Ponle un título a tu historia.

Ojos Descoloridos

Superramadre no planeaba q esto fuera tan largo jsjsjdjd 

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Caminaba mirando todo el entorno el cual sentía algo ajeno a si mismo, él creció y se dio a imponer en lugares por mucho más grises y tétricos qué las paredes color pastel de aquel edificio, alfombra que opaca cualquier ruidosa pisada y tantas ventanas en las paredes que no es necesario prender ni una sola luz. Nada más y nada menos que la sede la de Organización de Naciones Unidas, ese enorme lugar que fácilmente uno podría perderse si se es lo suficiente despistado o torpe para nadar por allí sin supervisión o un croquis. 

Lo brilloso del lugar casi le arruina la vista que aún poseía, el ojo dorado se cerraba de vez en cuando abrumado, mas negándose a cubrirse el rostro con una mano para evadir la incomodidad. Nunca se acostumbraría a lo reflejante de las paredes ni cómo estás agarran la luz del sol para devolverla a la vista el doble de irritante y difícil de evitar. 

Sip, efectivamente se perdió. 

URSS nunca lo admitiría en voz alta, su "pequeña expedición" con la intención de conocer mejor el ambiente laboral de ONU y sus colegas resultó en dejarlo totalmente desorientado, con un leve dolor de cabeza por el maldito resplandor de todas partes que solamente lo confundían y perdían más. Obviamente había más de una persona por los pasillos pero el soviético prefería fingir que tenia idea de a donde iba y recorrer con la vista todo lo que podía, con suerte le daría la vuelta a todo el edificio y regresaría a donde la junta de países se está dando. 

Por suerte su presencia no era de vital importancia en la dicha reunión, sí bien está formalmente invitado, el hecho de prestar su presencia en tal lugar fue mera coincidencia, según él y sus 15 hijos con cajas de té de exótico y pocos usuales sabores esperándolo en casa al regresar. 

Oof, al fin. Agradecía internamente de llegar a un cuarto donde las malditas ventanas no estuvieran en cada metro en los muros, una cantidad de luz razonable y aceptable a su gusto; se sentía una sala de espera, los sillones extra en todos lados y revistas en uno que otro mueble enano le indicaban ello, los instrumentos de limpieza amontonados en una esquina sin lucir del todo desordenados, le extrañó ver que un trapeador tenia el bastón de agarre hecho de metal puro pero tampoco hizo gran escándalo por ese detalle, no era de su importancia y ya. Sin rodeos. 

Posó las manos en su cadera observando sin demasiado interés los cuadros de decoración, el ceño medio fruncido en aburrimiento y una mueca en el rostro; posó una mano en su mentón siendo sostenida por su otro brazo, queriendo parecer un profesional analizando cada trazo y línea en la pintura: sinceramente quería dormirse con solo verlas. 

Había permanecido en el silencio necesario para oír el característico ruido de una hoja siendo cambiada a otra página, de un libro o revista probablemente, se concentró tanto en los cuadros y vaga decoración que no se dio cuenta que había otra alma en el lugar. Le hubiera dado un rápido vistazo al otro sujeto y seguir con lo suyo o simplemente irse a otro lado, en cambio la cara le palideció y casi le da un calambre en sus brazos flexionados.