･ ∾｡« ° ━━ 𝕰𝖈𝖍𝖔𝖊𝖘 𝖔𝖋 𝖈𝖔𝖓𝖓𝖊𝖈𝖙𝖎𝖔𝖓
❝Desde el primer encuentro, sus almas se reconocieron como si se hubieran buscado por siglos❞
Donde Alhena Mikaelson se enamora de el más joven Salvatore mientras lidia con nuevas habilidades o donde...
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《 03. ¿ABOMINACIÓN? 》
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— NO HAGAMOS DE ESTO ALGO IMPORTANTE. —le comento a Damon mientras caminamos hacia la salida.—resopla.
— Lo mismo digo. —responde.
— Además supongo que me llamaras pronto.
— Puede ser. —me dice finalmente.
Abre la puerta y se queda parado viendo como la doppelganger estaba llegando. Me limitó a verla y sonreír, creo que después de todo vengue a mi hermana. Paso por un lado de la doppelganger y me voy a velocidad vampirica a la mansión.
Finalmente llego y para mi suerte se encuentran mis hermanos en la sala.
— Vaya, vaya, ya era hora hermanita. —se burla Kol.
Intento pasar pero cada que quiero él se atraviesa en mi camino impidiendome llegar a mi habitación.
— Fuera de mi camino. —reclamo molesta.
— No llegaste, qué escándalo cariño. —continúa burlándose Kol pero con tono algo molesto. — Espero que no haya sido con un pueblerino.
— Cierra la boca idiota.
Escucho la risa de Klaus y me dirijo enojada hacia el.
— Y tu callate Nik. —artículo enfadada de sus actitudes burlonas.
— Yo no dije nada. —se defiende el híbrido.
— Estoy aburrido. —se queja mi molesto mellizo.—Nuestra hermana es una zorra pero al menos se divierte. —dice con una sonrisa alternando su mirada entre los presentes en la habitación.— Yo quiero también.
— No hables como si fuera una cualquiera, idiota. —le reprimo.
— ¿Qué estás esperando? Anda diviértete. —dice el híbrido.
— No me gusta solo. —reniega.— Por favor Nik. —le pide.— Me lo debes por clavarme una daga en el pecho.
Niklaus solo lo mira y después pasa su mirada a mí para finalmente responder. — Bueno, ¿Porque no? Ayer no bebí lo suficiente contigo matando a la cita de Rebekah. —pasa por un lado de mi y dice. — Tu y yo tendremos una conversación más tarde sobre esto. —habla moviendo las manos exageradamente para después salir de la habitación.
Me limitó a rodar los ojos y decir. -Si ya váyanse hay demasiados hombres en esta casa.
— También tendremos una conversación después cariño. —comenta mi mellizo saliendo con una sonrisa.
— Ya larguense los dos. —grito y le aviento un zapato qué alcanza a esquivar haciendo que mi zapato choque con la puerta.
