pero era la primera vez que lo veía tan temprano y con aviso previo a su visita. Habían pasado cuatro semanas desde que empezaron con sus pequeñas citas por las tardes, pero nada de que preocuparse, seguían siendo de negocios.

"Wow..." Escucho la voz del mayor en cuanto este se bajo de su lujoso auto, rodeándolo hasta quedar frente al menor. Era obvio que la mirada del otro escaneo su figura. Jeongguk vestía sus famosos ripped skinny jeans y una linda camisa negra de manga corta que dejaba al descubierto sus tatuajes. Incluso se había tomado el tiempo de arreglarse el cabello, ya necesitaba un corte, se dio cuenta cuando pasó más de veinte minutos acomodando los mechones de cabello que se negaron a permanecer en su lugar así que caían con gracia sobre sus facciones, pero se veía bien, lo sabía. Se había arreglado así a propósito. "Que lindo te ves." El mayor no tardo en halagarlo, y aunque Jeongguk lo había hecho con la intención de esperar esa misma respuesta, sus lindas mejillas no tardaron en sonrojarse, provocando que su mirada se apartara casi de manera fugaz al hacer contacto visual con el mayor. "Hola bonito, ¿no vas a saludar a tu hyung?" Lo escuchó burlarse de él, pero no lo culpen, Jeongguk se vistió con la idea de impresionar a su mayor pero el que había terminado anonadado al ver al otro, había sido él.

Yoongi vestía una camisa simple blanca con una chaqueta azul por encima arremangada hasta los antebrazos, jeans simples y su cabello caía libremente a los costados de su rostro, sin estilizarlo como lo arreglaba normalmente cuando portaba traje. Ese día era la excepción, y era la primera vez que Jeongguk lo veía con ropa simple, nada de formalidades. Y se veía guapísimo.

"Hola, hyung." Murmuro en un hilo de voz, conectando sus miradas de manera fugaz antes de regresar la vista hacia sus manos, que jugueteaban entre sí.

"¿Eres así de tranquilo por las mañanas, mmh?" Le escucho preguntar y las mejillas de Jeongguk lo traicionaron al encenderse de un intenso rojo. "¿Se te acabo la energía después de ejercitarte, uh?"

No pero me pones nervioso.

Claramente lo pensó, porque no se atrevería a decirlo en voz alta.

"Encontré un lugar increíble para llevarte a desayunar, tal vez después de comer tengas más energía." Le sugirió, acercándose lo suficiente para apartar uno de los mechones rebeldes que caían por su rostro. "¿Te parece bien?"

"Uhm..." El menor murmuró, tal vez porque lo estaba considerando o tal vez por la pronta cercanía entre los dos, o por la mano del otro que se encargaba de pasar sus curiosos dedos por su brazo entintado, trazando cada uno de sus tatuajes.

"Siempre me ha fascinado la idea de como la gente marca su cuerpo para siempre." El mayor comentó, robándose su atención. "No todos toman buenas decisiones haciéndolo, pero tu claramente lo pensaste bien. ¿Tienes en otra parte?"

Talla S. (Yoonkook/Kookgi Social Media AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora