62.

214 23 1
                                    

Los minutos pasaban y lo único que podía escuchar era el latir del corazón del otro contra su oído.

Tuckut, tuckut, tuckut.

Era casi pacifico, latía al ritmo perfecto, tranquilo, y continuo, completamente lo opuesto al suyo.

Jeongguk había despertado aproximadamente hacia media hora ya y lo que lo había dejado inmóvil había sido la posición en la que estaba; recostado sobre el pecho de Yoongi.

Obviamente tenía el corazón latiéndole al mil por hora, incluso había considerado estar pasando por un ataque de taquicardia pero lo descartó después de asimilar la situación.

Los acontecimientos de la noche anterior no tardaron en inundar su cabeza, tenía preguntas sin respuestas, incluso tenía respuestas que no terminaba de asimilar, porque nunca en su vida había pasado por momentos tan estresantes que lo hicieran cuestionarse su existencia y la de los que lo rodeaban.

Por un lado todo tenía sentido, Yoongi visitándolo después de que Seokjin se marchará, vestido en sus pijamas y con un semblante en el que nunca quería volverlo a ver. Había entrado en shock pero un shock de emociones que lo había dejado con el rostro empapado pidiendo por su vida y la de sus amigos, pero de alguna manera había terminado así; durmiendo sobre el pecho del mayor.

Todo parecía de película, no tenía otra explicación o al menos no podía pensar en otra, no cuando sentía los cálidos dedos de Yoongi aferrarse a su cintura, rodeándolo con el brazo y negándose a que la distancia siquiera existiera entre sus cuerpos. Pero eso no era todo, sus piernas estaban entrelazadas y estaban tan cerca que Jeongguk podía sentir la respiración de Yoongi haciéndole cosquillas en la cabeza, provocando que su cabello se removiera inquieto ante el aire que exhalaba.

Así que si, su corazón estaba a punto de salirse de su pecho.

"¿Qué tanto piensas, mmh?" Lo escucho, con una voz mañanera absurdamente ronca que casi provoca que el pobre corazón de Jeongguk se diera por vencido. "Puedo escuchar los engranes de tu cabeza hasta acá." Y Jeongguk simplemente se quejó, jadeando avergonzado antes de terminar por esconder su rostro en el pecho del otro, mismo que lo sacudió en cuanto lo escuchó reírse. "¿Estás pensando en cómo me vas a echar de tu casa esta vez?"

"Si."

Y ahí venían los pensamientos de nuevo.

Absurdo, tonto, guapo, atractivo Yoongi.

"¿Si?" Le cuestionó en cuanto sus ojos se encontraron gracias al agarre del mayor en su mentón, obligándolo a alzar la mirada. "¿Puedo darte un beso de buenos días primero?" Y Jeongguk se atrevió a considerarlo, pero no podían culparlo, no cuando Yoongi se veía así al despertar, con el cabello alborotado y sin algún rastro de cansancio en el rostro, casi como si no hubiera dormido, pero tuvo que resistirse a aquellos apetecibles labios color cereza que lo miraban con tentación, debía poner límites, Seokjin se lo había dicho.

Primero debían hablar.

"Tenemos que hablar..." No tardo en hablar sus pensamientos. "Después de aclarar las cosas, lo consideraré..."

"Lo que tú quieras." Aceptó sonriente, terminando por romper el contacto entre sus cuerpos y poniéndose de pie. "Usaré primero tu baño, okay?" Y Jeongguk asintió, viendo como el otro se marchaba, desapareciendo detrás de la puerta del baño compartido en su habitación, la lluvia artificial haciéndose presente después de un rato.

Un rato donde Jeongguk simplemente se quedó inmóvil en su cama, con la mirada puesta en el techo porque no había manera de asimilar lo que estaba pasando. Era eso o estaba simplemente borracho en la colonia del mayor, estaba por todas sus sabanas, su almohada, incluso podía jurar que en su piel, en la tonta pijama vieja que estaba usando, cada respiro que daba le recordaba al absurdamente guapisimo hombre que se estaba duchando.

Talla S. (Yoonkook/Kookgi Social Media AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora