You Will Be Okay

50 4 1
                                    


Era una noche silenciosa en el hogar de los alemanes. 

—Vati, Vati! —chillaba un pequeño Alemania, escondiéndose entre las mantas de su cama.

 Third, desde su propio cuarto, no tardó en escuchar el llamado de su retoño, siendo más de media noche no fue muy difícil oír el grito del tricolor. Se levantaría de la cama algo soñoliento, aunque en definitiva no dejaría a su amado hijo llorando solo en la oscuridad. 

La puerta rechinó al abrirla.

—¿Qué ocurre, mi pirañita? —el alemán de esvástica acomodo un poco la bata de su pijama, no le dio tiempo a ponerse otra cosa para llegar al cuarto de Ale. 

—¡Papi, papi! —el infante destapa su cabecita de las cobijas, viendo a su mayor teniendo ojos lagrimosos —Tuve un mal sueño, un feo mal sueño. 

De un salto bajó de la cama y corrió a los brazos de Reich, quien le recibió dulce y comprensivo, sonriendo un poco para transmitirle algo de confianza. 

—Una pesadilla —corrigió discretamente las palabras del niño, bostezando a la vez que limpiaba una lagrimita de los ojitos contrarios. 

—Escuchaba a varias personas, estaban llorando muy fuerte, dentro de paredes de metal —explicaba moviendo sus manitas de un lado a otro, derramando gotitas saladas —Y decían tu nombre, y el mío.  

Alemania se aferró a su padre en un necesitado abrazo, hundiendo el rostro en el hombro del mayor. 

Third comprendió el "sueño", mas no hablaría de ello con un pequeño de 8 años. Lo mejor será consolarlo, y mantenerlo fuera de ese mundo lo más que pudiese. 

—Si, si, Ale, está bien, estás bien —acariciaba de arriba a abajo la espalda del menor, acurrucándole de mejor forma. 

Teniendo a su hijo en brazos se adentro a la habitación por completo, y buscó una cajita musical en un roperito al lado de la cama. 

—Si los llantos vuelven a irrumpir tus sueños y tengas mucho miedo —tomó el objeto y lo abrió, al instante la cajita dio inicio a reproducir una relajante melodía, una canción de cuna —Tienes que recordar: todo estará bien al final y debes sobrevivir hasta que papá llegue por ti.

Le dio un cálido besito en su frente, cosa que provocó al pequeño sonreír al menos un poco 

Siempre parece estar más tranquilo en la oscuridad 

Entre el medio de la oscura habitación, Reich pensó que la mejor manera de disipar el pánico en el menor y despejar su inocente mente sería dar una caminata alrededor de la casa. 

Siempre se siente tan completa, tal como el silencio crece debajo de la luna

Tomó una manta de la cama antes de salir del cuarto, con ella envolvió a su niño quien le rodeó el cuello con los brazos, con la mirada algo baja escuchando atento lo que cantaría el mayor. 

Las constelaciones desaparecen muy pronto 

Avanzaba a paso lento, calmado, ligeramente perdido en sus pensamientos. Alemania podía darse cuenta de eso al ver la mirada nostálgica de papá; quizá, recordando los "buenos tiempos" de su juventud. 

Solía pensar que yo era audaz. Solía pensar que el amor sería divertido 

En ese momento Third se aferró a su dulce hijo, llegando a juntar ambas mejillas, cerrando los ojos por brevedad. 

Ahora todas mis historias han sido contadas... excepto por una 

Se adentro al corredor lleno de decoración adecuada para un hogar con un infante viviendo en él: plantas en su punto más hermoso, cuadros del resto de la familia alemana, uno que otro dibujo hecho por el mismo niño. 

Así como las estrellas empiezan a alinearse, espero que veas eso como una señal 

Para no salir al frío del exterior, el de la esvástica se paró junto a la ventana más cercana, y quitó con la mano libre las cortinas. Dejando ver el despejado, brillante y hermoso cielo nocturno estrellado. 

De que vas a estar bien, todo va a estar bien 

Ambos familiares contemplaron la vista; el futuro representante de las tierras alemanas portando una chispa de ilusión y tranquilidad en sus grandes ojos púrpura, y el Tercer Imperio con algo más que inquietud y tristeza en las iris. 

Y si es que nuestro gobierno colapsara 

Dejó de lado el cortinero, acomodando mejor al peque para que no pasara molestias. Siguió su camino ahora yendo por el corredor entero, dónde el brillo natural de la luna se colaría entre las delgadas telas que cubren los vidrios, llegando hasta ellos, lo que le garantizaba al Tercer Reich no tropezar al caminar.

Y a pesar de que cualquier día podría ser mi último. Tú vas a estar bien

Las suaves vibraciones del pecho en el cual Alemania descansaba fueron suficientes para hacer al mencionado bostezar, entrecerrando los ojos al volver el agotamiento a su sistema, reposando la cabeza en el hombro del mayor. 

Cuándo yo ya no esté, tú estarás bien

Dobló el paso en dirección a la habitación del menor, regresando, con Alemania casi quedando dormido entre sus brazos. Sin duda la voz de su vater siempre le sería agradable al oído cada que cantara canciones de cuna. 

Y cuándo la humanidad destruya el planeta entero, podrás encontrarme en los cielos

Acostó con delicadeza al niño de vuelta en la cama, lo arropo asegurándose de taparle bien, conservando en los propios ojos gotitas brillantes, provocadas por el pesar de tan sólo imaginar el horrendo mundo al que deberá entregar su único y tan amado hijo. 

Hasta el último de los días

Dio una caricia a la mejilla de su ratoncito, un último beso en la frente antes de irse; sonriendo para él aún si Reich estaría devastado por dentro. Se alejó de la cama en dirección a la puerta. 

Y tú estarás bien

Al cruzar el marco, cerró la madera de tal forma en que vería a Alemania hecho bolita entre las mantas hasta el final, y regresó a su habitación para intentar conciliar el sueño después de tal explosión de emociones. 

Y pensar que él había ido con su niño para consolarlo de una pesadilla pero ¿quién consolará a Third de su realidad? 












--------------------------------------------------

Canción de inspiración: you will be okay de Sam Hatf, o más conocido como el q hace la voz de Stolas en Helluva Boss 🙏🙏🙏

1002 palabras 

Ponle un título a tu historia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora